tag:blogger.com,1999:blog-50927739493286984242024-03-09T21:47:54.176-05:00Fotograma GourmetCarlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.comBlogger1251125tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-36932803518635331592024-02-22T13:10:00.005-05:002024-02-22T13:14:13.951-05:0074 Berlinale: Subject: Filmmaking (Berlinale Special)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">Dos clásicos
documentales se me vienen a la mente. El más inmediato es <i>Cien niños
esperando un tren</i> (1988), de Ignacio Agüero. En esta película, vemos a la educadora
Alicia Vega dictando un taller de cine dirigido a niños procedentes de una
comunidad pobre. Sus alumnos que no pasan los quince años, salvo por uno, nunca
han ido al cine. En un aula provisional descubrirán el cine, aprenderán su lenguaje,
los utensilios esenciales para su realización y, finalmente, simularán su
propia película. Al margen de la diferencia de presupuestos, el proyecto de
Vega y el del emblemático Edgar Reitz, autor de la célebre teleserie <i>Heimat</i>,
coinciden en estimular el desarrollo creativo e independiente de sus
respectivos alumnos. En <i>Subject: Filmmaking</i> (2024), realizado por Jorg
Adolph y el mismo Reitz, un documental que hace remembranza a otro documental producido
a finales de los 60 en Alemania —el de un joven Reitz inculcando la materia de
cine a un grupo de niñas con el fin de que la educación pública pueda integrarla
al programa escolar como una asignatura independiente—, se rescata una labor
educativa interesada en incentivar en niñas su expresión artística, lo que por
naturaleza nace para cuando deseamos contar algo. Para ello, Reitz por entonces
se dispuso a ayudar a sus aprendices a reconocer el lenguaje del cine. Su
estrategia se distingue a la de Vega. Aprovechando la previa experiencia de las
niñas frente a la pantalla grande, su curso dependió mucho del ejercicio
dialéctico.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhls19ZZIplSw-uLPM9Wn0-d_BV2PqLodNonGgvi8SXb0KHczKKjryHdl2G5-9yKBrOXh-B-vlJolj3AamrrcoUjZjhmW48GKp2E6MataEsQVUBf6im2EWXM8-gMFM-ylapAVGyl8vVy1vxPrENRgnLEmfQ7RrwLRBCpPE1Euow5WKTMsV1UAOuT0ZywUiH/s1520/Filmstunde23_Foto%C2%A9ThomasMauch.jpeg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1520" height="284" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhls19ZZIplSw-uLPM9Wn0-d_BV2PqLodNonGgvi8SXb0KHczKKjryHdl2G5-9yKBrOXh-B-vlJolj3AamrrcoUjZjhmW48GKp2E6MataEsQVUBf6im2EWXM8-gMFM-ylapAVGyl8vVy1vxPrENRgnLEmfQ7RrwLRBCpPE1Euow5WKTMsV1UAOuT0ZywUiH/w400-h284/Filmstunde23_Foto%C2%A9ThomasMauch.jpeg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Me
resulta muy importante subrayar ese último punto. Estamos ante un tipo de
instrucción que recoge testimonios y los guía a lo teórico. La construcción
personal se convierte en punto de partida para llegar al conocimiento, en este
caso, del cine. Eso me lleva a ese otro documental. En <i>Crónica de un verano</i>
(1961), de Edgar Morin y Jean Rouch, los directores hacen una encuesta a extraños,
comunes transeúntes parisinos, a principio, intimidados por la invasión de la
cámara, luego, sincerados por la persuasión de las preguntas. Es el tránsito de
una postura impostada al comportamiento de una persona real o no actor. ¿Dónde
está instrucción del cine? Como cierre de su experimento, los directores
proyectarán a los encuestados la película. Entonces ellos reflexionarán en
torno a lo visto. Se debate la película: ¿ficción o realidad? A medida que defienden
su postura desde su rol de espectadores, aprenden que el cine o lo representado
siempre es producto de una experiencia o representación personal. Volviendo a <i>Subject:
Filmmaking</i>, en este se reúne la clase de cine 55 años después. Cual Morin y
Rouch, el profesor Reitz proyectará a sus antiguas alumnas ese documental que
protagonizaron. Se funda así una clase complementaria a la del pasado. Los
cortos realizados por esas niñas en clase son evidencia que el cine es proyector
de testimonios personales, incentiva lo reflexivo y dialéctico, sea desde un
plano personal como colectivo, y, adicionalmente, es memoria. En síntesis, valida
la sentencia del epígrafe que inspiró a Edgar Reitz a emprender su aporte pedagógico:
el cine como una importante herramienta para la educación.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-46892443693984113312024-02-22T12:00:00.002-05:002024-02-23T10:50:15.754-05:0074 Berlinale: Who Do I Belong To (Competition)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">He
aquí una película muy compleja, a propósito de las distintas referencias y
situaciones que aluden a su título o interrogante. Esta es la historia de una
familia tunecina en un escenario rural. El relato inicia con la celebración de
una festividad comunitaria. En medio del júbilo colectivo, una madre sufre al
enterarse que sus dos hijos mayores han marchado a un lugar que equivale a una
condena física y moral. Es el tránsito del gozo a la consternación. A vista
general, <i>Who Do I Belong To </i>(2024), ópera prima de Meryam Joobeur,
representa el testimonio de una familia fracturada por los efectos de una
guerra ideológica. Este es el caso de jóvenes persuadidos por un conflicto
orientado por el fundamentalismo extremo y violento, lo que genera
consecuencias que alcanzan a su círculo más íntimo. En principio, Joobeur se
propone a realizar un drama en donde el vínculo familiar se pone a prueba.
Vemos así a un padre y una madre lidiando ante esa realidad que les ha
arrebatado a sus hijos y, en tanto, ambos reaccionarán de manera distinta.
Ahora, lo importante aquí es entender que no existe una buena o mala reacción. Por
un lado, es una manera de diversificar una muestra de amor, un sentimiento que
no siempre se canalizará de forma romántica. Por otro lado, es un método para
describir un comportamiento social. Es decir, este espacio rural reconocido como
un contenedor de los complejos de una nación o cultura.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLd67cD6TWVgo-hWSXHpoIOqQ3D5TprA4g8BN4L7_L9iHXY1W0CFTaSx2xIwmLox2wUHyBsnHHuwwCUT1QVYrZmDsVfG_85X8TFeC2kdvM-fU8k00pLxjf5P6jZVRdkEyXD5TqWeh_e9Izc-tiMgkZ0gtEOjKOHMUnMsB99svVPH2dBAiZ_Rqa4MBvLkZU/s4448/WHO%20DO%201.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3096" data-original-width="4448" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiLd67cD6TWVgo-hWSXHpoIOqQ3D5TprA4g8BN4L7_L9iHXY1W0CFTaSx2xIwmLox2wUHyBsnHHuwwCUT1QVYrZmDsVfG_85X8TFeC2kdvM-fU8k00pLxjf5P6jZVRdkEyXD5TqWeh_e9Izc-tiMgkZ0gtEOjKOHMUnMsB99svVPH2dBAiZ_Rqa4MBvLkZU/w400-h279/WHO%20DO%201.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Dicho
esto, la pregunta de “a quién pertenezco” se va activando. Padre y madre
reconocen a un hijo pródigo de manera distinta. ¿Es que acaso sigue
perteneciendo a su clan?; tal vez es una pregunta que se hace el padre luego de
que uno de sus muchachos ha regresado. El mutismo de este no ayuda a disipar
sus dudas. Mucha atención, esta es una película con demasiado misterio en el
aire. Entonces, esas dudas incrementan o agrietan la distancia entre el padre y
su hijo. Para el adulto, es como si su primogénito no hubiese retornado; sin
embargo, su instinto de padre no deja de seguir haciendo lo posible para que su
hijo se encuentre a salvo en ese terruño que ajusticia a los que se han unido a
la guerra islámica. Joobeur siembra el dilema de la identidad, tanto la ajena
como la de uno mismo. Siguiendo con la perspectiva del padre, este además pone
en duda su rol de padre. ¿Pertenezco a esta familia que no supe orientar? Una
suerte de autodestierro por parte de este personaje parece evidenciarnos esa
interrogante. Pero hay otra cosa esencial. ¿Qué es lo que motiva al padre a
hacer esos cuestionamientos hacia su hijo o hacia sí mismo? ¿Es acaso su
identidad paternal la que habla o es su identidad social o religiosa? Pues,
capaz sea todo a la vez. Aquí se confunde lo sentimental con lo ideológico.<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRw6nTy5yfmHqdduhsf3PMw42rcrVihW15reEv_N-kT9Ogyp40RkqSjAJYFmkdu4aoWdQ5ieef_7nXN_Y4evLkPhR0fjD7gMBPIkhcnlqHRoIBLrJd8TaZjF1DSqX26OCi3gitjo-XDjRzFqQQROTtu9ryRWfulop6qlAFG5HnwF8XiB6NcKJojFlWAoBA/s4448/WHO%20DO%202.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3096" data-original-width="4448" height="279" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhRw6nTy5yfmHqdduhsf3PMw42rcrVihW15reEv_N-kT9Ogyp40RkqSjAJYFmkdu4aoWdQ5ieef_7nXN_Y4evLkPhR0fjD7gMBPIkhcnlqHRoIBLrJd8TaZjF1DSqX26OCi3gitjo-XDjRzFqQQROTtu9ryRWfulop6qlAFG5HnwF8XiB6NcKJojFlWAoBA/w400-h279/WHO%20DO%202.jpg" width="400" /></a></div><b style="text-align: justify;">Meryam
Joobeur parece pensar que el razonamiento o juicio ideológico es indesligable a
lo sentimental. El pensamiento político, cultural o religioso siempre
intervendrá ante cualquier situación por muy personal que sea esta. Frente a
esto, no solo se trata del vínculo familiar puesto a prueba, sino también el
vínculo ideológico. Este nos (des)orienta y es a veces determinante en la toma
de decisiones. Ahora, no solo se trata del padre exponiéndose a ese debate,
sino también la madre, el hijo que regresa y todos los personajes de esta
historia. Todos, de una u otra forma, se sienten persuadidos por sus vínculos
sentimentales, sin embargo, siempre se antepone una voz externa que los llama,
sea en forma de prejuicios sociales, normas públicas o mediante los sueños como
los que experimenta la madre. Por muy fantástico o irreal que sean sus
visiones, este es un mensaje de su subconsciente, o lo que sería la
construcción de su mundo interior bajo sus expectativas, deseos e impulsos que nacieron
de su experiencia con lo real o el escenario plagado de ideologías. La
interrogante de <i>Who Do I Belong To</i> nace de una duda diversa. Vemos a
personajes cuestionando su estado de pertenencia, sea a un espacio, una
familia, una comunidad, una línea ideológica o incluso existencial. Me resulta
dramática la situación de ese hijo que parece extraviado en un limbo mental.
Está entre lo real y lo ficticio, cumpliendo una condena o ya muerto,
sobreviviente o fantasma.</b></div></b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-52219288189078426722024-02-18T13:30:00.001-05:002024-02-18T13:30:00.231-05:0074 Berlinale: Reas (Forum)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;"><b>En
la estupenda <i><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2018/08/22-festival-de-lima-teatro-de-guerra.html" target="_blank">Teatro de guerra</a></i> (2018), de Lola Arias, se ponía a
interactuar a antiguos enemigos de la Guerra de las Malvinas con el fin de
depurar sus viejos traumas y de paso erradicar resentimientos. Para ello, los
veteranos tendrán que representar sus recuerdos, desde los más memorables hasta
los más tortuosos. En tanto, el ficcionalizar o poner en escena esas vivencias
era equivalente a una terapia colectiva, una ejecución necesaria para poder
reflexionar y sanar entorno a los efectos de ese terrible acontecimiento que
seguía formando parte de su cotidiano. <i>Reas</i> (2024), nuevo documental de
la directora argentina, es un equivalente a su anterior película solo que aquí
sus protagonistas son ex convictas. Una vez más, Arias convocará a un grupo de
personas para que representen los recuerdos que concibieron dentro de un
entorno hostil. Al igual que otras películas que se inspiran en testimonios
carcelarios, tales como <i>Into the Abyss </i>(2011) o <i><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2020/08/24-festival-de-lima-las-ranas.html" target="_blank">Las ranas</a></i> (2020),
<i>Reas</i> no se dispone a cuestionar los antecedentes de sus personajes. Su
ruta será el de hurgar el lado humano de sus integrantes, ello partiendo desde
sus dramas personales, pero siempre pensando en los que experimentaron para
cuando estuvieron dentro del claustro. Si bien estamos ante mujeres que
cumplieron condena, Arias no se interesa en conocer sus situaciones actuales.
Su iniciativa se compromete en hacer revivir los recuerdos en tiempo de cárcel
para reparar las fracturas emocionales que suscitaron durante esa temporada.</b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPGAfh4UfpMYbP9C3lKIM1txcTvrdi0ZnfMKmhtNUbIcBLksoVtx-zbRY_70_LE1cI2h5-k67idi1SOGR_itK07selir4TetVBGy03mIAA89Q0bym1f3p7Tn6wtE1I1cUWcLBzt3KHgAHtrFj55TeOtRbQVCDgi5oXfMkHy_jmHhYfng9QCjnAzUjAe3Qb/s4096/REAS.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2160" data-original-width="4096" height="211" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjPGAfh4UfpMYbP9C3lKIM1txcTvrdi0ZnfMKmhtNUbIcBLksoVtx-zbRY_70_LE1cI2h5-k67idi1SOGR_itK07selir4TetVBGy03mIAA89Q0bym1f3p7Tn6wtE1I1cUWcLBzt3KHgAHtrFj55TeOtRbQVCDgi5oXfMkHy_jmHhYfng9QCjnAzUjAe3Qb/w400-h211/REAS.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Ahora,
al igual que en <i>Teatro de guerra</i>, este reciclaje de la memoria no
margina aquellos momentos jubilosos que acontecieron en ese transcurso. Por muy
doloroso que haya sido una guerra o un encarcelamiento, estos y otros
escenarios dramáticos siempre reservarán instantes humanos, actos de
solidaridad, rastros de esperanza, así como sueños que se inflaban en época de
incertidumbre. Es a propósito de esa última característica que <i>Reas</i> se
dispone a ser una terapia sostenida por un código del cine clásico. Sucede que
la dramatización de los recuerdos de estas ex reclusas está intercalado por
secuencias de canto y baile. Es decir, las mujeres se sirven del género musical
como ingrediente de sanación o depuración de sus antiguos temores. Eso nos
remonta a lo que fue el sentido del musical y su creciente ola de producciones
a principio de la década del 30 en Hollywood. Fue consecuencia del Crack del 29
que el cine, esencialmente desde el impulso del cine musical, se convirtió en
ventana alentadora para una sociedad descompuesta en muchos sentidos. El canto
y el baile fueron recursos para empoderar el optimismo y echar a andar la
imaginación o expectativas sociales. Esto es lo que sucede con este grupo de
mujeres, quienes además de confesar su pasado, usan a la música como medio para
fundar un puente de cara al futuro, una realidad contraria a lo que vivieron dentro
de los muros. He ahí qué tan simbólico resulta ese último plano cenital que
manifiesta un claro contraste entre la frontera del escenario ficcional y el real.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-62061799314067931652024-02-18T12:00:00.001-05:002024-02-18T12:00:00.131-05:0074 Berlinale: My Summer With Irene (Generation 14Plus)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">El
director Carlo Sironi deja a un costado su interés por los dramas sociales para
observar un drama en específico. <i>Quell’ estate con Irene </i>(2024) nos
narra la historia de la fantasía de un escape. Irene (Noée Abita) y Clara
(Maria Camilla Brandenburg) se conocen en un campamento para adolescentes que
se encuentran tratando una enfermedad crónica. Finalizado el encuentro juvenil,
ellas decidirán emprender un viaje a las islas de Sicilia en lugar de volver a
casa. Esta es la iniciativa de dos personas que tienen que convivir a diario
con la posibilidad de su extinción física. Es una reacción al temor, una
revolución contra el tratamiento y el condicionamiento corporal que ha limitado
sus acciones y deseos. Las amigas inician de esa forma su propio campamento, la
simulación de un escape a su destino, pues la realidad es que de su
padecimiento no podrán huir. Si bien Sironi tiene un profundo respeto por la
condición de sus protagonistas al no explotar los síntomas de la enfermedad,
ello no evita que en algún momento veamos a las muchachas flaquear justo para
cuando parecen tocar el terreno de la normalidad o el pleno júbilo. Es como un
mal viento que llega y de la misma forma se va, y que, si bien no desalienta
los deseos de estas chicas de seguir viviendo sus vacaciones, deja un
sentimiento entre triste y amargo.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIL3Uhv3cv-XG4suHUt3-LDUahfODuRt0GeCg17oZ4mL-AmI35Vrw4kxFWjPvFsOrsgswUohfdgNjaiRhQnyfSicAyT8B6iquYMYLCc1Gg4Ad4_OqvnFCMldDqcSbWG-hmmbuhoTCkN4a3vRf52b9J42E-luEwDdNjjC2bnUe_Lfw1ffMO99x4osxXo-BN/s2129/MY%20SUMMER%20WITH%20IRENE.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1200" data-original-width="2129" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgIL3Uhv3cv-XG4suHUt3-LDUahfODuRt0GeCg17oZ4mL-AmI35Vrw4kxFWjPvFsOrsgswUohfdgNjaiRhQnyfSicAyT8B6iquYMYLCc1Gg4Ad4_OqvnFCMldDqcSbWG-hmmbuhoTCkN4a3vRf52b9J42E-luEwDdNjjC2bnUe_Lfw1ffMO99x4osxXo-BN/w400-h225/MY%20SUMMER%20WITH%20IRENE.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Lo
mejor de <i>Quell’ estate con Irene</i> es que su director se inspira en los <i>coming
of age</i> que se desenvuelven en un contexto veraniego en donde adolescentes
de personalidad indómita, abiertos a explorar el mundo y sus cuerpos y sin
miedo a lo desconocido interactúan, se reconocen, experimentan, tal vez se
equivocan, pero siempre aprenden. Estas situaciones y emociones aspirarán y vivirán
Irene y Clara, aunque la vulnerabilidad de su salud las frenará constantemente.
Eso hace que sus vacaciones no sean convencionales. Se podría decir que se
fractura esa fantasía del <i>coming of age</i> sobre jóvenes abiertos a la
libertad. Lo que debería de ser una temporada desenfrenada, resulta más bien
una temporada en donde se mezcla lo extraordinario con lo cotidiano, la
combinación de esas vivencias que hasta ese momento las chicas habían aplazado y
los achaques o pensamientos que padecen habitualmente. La misma ambientación
del entorno isleño no posee ese brillo romántico o buen temporal. En su lugar, es
pálido como los rostros de las jóvenes y frecuentemente asediado por la bruma o
las lluvias, signos de mal presagio. <i>Quell’ estate con Irene</i> es una
película triste, pero también muy valiente. He aquí a dos personas haciéndole
frente a lo peor. Carlo Sironi relata una lección de vida sin ser ilustrativo o
moralizante como suelen ser los libros de autoayuda.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-23209091850543884812024-02-17T17:40:00.002-05:002024-02-17T17:40:00.148-05:0074 Berlinale: The Visitor (Panorama)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">Érase
una vez en un barrio moderno, una familia burguesa recibió la visita de un
joven de aire mesiánico previamente anunciado por un excéntrico y algo
amanerado ángel. Fue así cómo durante el transcurso de su estadía el forastero
logró remover/componer las vidas superfluas e insignificantes de todos los
miembros de ese clan burgués que hasta antes de su llegada parecían estar
destinados al conformismo normalizado por las convenciones de la realidad
moderna. Eso es lo que se representa en <i>Teorema</i> (1968), de Pier Paolo
Pasolini, película que desacralizaba los códigos de la burguesía y el
cristianismo dentro de un mismo discurso. Era una crítica contra las normativas
que reprimían el estado primitivo de la naturaleza humana. Una reacción contra
una condición que anulaba la libertad social, sexual, laboral o económica
expresándose desde lo sugerente o lo alegórico, por ejemplo, mediante planos a
la entrepierna del mesías protagonizado por Terence Stamp o los estigmas de una
proletaria doméstica. Todo este argumento parece actualizarse en <i>The Visitor</i>
(2024), película dirigida por el también irreverente Bruce LaBruce. El
canadiense se establece en las cercanías del río Támesis. Sus orillas serán
receptoras de maletas de viaje que engendran a hombres de color que presumen un
físico fetiche en la filmografía del director de cine queer. Uno de esos
individuos asumirá el rol de Stamp. O sea, irá a derivar al hogar de una
familia inglesa pudiente y extravagante con el fin de crear una revolución
sexual y existencial.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJjELyGhFM0QY_o5KEtD6oguj2rr_Ru5hXuWOml4rh6gk4LoIlU4TQ2jqbHH5z6tOwrYTnVOLpEd5VR1eh9hj9-qk7de6R8I1-pFSC-VcAax8IZ_kbLtND4ff14g24rvII80esEedhwhJ8NSFwUcFC-P632mmurn_e4WIV91kGz5KzYJSzsOOCcOaoaphv/s3840/THE%20VISITOR.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2160" data-original-width="3840" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJjELyGhFM0QY_o5KEtD6oguj2rr_Ru5hXuWOml4rh6gk4LoIlU4TQ2jqbHH5z6tOwrYTnVOLpEd5VR1eh9hj9-qk7de6R8I1-pFSC-VcAax8IZ_kbLtND4ff14g24rvII80esEedhwhJ8NSFwUcFC-P632mmurn_e4WIV91kGz5KzYJSzsOOCcOaoaphv/w400-h225/THE%20VISITOR.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Ahora,
la variante de este relato es que no estamos tratando con un mesías. Aquí los
que llegan parecen haberse multiplicado como panes. Mientras tanto, no un
ángel, sino será un pregonero radial sacado de una escuela apocalíptica quien
lanzará el anuncio de ese éxodo que ha tomado como puerto a la tradicional
Inglaterra. LaBruce piensa en los exiliados que dieron a parar en la Europa
añeja, solo que en lugar de ser acogidos por caridad o, en el peor de los
casos, regresados a su país, serán adoptados por una conveniencia puramente
carnal, al menos, eso es lo que sucede con la familia protagonista. Eso
desatará un buffet de la libertad sexual; nada extraño tomando en cuenta que
estamos tratando con una película de LaBruce. Su cine transgrede las bases de
las convenciones sociales desde su revolución sexual. Es así como vemos a un
indocumentado sacando lo más primitivo de sí para alterar la vida de una
comunidad impostada. El mensaje coincide con el propuesto décadas atrás por
Pasolini, solo que aquí todo es más gráfico, nada subjetivo. Pero, obviamente,
esa “bendición” no implica la felicidad. Tal como lo dictaron tantos sabios de
la historia humana, el saber es una maldición. Los personajes que serán liberados
de las cadenas opresoras estarán varados en un mundo que ya no comprenden.
Dejarán de ser conformistas en un mundo conformista. Es decir, se convertirán
en visitantes de su propia realidad.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-71143800646535742952024-02-17T12:00:00.002-05:002024-02-17T12:00:00.126-05:0074 Berlinale: Young Hearts (Generation KPlus)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">Se
me viene a la mente <i>Close</i> (2022), otra producción belga que también
narra la historia de dos pequeños amigos siendo asediados por los prejuicios.
En el caso de la película de Lukas Dhont, su conflicto deriva a una
circunstancia trágica, la cual será resuelta mediante un estado dramático que
invita a la autocrítica, la búsqueda de una reivindicación moral que logre
reparar a los afectados y a uno mismo. Por su parte, <i>Young Hearts</i>
(2024), de Anthony Schatteman, decide derivar su conflicto a un dilema
melodramático. Elías (Lou Goossens) se ha enamorado de su vecino, un niño de su
misma edad y sexo. Es a partir de ello que veremos a un personaje lidiando con
lo que desea y con la preservación de su imagen pública. Es un similar debate
que suscita en el protagonista de <i>Close</i>. Ambas películas parecen estar
de acuerdo que los complejos de los menores están orientados por los complejos
dictados por la sociedad. Vemos así a niños anticipándose u huyendo de lo que
podría censurarlos públicamente, negando su vínculo con sus respectivos
compañeros, los estigmatizados, a fin de liberarse de la vergüenza. El hecho es
que ambos también experimentarán una culpa interna como saldo de esa decisión
de la que nunca estuvieron de acuerdo. Las consecuencias en <i>Close</i> serán
tristes, mientras que en <i>Young Hearts</i> hay más bien señas que anticipan
mucho optimismo.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXV-f7QUtEw6nkcYMQrE6WclzcX3Tiu1ecTGkcamJ_qyAWrtwXozFDwi47oD5mVXBaqSlKZ6VqkM4b8HhtS6aAEeI3Wfb8W1k3pvwLS-A250Yp8aN9uEsLTTFR4MlPkQ3ApNhqgA7tGIo-8AlfiN2oxLwtAMqEMA_H3GmCXbLDHChwHv9LaBCCC5qDKBTs/s4200/YOUNG%20HEARTS.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2800" data-original-width="4200" height="266" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXV-f7QUtEw6nkcYMQrE6WclzcX3Tiu1ecTGkcamJ_qyAWrtwXozFDwi47oD5mVXBaqSlKZ6VqkM4b8HhtS6aAEeI3Wfb8W1k3pvwLS-A250Yp8aN9uEsLTTFR4MlPkQ3ApNhqgA7tGIo-8AlfiN2oxLwtAMqEMA_H3GmCXbLDHChwHv9LaBCCC5qDKBTs/w400-h266/YOUNG%20HEARTS.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">A
primera vista, la película de Schatteman parece ser una historia de amor. Nada
de eso. Esta una historia sobre el debate interno. Aquí lo romántico será
frecuentemente bloqueado por los fantasmas sociales. En gran parte de la
película, Elías será presa de los prejuicios sembrados en su cabeza. Curiosamente,
mucho de ese miedo deviene de sus expectativas, el “qué pensarán si…”. En
efecto, está también el prejuicio colectivo que viene a forma del <i>bullying</i>,
pero este es mínimo respecto a toda la tortura mental que se infringe Elías. Él
mismo es su verdugo. Así como <i>Close</i>, este relato nos enseña que la
sociedad nos ha enseñado a castigarnos cuando sabemos que estamos haciendo algo
“prohibido”, eso que luce extraño frente a las convenciones sociales, caso la
homosexualidad o cualquier acto que posea un rastro de cursilería. A propósito,
se asoma otro conflicto, uno menor, pero que no deja de ser complementario e
igual de importante atender. El padre de Elías es un compositor y cantante de
un tipo de música que hace sonrojar al niño y a su hermano mayor, alguien que
de hecho ya se reveló contra esa “ofensa familiar”. Entonces, tenemos esta
historia de un menor avergonzado con su padre, individuo catalogado como
alguien socialmente extraño. El menor aprenderá del mayor a desquitarse con el
padre en lugar de cuestionar sus prejuicios. Ese es un ruido que me deja <i>Young
Hearts</i>, película que corrige de manera parcial las malas lecciones
sociales.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-12452960127865014202024-02-16T17:00:00.001-05:002024-02-17T11:54:40.579-05:0074 Berlinale: The Editorial Office (Forum)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">“Aquí
nadie te toma en serio”; es la respuesta que recibe Yura (Dmytro Bahnenko) tras
preguntar por qué no esforzarse en decir la verdad en un país en donde la
trampa está tan normalizada. <i>The Editorial Office</i> (2024), dirigido por
Roman Bondarchuk, es una sátira sobre una realidad ucraniana inmersa en una
crisis de la verdad. La distorsión de las noticias en este escenario es tal que
hasta parece que los únicos personajes conscientes de esa deformación se están
enfrentando ante un panorama absurdo. Si bien el contexto de esta película se
refiere a una realidad ficticia, esta no deja de aludir situaciones e
impresiones propias de la actual coyuntura. <i>The Editorial Office</i> se abre
en el sur de Ucrania con un intertítulo que nos indica que los acontecimientos
corresponden a seis meses antes de la guerra. No se dice frente a quién, pero
nosotros sabemos. Luego conocemos a Yura, en calidad de investigador de una
criatura casi extinta, quien por casualidad será testigo de un serio delito que
compromete la salud del territorio ucraniano. Sin desearlo, se convierte en
dueño de una verdad y, posteriormente, en un comprometido a difundirla. Entonces
se convertirá en una suerte de periodista. ¿Pero cómo serlo en un escenario en
donde el catalogado cuarto poder solo se dedica a difundir inventos como parte
de una estrategia política? He aquí el conflicto de esta película, el de su
protagonista haciendo una cruzada para ver cómo filtrar en medio de tanta bosta
una noticia que amerita saberse.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzABdlXdGBbsvrPFwqrc7486nZU6I4hGxDIbYY1xj6iLaLkuXpxizHFFjPTk_bzDJSPK0frmbhN0ti3q2G58lQE1i12T-p6fyzWTjPGGviIuyyQBTxiByYOSTprRh62p1wHjZQfWnSDhEc2E8wDdWGXGl4eJ7WcgvFued0QezzlucRKrxPYGKzLrh61nuJ/s4096/THE%20EDITORIAL%20OFFICE.jpeg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1716" data-original-width="4096" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgzABdlXdGBbsvrPFwqrc7486nZU6I4hGxDIbYY1xj6iLaLkuXpxizHFFjPTk_bzDJSPK0frmbhN0ti3q2G58lQE1i12T-p6fyzWTjPGGviIuyyQBTxiByYOSTprRh62p1wHjZQfWnSDhEc2E8wDdWGXGl4eJ7WcgvFued0QezzlucRKrxPYGKzLrh61nuJ/w400-h168/THE%20EDITORIAL%20OFFICE.jpeg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Bondarchuk
parece querer representar un estado social de su nación previo a la invasión de
Rusia. ¿En qué situación se encontraba su patria meses antes del caos? En un contexto
precario. De hecho, el caos ya se vivía al interior del país. Pero lo más
ridículo del asunto es que ningún órgano oficial parecía reaccionar frente a
ese incendio —y esto no es ninguna metáfora— que amenazaba su propia tierra. Dicho
esto, la quema de árboles que atestiguó Yura sí que es simbólica. <i>The
Editorial Office</i> alude a un territorio que anuncia una próxima catástrofe
que, ciertamente, tiene que ver con una responsabilidad compartida. Las
negligentes políticas ucranianas sufren del síndrome de la realidad digital. Su
punto de vista los ha apartado del interés por las noticias reales y los ha
acercado a las noticias interesadas en fabricar fantasías improductivas, las que
provocan reacciones y no invitan a la reflexión de lo que está sucediendo más
allá de la caverna de la ignorancia. Esto, en consecuencia, ha malformado a una
sociedad a la línea de los comportamientos de las redes sociales. A nadie les
interesa saber la política de un político, sino simplemente verlo bailar. Es un
festín de lo artificioso y el comportamiento en modo aleatorio. Incluso el “héroe”
tiene algo de ese síndrome. Yura es una persona que cual Homero Simpson cambia
de oficio sin saber a ciencia cierta el compromiso que implica dicha actividad.
<i>The Editorial Office</i> es una película sobre un hombre que no sabe cómo
trasmitir la verdad en un contexto que ha desaprendido la difusión del
contenido real.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-50325000573440474712024-02-15T17:01:00.002-05:002024-02-15T17:01:22.763-05:00Zona de interés<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">Un
Edén es cultivado en medio del caos. Esta es la historia infame de una familia construyendo
su fantasía a costas del sufrimiento de otros. Al margen de su objetividad
histórica, la premisa de <i>Zona de interés</i> (2023) pueda interpretarse como
una alegoría a la brecha de clases dentro de un escenario en crisis. El
comandante Rudolph Hoss (Christian Friedel) y su clan representados como el
poder hegemónico preocupados en disfrutar y preservar sus privilegios mientras
el Holocausto está en marcha. Es el panorama de una comunidad carente de
empatía, ejecutora a conciencia de la extensión del terror que afecta a las
comunidades vulnerables, y que a su vez otorga a los favorecidos mejores
posiciones, una buena casa con un buen jardín y una piscina con tobogán.
Definitivamente, es un cuadro social muy actual. Claro que la intención de
Jonathan Glazer tal vez no sea asistir a lo histórico a fin de fabricar una
crítica social del presente. Lo suyo es planear una arquitectura idílica e
impecable del pasado que trascendió al presente tomando la forma de un vestigio
que expresa el fracaso y la ruina. Ahora, lo curioso y hasta complejo de su
propuesta es que ello se definirá desde la composición visual. Estamos ante un Glazer
apostando por la subjetividad del encuadre, el plano entero, la cámara
estática, aunque siempre de múltiples perspectivas, la iluminación etérea y el
diseño de arte como recursos para orientar su mensaje.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLw86JHSLgnaPtet4j9AXd_X0O_a51aMfBnrpNE91ZeTU0toTXeBC1p8MRdf4ltps5SfH6aMj_R-tITj0eDJd8yPzlGSKCxb85Wv9wu3FO2aBWG5iXl3cuEUldYEmw9KmquokCG7y8mE2pYgLctlaNXznPexwcVkUwai55xz5-JiutrA-tA3t437T2jXRV/s1920/vlcsnap-2024-02-15-16h44m28s719.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjLw86JHSLgnaPtet4j9AXd_X0O_a51aMfBnrpNE91ZeTU0toTXeBC1p8MRdf4ltps5SfH6aMj_R-tITj0eDJd8yPzlGSKCxb85Wv9wu3FO2aBWG5iXl3cuEUldYEmw9KmquokCG7y8mE2pYgLctlaNXznPexwcVkUwai55xz5-JiutrA-tA3t437T2jXRV/w400-h225/vlcsnap-2024-02-15-16h44m28s719.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">A
diferencia de <i>Under the Skin </i>(2013), su anterior película, en <i>Zona de
interés</i> el director británico se aparta ligeramente de la creación de
secuencias surreales de carga abstracta para en su lugar darle mayor
protagonismo al detalle técnico. Ello, sin embargo, no significa que su más
reciente película no sea abstracta. De hecho, pueda que sea tanto como lo es <i>Under
the Skin</i>, solo que de una sutil impresión casi imperceptible para cualquier
espectador. Sucede pues que cualquier historia de oficiales nazis haciendo su
trabajo —así sea fuera del campo de exterminación— siempre alertarán nuestras
valoraciones ideológicas, perspectiva que bien podría despistarnos de lo que
está ante nuestros ojos, el montaje de una escenografía en donde el orden
espacial dice mucho. <i>Zona de interés</i> acontece del otro lado de un campo
de concentración. Seremos testigos de una realidad virtual alterna. El espacio
por donde se desplaza una familia alemana no delata que estamos en tiempo y
zona de guerra y exterminación. Ante esa idea, Glazer se esfuerza por crear la
armonía de este pequeño perímetro. Aquí todo tránsito es pulcro. Los pocos que
ingresan o salen de este lugar no se tropiezan uno con el otro a pesar de sus
angostos pasadizos o lo restringido que sean sus habitaciones. No hay registro
de invasión o saturación, sea de personas u objetos. Y esto mismo sucede con la
luz, la que actúa con una suavidad suficiente para no pronunciar las sombras.
Es un entorno libre de contrastes.</b></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">La
movilidad es también interventora de la pulcritud del escenario. Aquí los personajes
siguen un trayecto siempre lineal definido por un camino de piedras, los
corredores o la calzada que atraviesa un jardín. Dentro de las habitaciones, se
mueven sin vacilación, limitando su circulación, como si se camuflaran con la
quietud y la austeridad de los accesorios de los cuartos. En tanto, la cámara
inspecciona el orden de las vibraciones humanas que acontecen desde el
perímetro que bordea el hogar hasta sus interiores. Es una observación inmóvil,
aunque con una versatilidad de perspectivas. En principio, Glazer posiciona su
cámara asumiendo un perfil que le otorgue una buena profundidad de campo. La
luz natural, el uso de lentes angulares y el posicionamiento de la cámara de
manera oblicua le brindan mejor amplitud a su campo visual. No suficiente con
ello, rompe la “quietud” de la cámara usando otras más que asumen una
perspectiva distinta del personaje en escena o punto de enfoque. En las
afueras, el número de cámaras van de una a dos, mientras que los cambios de
posición se dan a manera de plano/contraplano; o sea, por el frente y la
espalda del punto de enfoque. En los interiores la inspección es más rigurosa.
Son a partir de cuatro cámaras diferentes las que se usan, y cada una se posiciona
de manera que cubren las cuatro esquinas o lados de la habitación. Hay además
angulaciones en picado o cenitales, exprimiéndose así otras perspectivas que
confirman la armonía entre la interacción del objeto y el espacio.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheNB67FBJUnfGalVuyKZxxrXZh0hrCqeViUck4nPY_C_D433xjyVc0aJIqFFktY4j3E6W-bR8PJwRBeMmUz0kcY2IfrRBSCZREF1gwDp3zPsZ-1w-dO75PM93cgNFVNwuZ0U6kTAKh2fsQcA00VXP5VFKUe1xte0RvnzaO8tndo0UJuIqvVFI6Qo2TN80-/s1920/vlcsnap-2024-02-15-16h44m15s131.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEheNB67FBJUnfGalVuyKZxxrXZh0hrCqeViUck4nPY_C_D433xjyVc0aJIqFFktY4j3E6W-bR8PJwRBeMmUz0kcY2IfrRBSCZREF1gwDp3zPsZ-1w-dO75PM93cgNFVNwuZ0U6kTAKh2fsQcA00VXP5VFKUe1xte0RvnzaO8tndo0UJuIqvVFI6Qo2TN80-/w400-h225/vlcsnap-2024-02-15-16h44m15s131.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Glazer
es riguroso en cuanto a clarificar que el orden virtual es correspondiente a
las expectativas del estilo de vida de sus protagonistas, personajes que
aspiran a consolidar un territorio que los eleva a un pedestal inamovible. Es
lo que les inculcó la fantasía capitalista. Obviamente, es una realidad utópica
la que aspiran. Si bien Glazer recrea una maqueta que presume orden, las
evidencias del caos no dejan de filtrarse a toda hora. Ahí están los judíos que
entran y salen por los exteriores e interiores, así como el sufrimiento
arrastrado por el viento o la corriente de un río, o las humaredas que se ven
constantemente en el horizonte. En tanto, estaríamos tratando con un orden
forzado o alucinado. He ahí el sentido de la rigurosidad técnica del director.
Lo virtual contrasta con lo que está fuera de campo, el orden que aspiran estos
nazis es contrario al desorden del Holocausto, una cosa es una fantasía
interesada y otra la realidad. A propósito de ello, es curiosa la forma cómo
Glazer representa visualmente al campo de concentración. En la única secuencia
en que vemos a este escenario, hasta entonces siempre fuera de campo, se la registra
bajo un filtro de cámara nocturna. Me recuerda a <i>Holy Motors</i> (2012), de
Leos Carax, y sus secuencias en donde ciertos escenarios serán asediados por un
<i>glitch</i>. Tanto Glazer como Carax son directores que exponen la frontera
de lo real y lo ficticio a partir del uso de las texturas artificiosas posibles
para la estética digital. Es así como el único espacio real, el del campo de
concentración, irónicamente, luce como irreal al tratarse de una representación
en donde la fantasía intenta dominar.</b></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri;">Hasta
cierto punto, es una secuencia misteriosa. Pero más lo será la de casi al
final. Es momento de hablar de la influencia de Stanley Kubrick en el cine de
Jonathan Glazer. Todas sus películas, sean cortos como largos, tienen un
profundo vínculo con el director de los clásicos fílmicos. Recordemos al conejo
humanoide de <i>Sexy Beast</i> (2000), la reencarnación como tópico central en <i>Birth</i>
(2004) o las tantas interrogantes y teorías que nos dejó una de las mejores
películas de la década pasada, <i>Under the Skin</i>. Es una filmografía enigmática
y escabrosa por su contenido ambiguo. Pasa lo mismo con <i>Zona de interés</i>
que un poco antes de su final me hizo remembrar al cierre de <i>2001: Odisea
del espacio</i> (1968). El personaje de Rudolph sufre una “alucinación” similar
a la que experimentó el doctor Dowman. Ambos fueron presas de un bucle temporal
que tal vez lo hizo contemplar un futuro que contradice sus expectativas y de
paso podría vulnera el sentido de sus existencias. Me pregunto si llegarán a
cuestionar su presente. Pero eso no es lo único Kubrick en Jonathan Glazer.
Este es un director que es estimulante desde lo visual a partir de la exigencia
del encuadre, tal como sucede en <i>Zona de interés</i>, y la propuesta
conceptual, tal como Kubrick lo hizo en tantas de sus películas.<o:p></o:p></span></b></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-40717355502071171172024-01-29T17:20:00.004-05:002024-01-29T17:20:20.117-05:00Pobres criaturas<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">“Apártate, que me tapas el sol”;
se cuenta que le respondió Diógenes al mismísimo Alejandro Magno luego de que
este gran conquistador de tierras, fanático confeso del filósofo cínico, le
propusiera: “Pídeme lo que quieras”. En un momento de <i>Pobres criaturas</i>
(2023), la protagonista Bella Baxter (Emma Stone) emula a Diógenes. Su amante
de turno Duncan Wedderburn (Mark Ruffalo), el gran conquistador de mujeres, luego
de ofrecerle todo de sí, le pide a la muchacha que deje de leer y le haga
compañía. Ella le responde: “Me tapas el sol”. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>La última película de Yorgos Lanthimos, hasta
cierto punto, sigue la senda de la filosofía cínica, pensamiento que poco tiene
que ver con el sentido telenovelesco que se otorgó al término “cínico” con el
paso del tiempo. <i>Pobres criaturas</i> es la historia de una creación
contranatura. El doctor Godwin Baxter (Willem Dafoe) es una proyección del
doctor Frankenstein. Él ha “revivido” un cuerpo y de este ha “nacido” Bella.
Ahora, la diferencia entre esta película y la clásica historia de <i>Frankenstein
o el moderno Prometeo</i>, de Mary Shelley, es que Lanthimos hace que la
creación se tome más en serio lo del libre albedrío. Tanto Bella como el
monstruo de Frankenstein son versiones groseras del humano civilizado, en un
sentido orgánico como moral. Ambos manifiestan señas de piel lacerada y están
dominados por un impulso primitivo. Respecto a lo último, los dos no dudarán en
lanzar por los aires a una inocente niñita. Es comprensible dado que son recién
(re)nacidos. Actúan por puro instinto o deseo pasando por alto las normas
públicas al desconocerlas.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSBIcZYKsfkUk6A3cSN6roNEtJOXjL4jALAKM_aN9Gi5tDVelM8_6To9z9dcFzE_tTbdYnFH7qU16yH0D1_3dymaeBAknrP8YyzKnRVEXW908ZGipX3Fvp8rPOi3ZT4KDZn5aKpNiHjbjo0zwZOOP9PYxpUyOqMaDIH2BKYCSRbZsVYct2ACs21zKc-lS8/s1790/vlcsnap-2024-01-29-17h09m42s161.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1790" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiSBIcZYKsfkUk6A3cSN6roNEtJOXjL4jALAKM_aN9Gi5tDVelM8_6To9z9dcFzE_tTbdYnFH7qU16yH0D1_3dymaeBAknrP8YyzKnRVEXW908ZGipX3Fvp8rPOi3ZT4KDZn5aKpNiHjbjo0zwZOOP9PYxpUyOqMaDIH2BKYCSRbZsVYct2ACs21zKc-lS8/w400-h241/vlcsnap-2024-01-29-17h09m42s161.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Frente a lo dicho, el proceder de
esas pobres criaturas nos servirá de introducción al cinismo. A propósito, Diógenes
y otros cínicos rechazaron las convenciones sociales, incluyendo lo material,
lo que figura como una contradicción a la naturaleza humana. Seguir los
inventos o fantasías sociales implicaba negarse a sí mismo, crear una versión
falsa de sí para satisfacción de un sistema y no del individuo o la esencia humana.
Mientras tanto, Bella y el monstruo de Frankenstein son auténticos. Sus
acciones obedecen al libre albedrío, eso que sus creadores nunca podrán controlar
ni mucho menos cancelar. Asimismo, harán esfuerzos para que las creaciones
vuelvan a reaprender los condicionamientos sociales, pero siempre habrá un
impulso independiente dirigiéndolos. Es la naturaleza la que marca la pauta de
Bella y el monstruo de Frankenstein. Ellos son curiosos e infantiles, pero
además impetuosos, haciéndolos socialmente peligrosos. Hasta aquí el perfil del
libre albedrío de Bella y la creación de Frankenstein están a igual. Lanthimos,
sin embargo, decide observar otros ángulos. Entonces parece inspirarse en una
fantasía clínica del psicoanálisis. A Bella la conocemos caminando como Bambi,
mascullando palabras, golpeando o agrediendo a su alrededor. Muy a pesar, su
desarrollo cognitivo es acelerado, así como su curiosidad sexual. La etapa
fálica, de latencia y genital —tres de las fases del desarrollo psicosexual,
según Sigmund Freud— parecen suceder en tiempo récord, y no en plazo de meses o
años como ocurriría con cualquier infante.</b></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Ahora, no olvidemos que Bella se
ha reiniciado. Ella es una bebé o una niña pequeña, lo que la ha hecho retornar
a ese modelo ideal del cínico. Todos nacemos parcialmente cínicos al ser
obedientes a nuestra naturaleza. Ya después vamos aprendiendo sobre lo
civilizado y desaprendiendo —o reprimiendo— lo primitivo. Lo mismo tendría que
suceder con Bella. El hecho es que Lanthimos quiere relatarnos una fábula sobre
el libre albedrío no obstruido, la satisfacción de ser libre y que su
protagonista no se sienta persuadida ante las convenciones sociales como el
vivir los placeres de un buen burgués o conformarse con una hora de sexo. Debe
ser mental y físicamente libre. Pero lo excéntrico de este plan es que quien lo
ejecuta es una especie biológicamente imposible, una suerte de zombie. Eso lo
hace significativo. Bella es tan alegórica como los muertos vivientes del cine
de George Romero, cadáveres que replicaban de manera mecánica o no consciente sus
viejas acciones como sujetos modernos. Lo de Romero era una dura crítica a un
sistema que formó a una sociedad sonámbula y estúpida, a partir del consumismo
y los mass media. La gente moría, pero la inyección del capitalismo era tan
poderosa que seguía haciéndoles efecto después de muertos. En tanto, Bella es
también un cadáver viviente, solo que consciente y tuvo además la suerte de
tener los sesos de una criatura pura y no alterada por las convenciones
sociales. En ese sentido; a diferencia de los zombies de Romero, Bella no
replicará sus viejas acciones. ¿O tal vez sí?</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2YJQ7VnPISbIacy3npjPObPiDZvub2plBa1zlnKoOkqKsqRyKKncfj5bZAmieLWUzEpvNmB-UNuX_tOyvkalrQVVICC_fgON2qUzFD4xHnt9v0EvIcioeJGURsTP5Mr3pwGkcfQW3s5TuBofBBOxjJbifqe67ZVWXS-kjgf6zfoSHuyFJoElmZ7EwmXz_/s1790/vlcsnap-2024-01-29-17h10m25s177.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1790" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi2YJQ7VnPISbIacy3npjPObPiDZvub2plBa1zlnKoOkqKsqRyKKncfj5bZAmieLWUzEpvNmB-UNuX_tOyvkalrQVVICC_fgON2qUzFD4xHnt9v0EvIcioeJGURsTP5Mr3pwGkcfQW3s5TuBofBBOxjJbifqe67ZVWXS-kjgf6zfoSHuyFJoElmZ7EwmXz_/w400-h241/vlcsnap-2024-01-29-17h10m25s177.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Volvamos a la filosofía cínica.
En un mundo dominado por las convenciones sociales, aquel individuo de mente
independiente o que se niega a seguir esas convenciones, está condenado, a
menos que de pronto se ponga de moda ser cínico. Ante esa realidad, el suicidio
se convierte en una salida. Esa es la razón de por qué en una parte de la trama
Bella parece correr en dirección hacia ese destino. Su conciencia cínica se
completó al enterarse que el mundo es injusto. No puede con esa verdad. Ya no
quiere vivir más. ¿Qué manifiesta esto? El cuerpo de Bella, a pesar de tener
una “segunda” oportunidad, reincide al suicidio. Es un panorama irónico como el
ver a un zombie de Romero podando el césped habiendo sido jardinero en su vida
pasada. En extensión, es también un panorama trágico. Aprovechando la filosofía
griega, el cuerpo de Bella o Victoria parece estar atado a un destino. Así como
los héroes míticos enfrentándose a un destino trágico, estos no podían escapar de
esa fatalidad impuesta. Claro que, en el caso de esta protagonista, no son los
dioses del Olimpo los que la maldicen, sino el sistema social, las buenas
conductas, el recato. En esa vía, <i>Pobres criaturas </i>trata de un reto a
ese destino trágico de mano del libre albedrío. Para ello Lanthimos evitará una
tragedia cíclica mediante la acción del personaje del dandy, ese mismo que dice
ser cínico, pero que es un contaminado más de las convenciones, bien al smoking
y envidiando a quienes en verdad sí son cínicos, tal como Bella. Además, de
haber sido cínico, la hubiera dejado morir.</b></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">A partir de ese incidente, Bella
será una cínica al practicarla y ser consciente de su filosofía, o que la
realidad social está infestada de normas que coaccionan la libertad de todo
sujeto. Obviamente, esta trama enfatiza que son las mujeres las más afectadas,
siendo agredidas desde distintos niveles y contextos. <span style="mso-spacerun: yes;"> </span>Claro que ese panorama no tendría que
calificar a <i>Poor Things</i> como una película feminista. Sucede que Bella no
logra concientizar de que los condicionamientos sociales pesan más sobre las
mujeres. Bella cuestiona la naturaleza del sistema social, aunque no percibe su
carácter patriarcal, esa fuente mental de donde radica el problema para el
feminismo. En efecto, vemos argumentos como la violencia doméstica, la mujer
vista como mercancía o artefacto de (re)uso y apropiación, la expresión de una
colectividad femenina apoyándose en más de un sentido, todos síntomas o efectos
del patriarcado, aunque ninguna reflexión o acción que pretenda desestabilizarlo
de manera progresiva. Contemplo más bien a la última película de Yorgos Lanthimos
como una fábula utópica, el de un sujeto que va a contracorriente del escenario
anacrónico, como atreviéndose a insinuar de que esta privación de la naturaleza
humana es tan del pasado como del presente. Capaz basta la orientación de un
buen tutor. De ahí por qué me resulta crucial la educación del doctor Godwin
“El perro” Baxter —nuevamente, un guiño a Diógenes, autollamado “El perro” —.
El hombre que curiosamente se apropió del cuerpo de Victoria para crear a
Bella, será quien más adelante, desprendido de su egoísmo científico y
paternal, le ofrezca plena libertad o la deje seguir su libre albedrío al
marcharse con Duncan Wedderburn.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGuiay7u5wCaC_1LI_Jezn1S3r2vVB6I9XWr3j3zBGvv-mlVvCSsi_CHpPgAdF6O0XYGt7SOK0sXRRCSPaPl5xHVBe48RckLH0FmBheXJQN3e3y6DsHxe82nDrXsZzeLAKhxBdFVtCDUhg54g0DH5j0kpfhP9vvMCIDAVUH5EHObHlOVNoB7Yr4f-_dwY8/s1790/vlcsnap-2024-01-29-17h09m49s455.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1790" height="241" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiGuiay7u5wCaC_1LI_Jezn1S3r2vVB6I9XWr3j3zBGvv-mlVvCSsi_CHpPgAdF6O0XYGt7SOK0sXRRCSPaPl5xHVBe48RckLH0FmBheXJQN3e3y6DsHxe82nDrXsZzeLAKhxBdFVtCDUhg54g0DH5j0kpfhP9vvMCIDAVUH5EHObHlOVNoB7Yr4f-_dwY8/w400-h241/vlcsnap-2024-01-29-17h09m49s455.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Consecuencia de ello, la fábula
de blanco y negro transitará a una fábula a colores. Se me viene a la mente la
alegoría de la cueva de Platón. Bella sale de la cueva, el oscurantismo o la
ignorancia llamada por su curiosidad o su libre albedrío, y se dirige rumbo
hacia esa realidad fuera de su claustro, un espacio lleno de matices, similar
al mundo en technicolor de <i>El mago de Oz</i> (1939). Bella se convierte en
una Dorothy. Conocerá una realidad alentadora que contrasta con la realidad
lánguida de Kansas. Cruzará el arco iris que le provocará júbilo, pero también la
embargará existencialmente al ser testigo de injusticias y personajes
maldecidos por los efectos de los prejuicios. El saber más es una bendición y
una maldición a la vez. Ciertamente, en ambas películas, a pesar de sus bases
dramáticas o trágicas, esa ambientación no se percibe. En <i>El mago de Oz</i>
pesa la fábula de aventura, mientras que en <i>Pobres criaturas</i> la fábula
gótica, en donde el terror o lo grotesco se convierte en una estética sublime.
Lo impúdico, en este caso, Bella, será emblema de fascinación, sujeto romántico
que como buen gótico expresa la naturaleza humana incipiente y se la celebra.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-91706790327421546392023-12-29T16:32:00.006-05:002023-12-29T16:51:07.855-05:00Mis favoritas del 2023<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Un
año de cambios. He descuidado, y no abandonado, el blog. En su lugar, fui
persuadido por la red social en boga, al menos en el escenario latinoamericano:
Tiktok. Invito a quienes aún se resisten por esta plataforma. Creo que la
crítica de cine, entre videos de gente bailando o doblando sus voces con
efectos de la IA, puede encontrar un espacio en este escenario para poder
ampliar sus modos de comunicación y, en efecto, llegar a más público. El mundo
sería menos defectuoso si se comienza a concientizar la educación del cine, la
que implica erradicar este conformismo de recomendar “una película que me
explotó la cabeza”. Así como en ciudad Gótica, Batman reconoce al Joker, la
crítica de cine reconoce a los influencers como sus…vamos a decir…sus
antagonistas. Mientras que la crítica de cine trabaja en interpretar la imagen,
los influencers trabajan para sumar público y canjes. No contemplo algo malo en
alimentar el ego (sanamente) y buscar un financiamiento a partir de algo. El
problema surge para cuando ese oficio se apropia de un rol, por ejemplo, el de
crítico o crítica de cine. Se autonombra como tal sin conocimiento previo y
claro de la materia. Más allá de una pugna de créditos, como crítico de cine me
preocupa que el público tenga una idea distorsionada del significado del cine.
Está aprendiendo a ver sin observar. Consume, pero no digiere o procesa. Es
como llenar un bote de basura así sin más. No hay lugar al reciclaje o
conciencia de que esa materia sirve.<o:p></o:p></span></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Los
reels que produzco por <a href="https://www.tiktok.com/@fotograma.gourmet" target="_blank">Tiktok</a> se embarcan en lo que se hace en el blog:
analizar una película con base y sentido. Ese material está migrando para
Instagram y YouTube. Lo producido se convierte en un material reusable y
ajustable para esas otras redes sociales. Me importa el alcance de esta
educación. Ahora, el blog (espero) siempre existirá. Me organizaré en el 2024.
Para mí, el Tiktok es como un nuevo juguete. Pronto encontraré la forma de
jugar con este sin privarme de mis otros juguetes: la escritura y el
videoensayo. Eso implica también encontrar mi lenguaje. A medida que produzco
para Tiktok, estoy cuestionando mi forma de comunicarme sin faltar a mi
motivación. Voy, sin embargo, rumbo a buen puerto. Así como todo academicismo,
la crítica de cine, sea oral o virtual, debe de ajustarse a una estructura y un
método. El no reconocer esos puntos pone en riesgo la deformación del sentido.
Entonces, síganme a esas redes sociales mencionadas. Aquí también siempre habrá
contenido. <o:p></o:p></span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">La
lista. Me parece curioso que a diferencia de otros años en esta ocasión fueron
varios estrenos comerciales los que quedaron en mi lista final. Eso me hace
pensar que tal vez no he visto lo necesario fuera del circuito comercial y de
paso me hace extrañar la modalidad híbrida dejada de lado por varios
festivales. Respecto a la lista de las películas vistas por primera vez, en
este año no he tenido tanta riña en elegir a mis 20 finalistas. Hubo veces en
que estuve tentado a aumentar a 25 o 30 películas; no sucedió eso este año.
Capaz estoy siendo menos discreto al momento de seleccionar qué “nueva”
película ver a diario. No quiero dejar de mencionar y repetir que es importante
para la crítica de cine estar abierto a lo que está a la mano, al menos de cuando
en cuando. El cine no tiene por qué reducirse a lo cinematográficamente
apreciable, sino también verlo como fuente humanística. Hace unos días vi <i>The
Courageous Heart of Irena Sendler </i>(2009), historia sobre una enfermera que
considero como la “Oskar Schindler de los niños”. Un caso menos extraordinario
es el de la madre de familia en <i>The Prize Winner of Defiance Ohio</i>
(2005), caso real de una madre típica estadounidense en la década del 50,
temporada de represión y abnegación para muchas amas de casa. Son películas que
cualquiera podría pasar por alto, pero que disponen una información valiosa.
Sin más, les deseo que este año descubran más cine y tumben más prejuicios
fílmicos. Estas son mis listas de mis favoritas del año 2023, ordenadas según
las fui viendo.<o:p></o:p></span></b></span></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif"><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2023/01/sundance-2023-la-memoria-infinita-world.html" target="_blank">La memoria infinita</a> (Maite Alberdi, 2023)</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8M9WV34f2J2ikGYKh3QF5I1hVBvGXYQoGxSf9v31tuUSkBgtQ4hJDw8jnDwrEo-lj_XwAbnmbEMA3HCNBYw0odJ5Za8HM56BhaHL76sX6DicraZmDP-2sSrGYRJnwhY6c03m2VGczRVokaaDvdpUdae0veSJlnOvdS6EIo55UcnB45V6KENAPqYEoNGch/s1920/P1.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1035" data-original-width="1920" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj8M9WV34f2J2ikGYKh3QF5I1hVBvGXYQoGxSf9v31tuUSkBgtQ4hJDw8jnDwrEo-lj_XwAbnmbEMA3HCNBYw0odJ5Za8HM56BhaHL76sX6DicraZmDP-2sSrGYRJnwhY6c03m2VGczRVokaaDvdpUdae0veSJlnOvdS6EIo55UcnB45V6KENAPqYEoNGch/w400-h216/P1.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif"><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2023/02/73-berlinale-das-lehrerzimmer-panorama.html" target="_blank">Das Lehrerzimmer aka The Teachers’Lounge</a> (Ilker Catak, 2023)</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiapr2yxLtDOtk2CYORiM4F2pPzxyTxYsN7iHu89esZt-impDJoOEmZmI7wt5Hw0EfUUoXeiWOyYGCqzpHKgCq6y_xxcFmRDXzRXgmnc6aIZVImzy1VJGwzp1bg1L6lfaQNdg2TYLwjV8d_8NXKhClRvc0ccBUSLssqseOgv8oveXBAHTtWG_WI8XBDHG4x/s1441/P2.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1441" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiapr2yxLtDOtk2CYORiM4F2pPzxyTxYsN7iHu89esZt-impDJoOEmZmI7wt5Hw0EfUUoXeiWOyYGCqzpHKgCq6y_xxcFmRDXzRXgmnc6aIZVImzy1VJGwzp1bg1L6lfaQNdg2TYLwjV8d_8NXKhClRvc0ccBUSLssqseOgv8oveXBAHTtWG_WI8XBDHG4x/w400-h300/P2.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif"><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2023/04/xiv-festival-al-este-quiet-girl.html" target="_blank">The Quiet Girl</a> (Colm Bairéad, 2022)</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguIvA20Wip7Sl6q5VkFAxRBSmUSv3D44chxjMt1m8b0FG9jXvVW7iIj6lvJFUsxu_7x3RwrWZiEPmrif8GDEfRhQVc1ABGjj3BwIgN_4YjeNbwjdKM3tqAqdqxwmBLK8V2RfUXr0cfszykTeSrKt-fYm9Tpb2e5NGn4l5p8tpRBVldD0Y0Ec4aLmupC7Qk/s1441/P3.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1441" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEguIvA20Wip7Sl6q5VkFAxRBSmUSv3D44chxjMt1m8b0FG9jXvVW7iIj6lvJFUsxu_7x3RwrWZiEPmrif8GDEfRhQVc1ABGjj3BwIgN_4YjeNbwjdKM3tqAqdqxwmBLK8V2RfUXr0cfszykTeSrKt-fYm9Tpb2e5NGn4l5p8tpRBVldD0Y0Ec4aLmupC7Qk/w400-h300/P3.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif"><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2023/03/ellas-hablan.html" target="_blank">Women Talking</a> (Sarah Polley, 2022)</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCxBD6-gte76HVFo9kbukMzDakV89ReKF5jmBrAL_GqbaXbe21VQG6UN9QvZ9XIzdo4Qse0uQnTsjJ3FxJCtt005PjLJcQa_1YOcwO_gJxCyH1PfBPjW9i2H5J4a3sX_3Ia4M_i51rFJxvYbiGJi4YskvonRUwHLPr3BZplS1ukUv9Kc2U8ChTzhKNClsK/s1920/P4.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="696" data-original-width="1920" height="145" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjCxBD6-gte76HVFo9kbukMzDakV89ReKF5jmBrAL_GqbaXbe21VQG6UN9QvZ9XIzdo4Qse0uQnTsjJ3FxJCtt005PjLJcQa_1YOcwO_gJxCyH1PfBPjW9i2H5J4a3sX_3Ia4M_i51rFJxvYbiGJi4YskvonRUwHLPr3BZplS1ukUv9Kc2U8ChTzhKNClsK/w400-h145/P4.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><a name="_Hlk154581149"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Infinity Pool (Brandon
Cronenberg, 2023)</span></b></a></span><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">: Cronenberg Jr. es digno
heredero al trono de la fílmica sobre la trasgresión contra el cuerpo como
pauta de la distorsión de la mente humana. Ha dejado de lado esa argumentación hermética.
En su lugar, opta por lo convencional, aunque orientado por una alegoría bien
ejecutada. Lucha de clases, relación amo y esclavo, la clonación como
“pasatiempo” al nivel de una droga. Aquí el goce es fruto de la perversión
masoquista, la fascinación ante la simulación de la muerte del propio cuerpo.
Es un castigo totalmente consentido, pero que salta todas esas notas de pie o
lista de condiciones (existenciales) que me recuerdan al protocolo de
suscripción de cualquier red social.</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8pPHbi_F-Vqq8k3D2BdMseQCL8bLX1SC4LEtS21btwSRlrb-FtsjD2kicX4ju26TtAiwyo_J31MAXlZB4rYlgv5YyriA0BlG8FGfo4rxpqBWl-vVuD14mjnPrKdvn6x7K6fDGbIAI3GzJjQasF3e0HFZeBUrKEsrBV2vw3f-bd3pYa-Aucj6eVBq7jYzQ/s1920/P5.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi8pPHbi_F-Vqq8k3D2BdMseQCL8bLX1SC4LEtS21btwSRlrb-FtsjD2kicX4ju26TtAiwyo_J31MAXlZB4rYlgv5YyriA0BlG8FGfo4rxpqBWl-vVuD14mjnPrKdvn6x7K6fDGbIAI3GzJjQasF3e0HFZeBUrKEsrBV2vw3f-bd3pYa-Aucj6eVBq7jYzQ/w400-h225/P5.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif"><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2023/07/oppenheimer.html" target="_blank">Oppenheimer</a>
(Christopher Nolan, 2023)</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR-BgiAj8rwgEOVrbFWPW27kRSEYvfHiRxk5vuZbFzoJ727alWAjdsFzph7aJKpwMQwkQnxKhyphenhyphenF5pDxx7EZ-A0pbIZ6VSGOA8IccAoSTzNmajHY8PJ_bskm97gdrBG0KuZbJFefwaeJ7Gj6yClRzfP0Whu4X0n0MaiHfC4LuQOQuSHQiz3HjFdl0nVm9Eb/s2560/P6.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1440" data-original-width="2560" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhR-BgiAj8rwgEOVrbFWPW27kRSEYvfHiRxk5vuZbFzoJ727alWAjdsFzph7aJKpwMQwkQnxKhyphenhyphenF5pDxx7EZ-A0pbIZ6VSGOA8IccAoSTzNmajHY8PJ_bskm97gdrBG0KuZbJFefwaeJ7Gj6yClRzfP0Whu4X0n0MaiHfC4LuQOQuSHQiz3HjFdl0nVm9Eb/w400-h225/P6.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Barbie
(Greta Gerwig, 2023): Esta es una historia muy triste, casi trágica. No hay
nada más trágico que vivir. No sé si Pinocho fue consciente de ello y creo que
Barbie tampoco lo es. El deseo de ser carne y hueso implica ser expuesto a los
efectos de una realidad que contiene muchos conflictos y prejuicios. Pero a eso
se suma algo más orgánico. Es a propósito de su “salida de la caverna” (casi de
de manera natural) que el cuerpo de Barbie no responderá a esos roles que se le
impone. Es la chica de plástico que luego de pensar más allá de su jurisdicción
ya no será lo mismo. Su cuerpo lo anuncia. Ya no hay vuelta atrás. Un signo de
humanización es la curiosidad y esa negación al conformismo. ¿Puede haber algo
mejor que este mundo monótono? Rosa y bonito, pero, a fin de cuentas, predecible.</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTOhL1_dZ8IhKGUBdwFEJRBPvTon1lAwnO76UafvbHGhBWYzQrsJqBEw0TQZFYj6DI9DwnzqYCm5QO1_rNNf1lRuDhZuNxMMNyGf-roeJO76XtrNujAPdQe-wfiQ0LuV2l-UuCWImzYDZYbbizrSRl8qwJL9HD3r0SLO6ugKm5tcCmxEbd-FTzyBDsp0A/s3840/P7.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1915" data-original-width="3840" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhGTOhL1_dZ8IhKGUBdwFEJRBPvTon1lAwnO76UafvbHGhBWYzQrsJqBEw0TQZFYj6DI9DwnzqYCm5QO1_rNNf1lRuDhZuNxMMNyGf-roeJO76XtrNujAPdQe-wfiQ0LuV2l-UuCWImzYDZYbbizrSRl8qwJL9HD3r0SLO6ugKm5tcCmxEbd-FTzyBDsp0A/w400-h200/P7.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154581152;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Talk To Me (Danny Philippou y
Michael Philippou, 2022)</span></b></span></span><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">: Cuántas
películas sobre posesiones demoniacas existen hoy en día. Esta marca la
diferencia dado que convierte la experiencia en algo adictivo. Tantas historias
nos cuentan a chicos divirtiéndose con la ouija, pero la diversión dura poco.
Acá más bien vemos cómo el disfrute se alarga, provoca catarsis en el huésped, genera
deseo de más y su mecanismo tiene la ventaja de que puedes anular tu
“suscripción” para después volver por más. ¿Se han dado cuenta que la posesión
aquí es aleatoria? Es como el Tiktok o la caja de chocolate de Forrest Gump,
“Nunca sabes lo que te va a tocar”. Ahora, en un segundo plano, está una
historia dramática. ¿Dónde queda esa empatía por las almas o los mismos vivos
que buscan expurgar su dolor ante la muerte? Pero, claro, se olvidan de eso.
Esquivan el razonamiento ético. Deciden más bien emitir su performance en vivo.</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE_qsiPg6zn78bYbyW_oT6Mgq9En1fAYa3NxWNiJwzXi2gqZ4NXJ-Q9JhVE54SAE7Kzn7VB75Y3fNOzlbsMgV1YLAk24eH3FLYspQf5fDw3RoFtTqD2-1lmHk_D2C_x88F3k_ewiWdOoIaEeV9zKquF9FmHDb0fOXU80qjXjIJu3NzUTKVZX-NGMB2fRj5/s3840/P8.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1600" data-original-width="3840" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiE_qsiPg6zn78bYbyW_oT6Mgq9En1fAYa3NxWNiJwzXi2gqZ4NXJ-Q9JhVE54SAE7Kzn7VB75Y3fNOzlbsMgV1YLAk24eH3FLYspQf5fDw3RoFtTqD2-1lmHk_D2C_x88F3k_ewiWdOoIaEeV9zKquF9FmHDb0fOXU80qjXjIJu3NzUTKVZX-NGMB2fRj5/w400-h166/P8.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span style="mso-bookmark: _Hlk154140019;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif"><a href="https://www.tiktok.com/@fotograma.gourmet/video/7307788575880318213" target="_blank">Monstruo</a>
(Hirokazu Koreeda, 2023)</span></b></span></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizc_yOP1nhktQAFzF9DFb8B-TPuD_tlgvx7toHgorytmkZlh24xhzHKxby9yRqJci_M6PxwIQHMaDs3GKeOabco2z6qgSrpdAGBckxEcH7ifRAhiDOGEcgn9-NLFBTlmWRRwAwB9fOXEWjA48n-9j9BanFtdkcPVoHWNdUldE2ibE8m9RhEZjLz653ANxL/s1920/P9.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="806" data-original-width="1920" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEizc_yOP1nhktQAFzF9DFb8B-TPuD_tlgvx7toHgorytmkZlh24xhzHKxby9yRqJci_M6PxwIQHMaDs3GKeOabco2z6qgSrpdAGBckxEcH7ifRAhiDOGEcgn9-NLFBTlmWRRwAwB9fOXEWjA48n-9j9BanFtdkcPVoHWNdUldE2ibE8m9RhEZjLz653ANxL/w400-h168/P9.png" width="400" /></a></b></div><b><br /></b><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif"><o:p></o:p></span></b><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><u><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">20 vistos por primera vez<o:p></o:p></span></u></b></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Un monde (Laura Wandel, 2021):
Miren este escenario de escuela como el microcosmos de una sociedad, la que
incluye más prejuicios que valores.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1YhW8fgx-g58Wt2MKlkbmmWgYf50Beg2XdVX5MPxkU3VoV6WNuAiljEyEkGhp1g5gy-7Oon-gODo-ZIWB6O7a8WJ0g1rkFOY2_8aCxjLXsRXtdKBxv6g4qjVg10WHpNezuCmOLBqEjcRivz_euVVu3ZFbqhpNWYUp_sAQn2DcHNAAHmpmxJB3ps0-pRxN/s1920/vlcsnap-2023-01-09-00h50m03s736.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1036" data-original-width="1920" height="216" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg1YhW8fgx-g58Wt2MKlkbmmWgYf50Beg2XdVX5MPxkU3VoV6WNuAiljEyEkGhp1g5gy-7Oon-gODo-ZIWB6O7a8WJ0g1rkFOY2_8aCxjLXsRXtdKBxv6g4qjVg10WHpNezuCmOLBqEjcRivz_euVVu3ZFbqhpNWYUp_sAQn2DcHNAAHmpmxJB3ps0-pRxN/w400-h216/vlcsnap-2023-01-09-00h50m03s736.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">The Lickerish Quartet (Radley
Metzger, 1970): Una joya del cine erótico que juega con la objetividad de los
hechos.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLruoxoeQ2df8neQKuD8dnjGHpuhZurb0IoaoKZ-skw9qraXuydNWfaXuli7Ft0tH0DBBzqkGA1q-_iQDuVOcEdwXojupX4Nu4EIk-0QVUSq1HeF1AxInLvFWVLO__Tz3jUt_EGr0twceBceiyogWWGKgEIihlMbRGsIh6-ZKvUGHr0D7bMiqyjPpcjWj2/s1920/The%20Lickerist%20Quartet.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1020" data-original-width="1920" height="213" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgLruoxoeQ2df8neQKuD8dnjGHpuhZurb0IoaoKZ-skw9qraXuydNWfaXuli7Ft0tH0DBBzqkGA1q-_iQDuVOcEdwXojupX4Nu4EIk-0QVUSq1HeF1AxInLvFWVLO__Tz3jUt_EGr0twceBceiyogWWGKgEIihlMbRGsIh6-ZKvUGHr0D7bMiqyjPpcjWj2/w400-h213/The%20Lickerist%20Quartet.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Riding in Cars with Boys (Penny
Marshall, 2001): Una comedia de “apariencia” convencional con momentos
honestidad brutal.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJSdp0sSf_7SubWDkKWadMxaFvc-I0ZrDBf-yOc3v1HP_FOVtReL2GKPVvuT03wumTUq-f7mJXapbtahyghTCvB98GMdLoqSKtdRg6JbbHiiw6mHWnCUmsTF9m8osBr1WWibt0-Y_7G3zebkFCQQxVmCqdwd5DWuLsagvGfKFh4FB3ibCvxRSNGVyRxr3B/s1920/Riding.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiJSdp0sSf_7SubWDkKWadMxaFvc-I0ZrDBf-yOc3v1HP_FOVtReL2GKPVvuT03wumTUq-f7mJXapbtahyghTCvB98GMdLoqSKtdRg6JbbHiiw6mHWnCUmsTF9m8osBr1WWibt0-Y_7G3zebkFCQQxVmCqdwd5DWuLsagvGfKFh4FB3ibCvxRSNGVyRxr3B/w400-h225/Riding.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">They Died With Their Boots On
(Raoul Walsh, 1941): He aquí una clase maestra de la construcción de un modelo
de nación, a propósito de un héroe bélico.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKXJTN5z-tMUXcExroylBjliAGCMU8QWmSJJWq5imb_1vmsGSe6Ds5WK0aj4NHvKPILAGMVN7D9FkW71ODxZeS_6X12sWaLlrLyY-KOjpMZCjI5oEmUkYENKpFBpip_T2HlJsJrCpnzkg-XUsA0WPu_nu2S0GTYhtlu2sgKQYLu3nguOmCMJvHOQZtYShy/s1470/Murieron%20con%20las%20botas%20puestas.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1470" height="294" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgKXJTN5z-tMUXcExroylBjliAGCMU8QWmSJJWq5imb_1vmsGSe6Ds5WK0aj4NHvKPILAGMVN7D9FkW71ODxZeS_6X12sWaLlrLyY-KOjpMZCjI5oEmUkYENKpFBpip_T2HlJsJrCpnzkg-XUsA0WPu_nu2S0GTYhtlu2sgKQYLu3nguOmCMJvHOQZtYShy/w400-h294/Murieron%20con%20las%20botas%20puestas.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Il Gattopardo (Luchino Visconti,
1963): La postergación de un monarca es síntoma de un cambio histórico. Es la
agonía de la Europa tradicional.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEFRk_PLCt6a7ODVViU-l9NMaprGe4QPzw__Lhq2RPOIICEqJ25lAuuDJrsE6aEkBG1DB4w2QCY3dMWXAOow3_liycgjcRgF2ftec13KYLWfeO7nmKJLR8RuEWHqp5Rq6Kjtqiu_vrURqy_aBZgcawzlqdLl0tZQc6vSnQsFHBilEn92iB8g9GNB9Hziy7/s1920/vlcsnap-2023-04-05-18h41m39s259.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="864" data-original-width="1920" height="180" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjEFRk_PLCt6a7ODVViU-l9NMaprGe4QPzw__Lhq2RPOIICEqJ25lAuuDJrsE6aEkBG1DB4w2QCY3dMWXAOow3_liycgjcRgF2ftec13KYLWfeO7nmKJLR8RuEWHqp5Rq6Kjtqiu_vrURqy_aBZgcawzlqdLl0tZQc6vSnQsFHBilEn92iB8g9GNB9Hziy7/w400-h180/vlcsnap-2023-04-05-18h41m39s259.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Pelle el conquistador (Bille
August, 1987): El tópico de la migración brutalmente desromantizada. Un final
abierto que agrio.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFjJO9bL-wM2JLfawBhT7ovJGlE3AOT7RcoR2f2Rxl_A7rVUSoCrMwf_8AbnXULdeR5rdBif8zr4XfwP7xGdfHGHaulrHhefafH85MqoC86qF99RFpCLD3lKK3JGxRrlwcy13mrQOux_lfQRQCWAHDc7ev-8jiGDOmwaBUIAiWCP8LuFBSLGVgRh1sydhv/s1920/vlcsnap-2023-05-22-19h53m26s323.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="1920" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhFjJO9bL-wM2JLfawBhT7ovJGlE3AOT7RcoR2f2Rxl_A7rVUSoCrMwf_8AbnXULdeR5rdBif8zr4XfwP7xGdfHGHaulrHhefafH85MqoC86qF99RFpCLD3lKK3JGxRrlwcy13mrQOux_lfQRQCWAHDc7ev-8jiGDOmwaBUIAiWCP8LuFBSLGVgRh1sydhv/w400-h214/vlcsnap-2023-05-22-19h53m26s323.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Heat (Michael Mann, 1995): Héroe
y villano se encuentran. Dos personalidades complejas y ambiguas se comprenden.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZKbIjH2yqlUymgDfBq-XMPv6fOINXrxP0cQYcKn8vmXXXpq5b2IDrDGv3PR5cZznKBzXVXKOFh6EIgDrbNNB5N09xq5_dRzxpc3jtQUnehUe31ijfiRmH51fSA6s7pHJcyUsuHvo42aangDVrW3F2WbSfHMtsL9nWVcUS22hYTYtwIC8EwCa89cWsC_VZ/s1920/Heat.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="747" data-original-width="1920" height="156" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiZKbIjH2yqlUymgDfBq-XMPv6fOINXrxP0cQYcKn8vmXXXpq5b2IDrDGv3PR5cZznKBzXVXKOFh6EIgDrbNNB5N09xq5_dRzxpc3jtQUnehUe31ijfiRmH51fSA6s7pHJcyUsuHvo42aangDVrW3F2WbSfHMtsL9nWVcUS22hYTYtwIC8EwCa89cWsC_VZ/w400-h156/Heat.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">In Cold Blood (Richard Brooks,
1967): Crudo retrato de los efectos de la posguerra y una depresión económica y
social no superada.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmJMxCd_1ScwzZF4QAARTDb8Y82olGKsrVh8stRP-TbJqTTpdUFEy9579aRjXJZMUAG_a2sjIYttpm8Q419t_xTFPAZFiccb23nm2e6F9wZGCSGZy6nKrCVUdmCCfO42INcFIka270026zDv8CdQpeaVfw3L3qUHgXgokv3flVix9R8ipWA7aGfQyAgIon/s1920/In%20Cold%20Blood%203.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="811" data-original-width="1920" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhmJMxCd_1ScwzZF4QAARTDb8Y82olGKsrVh8stRP-TbJqTTpdUFEy9579aRjXJZMUAG_a2sjIYttpm8Q419t_xTFPAZFiccb23nm2e6F9wZGCSGZy6nKrCVUdmCCfO42INcFIka270026zDv8CdQpeaVfw3L3qUHgXgokv3flVix9R8ipWA7aGfQyAgIon/w400-h169/In%20Cold%20Blood%203.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Dangerous Liaisons (Stephen
Frears, 1988): Vil y desvergonzado juego de relaciones y deseos. Estupenda
dupla.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiReEZHWhTLi_m3mY_DlmAKlXPUO9ggdi-t-h6JUMIY4YJPjZY28s7Ou0OKqLoGOa7uIhuXiuUw3L8_ijrPh9NqjPxjBk453NHHE3IqvyeQzCv7OnNsDyaLLNDcdAG5nwoRqu09ooXAZt4XDQ3A_ZapAMIEhgqnLudFU7ESosgG4nrOILtkK7yuFPXNWDKz/s1920/Relaciones%20peligrosas.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiReEZHWhTLi_m3mY_DlmAKlXPUO9ggdi-t-h6JUMIY4YJPjZY28s7Ou0OKqLoGOa7uIhuXiuUw3L8_ijrPh9NqjPxjBk453NHHE3IqvyeQzCv7OnNsDyaLLNDcdAG5nwoRqu09ooXAZt4XDQ3A_ZapAMIEhgqnLudFU7ESosgG4nrOILtkK7yuFPXNWDKz/w400-h225/Relaciones%20peligrosas.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Sarraounia (Med Hondo, 1986): El
colonizador se enfrenta a la incompresible mentalidad mística de una nación.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRbVBkJgVJga8a7eG64RkLqWfVrsPVmmbnSm-yJ-P1a0XroaXa1gYyp2clq1Lti6DWoCHOnDmWPo-0jEMAakGpeaQUpb3YfgNga6TKStrro0Y7PELoeFGjiTp1_vkPIo-52l96MCt9uk4HppPV6QZ-01_HA6stmvr75DsNprM_EBnWGKL4-0vrfYhYfEU-/s1920/Sarraounia.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="810" data-original-width="1920" height="169" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiRbVBkJgVJga8a7eG64RkLqWfVrsPVmmbnSm-yJ-P1a0XroaXa1gYyp2clq1Lti6DWoCHOnDmWPo-0jEMAakGpeaQUpb3YfgNga6TKStrro0Y7PELoeFGjiTp1_vkPIo-52l96MCt9uk4HppPV6QZ-01_HA6stmvr75DsNprM_EBnWGKL4-0vrfYhYfEU-/w400-h169/Sarraounia.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Julio comienza en Julio (Silvio
Caiozzi, 1978): La aristocracia añeja (casi buñueliana) trascendiendo y
pervirtiendo a los menores.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho_4ncdWa8Ny-V3It_4F9Ik2ytTSDX7mqEi-7Z8UkvOekkWCF95mQc3aY3g-XgvUoykqPo7BKBNinebsujPVLwu-oiqwd73gO6sgAPl3lEmeOrlMlPhmosp4DxT8-QHHgdBIeY1gzgdVc6dMHLf3YFok4qPX-ppDOeoe8FTTFsEFAn7RbZO-0VfGIn8cEv/s1391/Julio%20comienza%20en%20julio.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1060" data-original-width="1391" height="305" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEho_4ncdWa8Ny-V3It_4F9Ik2ytTSDX7mqEi-7Z8UkvOekkWCF95mQc3aY3g-XgvUoykqPo7BKBNinebsujPVLwu-oiqwd73gO6sgAPl3lEmeOrlMlPhmosp4DxT8-QHHgdBIeY1gzgdVc6dMHLf3YFok4qPX-ppDOeoe8FTTFsEFAn7RbZO-0VfGIn8cEv/w400-h305/Julio%20comienza%20en%20julio.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Baby Doll (Elia Kazan, 1956): Una
escena erótica oral y con las prendas puestas. Otra escena humillante y
castrante.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXumIsWDWwArkCbKzej6Jgpw12UmlQ47vUQfEwJepSuu6mWZtc9Zkzqr8UZNAek6kDjn9_8cpx6A_ihG8ualNDDhAL8ZPaf0zF2aigm-oxY8GaaMExzsAR-ztOXIzW4aZ01CuqwkiUck-YD6277DiS3nEZL6s2GjIIAt8EM7s2VjCZm_UFCf4VF14Pp2Wg/s1480/Baby%20Doll.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1480" height="293" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiXumIsWDWwArkCbKzej6Jgpw12UmlQ47vUQfEwJepSuu6mWZtc9Zkzqr8UZNAek6kDjn9_8cpx6A_ihG8ualNDDhAL8ZPaf0zF2aigm-oxY8GaaMExzsAR-ztOXIzW4aZ01CuqwkiUck-YD6277DiS3nEZL6s2GjIIAt8EM7s2VjCZm_UFCf4VF14Pp2Wg/w400-h293/Baby%20Doll.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">An Unmarried Woman (Paul
Mazursky, 1978): Indicios de una revolución contra la tradición de la
abnegación femenina en las relaciones.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzyO-shEYN2zYnfk4QsZj1Q2YedvJ8S9003IZMZHRwtcqVIXSYWRMbeAgQpo_PILLk3rjDbGosZraK-NfeX0ztyjJLHW9Ivc8_Cy_qn1Gy3inoVT-igET9ph9NhG7THvxWsb8gZAO9nD4EK85-qP-bt0qZcM2YN7ypSudP9AwLhsr_jj-Oygne_Ik4-Zm5/s1920/vlcsnap-2023-07-04-12h23m55s649.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="1920" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhzyO-shEYN2zYnfk4QsZj1Q2YedvJ8S9003IZMZHRwtcqVIXSYWRMbeAgQpo_PILLk3rjDbGosZraK-NfeX0ztyjJLHW9Ivc8_Cy_qn1Gy3inoVT-igET9ph9NhG7THvxWsb8gZAO9nD4EK85-qP-bt0qZcM2YN7ypSudP9AwLhsr_jj-Oygne_Ik4-Zm5/w400-h214/vlcsnap-2023-07-04-12h23m55s649.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">The Age of Innocence (Martin
Scorsese, 1993): ¿Será acaso la mejor película que haya realizado Martin
Scorsese?</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqezOY41yOpVIQEW1FbzUCMMW2533fsADCeVnvqcTdaoTSpJNpJOCuvLJ_jdr-3wp-42xghtbFbNIXRki73Lym26tTnGmmwGydiGPAexRf7armES5TPkMrtLWzYMOHAEbh6llvGXuhYiVaSG9_KWgbKaBYmJ8brOkiIm3Hu9zYkSXNmIypQ2Ikc7hNGTKZ/s1920/vlcsnap-2023-07-21-11h58m49s387.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1920" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqezOY41yOpVIQEW1FbzUCMMW2533fsADCeVnvqcTdaoTSpJNpJOCuvLJ_jdr-3wp-42xghtbFbNIXRki73Lym26tTnGmmwGydiGPAexRf7armES5TPkMrtLWzYMOHAEbh6llvGXuhYiVaSG9_KWgbKaBYmJ8brOkiIm3Hu9zYkSXNmIypQ2Ikc7hNGTKZ/w400-h166/vlcsnap-2023-07-21-11h58m49s387.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Gregory’s Girl (Bill Forsyth,
1980): Humor sarcástico británico modesto, pero con mucha clase.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhSVeKOMSZbkvp1GGLlOK_lDXjWszr0A9mpKKJRB6_i6FXFiKrBpzU8OjOjN1VbIN1rM0gJGM2NH8vsvHcepj1p_aDIqrIxnH0WErj23EtkFoeDkJ7ImEHaV3ewD-ShYohjkEhLzz9vP6EfmiPvHQ4q0lz87Ntw_cFE0A7bYT6lzFNSnNTwq-3KmIDovMn/s1920/Gregory's%20Girl.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1031" data-original-width="1920" height="215" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjhSVeKOMSZbkvp1GGLlOK_lDXjWszr0A9mpKKJRB6_i6FXFiKrBpzU8OjOjN1VbIN1rM0gJGM2NH8vsvHcepj1p_aDIqrIxnH0WErj23EtkFoeDkJ7ImEHaV3ewD-ShYohjkEhLzz9vP6EfmiPvHQ4q0lz87Ntw_cFE0A7bYT6lzFNSnNTwq-3KmIDovMn/w400-h215/Gregory's%20Girl.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">State Buoni…Se potete (Luigi
Magni, 1984): ¿Será acaso la mejor película realizada sobre un santo?</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcUlQ50jxJRkdU33k2owFm-iYo_rtGgkMUWpHMpMU8BlO9KjL2sstd2SFRIjBndM8nGqiHuTZdhO4284w2P5m1ySYPAsuoxoOfymRFUNot6ScPdd2WA_aB9BGuRQviatJdYZ3qxxg-59itTQZ4aTguqiX2Pm-exz-QVgHw1uAFiKTNU2gQ4fLCABXEQQkJ/s1721/State%20buoni.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1721" height="251" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgcUlQ50jxJRkdU33k2owFm-iYo_rtGgkMUWpHMpMU8BlO9KjL2sstd2SFRIjBndM8nGqiHuTZdhO4284w2P5m1ySYPAsuoxoOfymRFUNot6ScPdd2WA_aB9BGuRQviatJdYZ3qxxg-59itTQZ4aTguqiX2Pm-exz-QVgHw1uAFiKTNU2gQ4fLCABXEQQkJ/w400-h251/State%20buoni.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Farewell My Concubine (Chen
Kaige, 1993): La política del arte cediendo a los efectos y condicionamientos
de la China de Mao.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbaKgJbm2wM1hAS19uq9Z_Rnx9R7XBLplIkg_p8QUQwKP6O4RRn1zqslFBAfjHzKnA0bqiwy2UJ1ScUs7wyXL3bqY1ZuR-r71ugkctOFvH61af3kIKAqMvt0QmDwk9fSLE6YONeKF3P4nrwXiLgOPhAfjj6HGF_QbphlpSWef3bxC2kcKxvNCdwLaa0hG_/s1920/vlcsnap-2023-10-06-12h48m44s914.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1024" data-original-width="1920" height="214" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjbaKgJbm2wM1hAS19uq9Z_Rnx9R7XBLplIkg_p8QUQwKP6O4RRn1zqslFBAfjHzKnA0bqiwy2UJ1ScUs7wyXL3bqY1ZuR-r71ugkctOFvH61af3kIKAqMvt0QmDwk9fSLE6YONeKF3P4nrwXiLgOPhAfjj6HGF_QbphlpSWef3bxC2kcKxvNCdwLaa0hG_/w400-h214/vlcsnap-2023-10-06-12h48m44s914.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Sweet Smell of Success (Alexander
Mackendrick, 1957): Drácula y Reinfield extorsionando en la industria del
espectáculo en Manhattan.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJUepeXupbWsO_yipRhqd42Ud4Q7-anJtMm9kHZsi376rXGktB2KVBGF5G-ghUZ0bzJUwHSqkMNFOyTP4wp9KJj7B5JL6R1IMGIvtQogyWlotk8_SPxcgwMqSVlKd592Jtj6LxDac8A_CP8EI5hexhXu1X4FUdko99mr4G5pHGxJMx9beLDQ5M26oWAnhv/s1801/Sweet%20Smell%20Of%20Success%201.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1801" height="240" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJUepeXupbWsO_yipRhqd42Ud4Q7-anJtMm9kHZsi376rXGktB2KVBGF5G-ghUZ0bzJUwHSqkMNFOyTP4wp9KJj7B5JL6R1IMGIvtQogyWlotk8_SPxcgwMqSVlKd592Jtj6LxDac8A_CP8EI5hexhXu1X4FUdko99mr4G5pHGxJMx9beLDQ5M26oWAnhv/w400-h240/Sweet%20Smell%20Of%20Success%201.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Sergeant Rutledge (John Ford,
1960): El maestro en su película de estructura argumental menos tradicional,
pero de contenido siempre tradicional.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0pSVzvnxt-YBGbUbWUQy3U-ToyWSchSiqrXxWT5FpyFEZQy-N6smdQbz78OFnioaJiLhmG2hGnWRl90vG8OC2x47dRXDgyAyHhrUj3_RgoLQa8jTjpHs7OtEGmfL5LhmoVPtm0DKYxDsX5nS3qJI5e0wWAGi0gYHPc9LOVi8Fe2UVE2OVUQanCSUrKfGU/s1920/El%20sargento%20negro.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1920" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg0pSVzvnxt-YBGbUbWUQy3U-ToyWSchSiqrXxWT5FpyFEZQy-N6smdQbz78OFnioaJiLhmG2hGnWRl90vG8OC2x47dRXDgyAyHhrUj3_RgoLQa8jTjpHs7OtEGmfL5LhmoVPtm0DKYxDsX5nS3qJI5e0wWAGi0gYHPc9LOVi8Fe2UVE2OVUQanCSUrKfGU/w400-h225/El%20sargento%20negro.png" width="400" /></a></b></div><p></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">The Appointment (Lindsey C.
Vickers, 1982): Enigmático, sugerente y tremendamente inquietante. Joya del
terror británico.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJx2hctQfZWVjgMtYNKZZ0kWwOLWV-EUku6QuTnVePpgnXjONc3YqPcBjnCSd0_rvjvXPDrP8e__UyGyJnSs3AJ5qz7MQlICZsO12REqSXP3Rgtm7a6qzeJd6PR4ClpCvq3eX0niKS919fBd2FVGVXdgIyuRnaKrfcZAJR9mjo0qGSXcUoK4toY0lcp6xG/s1440/The%20Appointment.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1440" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhJx2hctQfZWVjgMtYNKZZ0kWwOLWV-EUku6QuTnVePpgnXjONc3YqPcBjnCSd0_rvjvXPDrP8e__UyGyJnSs3AJ5qz7MQlICZsO12REqSXP3Rgtm7a6qzeJd6PR4ClpCvq3eX0niKS919fBd2FVGVXdgIyuRnaKrfcZAJR9mjo0qGSXcUoK4toY0lcp6xG/w400-h300/The%20Appointment.png" width="400" /></a></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-37397826152178233522023-10-19T01:32:00.002-05:002023-10-19T01:32:22.188-05:00Los asesinos de la luna<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">En <i>The Age of Innocence</i>
(1993), Michelle Pfeiffer interpreta a una condesa que llega a la ciudad de New
York allá por finales del siglo XIX. Dada su condición de mujer separada,
además de ser poseedora de pensamientos liberales que trae del continente
europeo, chocará con las tradiciones de la alta sociedad neoyorquina al punto
de convertirse en una proscrita dentro de esa localidad. Son varias las
películas de Martin Scorsese que relatan historias del chico o la chica nueva
ingresando a un barrio que funciona y, por tanto, trasciende en razón a la
obediencia de sus normativas. En ese sentido, ese sujeto extraño tendrá que
tomar uno de dos caminos: atenerse a las reglas de la casa o sufrir las
consecuencias. Desde el punto de vista de Scorsese, toda comunidad a vista de
un extranjero es una mafia. Los ejemplos más evidentes. En <i>Goodfellas</i>
(1990), el pequeño irlandés Henry Hill quiere ingresar a la comunidad de
mafiosos italoamericanos y para ello tendrá que pasar por una serie de pruebas.
En <i>Gangs of New York</i> (2002), un hombre retorna luego de muchos años a
New York y deberá “volver a empezar” para reacondicionarse a los muchos cambios
que sufrió la ciudad. Por su parte, en <i>Casino</i> (1995), un impetuoso
individuo llega a Las Vegas e impondrá sus normas a fin de ingresar al mundo de
las apuestas. Ejemplos menos evidentes. En <i>The Color of Money</i> (1986),
Tom Cruise es un talentoso jugador de billar que será instruido por el veterano
Paul Newman a aprender los códigos de juego en el escenario de las ligas
mayores. En <i>New York, New York</i> (1977), una cantante y un saxofonista de poca
monta desean ingresar al duro mundo de la industria musical. En <i>Silencio</i>,
dos jesuitas llegan a la inquisidora Japón del siglo XVII en busca de un mentor
y continuar la misión.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQtC9iJ0FwORRwAuK1fNV9UuhcuRFqjt_gANotY3RxMcpJCB9vHV3QXvqaHpcYY43Fte7skB-hzkgK6m47v_XKDtJN19Pf_UvwTse50W6-xqYA8_LCPExXNb7rspikoodwGZOECUVemCYM1KgzkZLaD0ZqJ-k7C-qXgl1caqQnLdLoDp5leDT-uDUhH_ym/s1920/02.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="801" data-original-width="1920" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiQtC9iJ0FwORRwAuK1fNV9UuhcuRFqjt_gANotY3RxMcpJCB9vHV3QXvqaHpcYY43Fte7skB-hzkgK6m47v_XKDtJN19Pf_UvwTse50W6-xqYA8_LCPExXNb7rspikoodwGZOECUVemCYM1KgzkZLaD0ZqJ-k7C-qXgl1caqQnLdLoDp5leDT-uDUhH_ym/w400-h168/02.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Muchos de los personajes de
Scorsese se encuentran con una mafia. Algunos deciden sumarse a la causa, otros
se resisten a seguir las normas. A propósito, el cine de Scorsese está plagado
de rebeldes y transgresores, así como de cobardes y traidores. Definitivamente,
todos quieren ganar, sea amasando dinero o filtrando —o incluso imponiendo— una
ideología. La filmografía del director describe escenarios de codicia y pugna. <i>Killers
of the Flower Moon</i> (2023) es una película que está en sintonía con todos
esos calificativos y conflictos. La historia sucede en Oklahoma de la década
del 20. Llega un nuevo habitante al territorio petrolero de la nación Osage. El
joven veterano de la Primera Guerra Ernest (Leonardo DiCaprio) será adoptado
por su tío William Hale (Rober De Niro), un rico anciano que tiene mucha
influencia dentro de esa comunidad a pesar de no ser indio. Acto seguido, el
viejo le enseñará al joven cómo funcionan las cosas en ese lugar y es así cómo debe
continuar. Tom Cruise y Paul Newman de <i>The Color of Money </i>parecen
reencontrarse, pues se renueva esa iniciativa sobre un protagonista adoptando
una nueva tradición que le prometerá fortuna, y qué mejor que en un lugar que
la posee de la manera más descarada. El contexto implica un nido petrolero patrimonio
de los Osage, quienes han comenzado a inquietarse cómo es que algunos de sus
miembros mueren o enferman de manera misteriosa sin que la autoridad local haga
caso o investigación ante las denuncias.</b></b></div><p></p>
<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Scorsese es ducho para describir
cómo trabaja una industria del crimen. El director presenta a sus ejecutores,
sus procedimientos, la mascarada a la que asisten con el fin de mantenerse
entre las sombras a pesar de que siempre le cae a alguno de sus miembros luz
sobre el rostro. Scorsese gusta de los perfiles criminales imperfectos,
sinvergüenzas, a veces abusando de su torpeza. “¡Qué pasa contigo!”; es una
frase que De Niro repite en <i>Goodfellas</i> para cuando uno de sus empleados
mete la pata. Es un momento hilarante ante el desborde de negligencia. El
personaje de De Niro en <i>Killers of the Flower Moon</i> también tendrá varios
instantes en que tendrá que resondrar a sus peones. Es un <i>gag</i> de
Scorsese que alguien cometa una infracción y De Niro llamándole la atención en
su condición de líder que se esfuerza por hacerle recordar a sus seguidores las
normas del vecindario. De Niro ha jugado ese rol varias veces estando a la
orden de Scorsese, incluyendo en la última película del director. Por ejemplo,
el De Niro de <i>Goodfellas</i> es el de <i>Killers of the Flower Moon</i> salvo
por un detalle que tiene que ver con el contexto. De Niro es una suerte de
ídolo supremo en el escenario <i>western</i>, y no en <i>Goodfellas</i>. El
omnipotente de esa película era el personaje de Paul Sorvino, llamado Paul
Cicero. De Niro en <i>Killers of the Flower Moon</i> es una aproximación de
Paul Cicero, y digo “aproximación” porque en un entorno tan poco supervisado
por la ley estatal no vale la pena ser muy serio o exigente frente a la ineptitud
de sus subordinados.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbks99vqzYQKcWFu6Y8jw-qsxLBkdOEZwSf2hqRct0Xdf4P4JG0dUjZVA264xZVSwEf17CClYmvzSIAelChAJDZgd3M5hjtfilOpybO_YFO_Egfi_T2y4AlcVcnDY-Udi2K3jNQK3-0MTwvDb-2avPzhxwT4ag5qD98m6xI2HO_Y_PTR3v8Uy4HAjp91oi/s1920/03.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="800" data-original-width="1920" height="166" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbks99vqzYQKcWFu6Y8jw-qsxLBkdOEZwSf2hqRct0Xdf4P4JG0dUjZVA264xZVSwEf17CClYmvzSIAelChAJDZgd3M5hjtfilOpybO_YFO_Egfi_T2y4AlcVcnDY-Udi2K3jNQK3-0MTwvDb-2avPzhxwT4ag5qD98m6xI2HO_Y_PTR3v8Uy4HAjp91oi/w400-h166/03.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">La nueva película de Scorsese se
asienta en un escenario no vigilado. En tanto, la llegada de un comité de
fiscalización será el conflicto de ese grupo de villanos que se ha “esforzado”
por acumular sus riquezas a costas de la nación Osage. Dicho impase hace
referencia a las primeras acciones del FBI asignadas por John Edgar Hoover, el Paul
Cicero del bando de los buenos. Es a partir de esa situación que <i>Killers of
the Flower Moon</i> hace alusión a lo que acontece en <i>The Departed</i>
(2006). Hay una suerte de infiltrado, pero la referencia es más que todo porque
vemos a una comisión ingresando a la comunidad con el propósito de
desenmascarar a los mafiosos. De aquí radica lo más novedoso de la película, la
revisión histórica que concluirá con una particular representación que servirá
de anales y autopromoción del FBI. Por lo resto, percibo a <i>Killers of the
Flower Moon</i> como la reformulación de una ilación de hechos criminales en un
contexto distinto. Es entretenida y fluida. No percibo rastro de tedio a lo
largo de sus más de tres horas, algo que sí sentí en su anterior <i><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2019/11/netflix-el-irlandes.html" target="_blank">The Irishman</a></i> (2019). Muy a pesar, el magistral cierre o epílogo de <i>The
Irishman</i> compensa esas caídas argumentales. En esa conclusión, Martin
Scorsese concibe dentro de su filmografía una fase distinta de una mafia
decadente como en su momento lo hizo Francis Ford Coppola en el transcurso de
la trilogía de <i>The Godfather</i> (1972 – 1990). En <i>Killers of the Flower
Moon</i>, solo veo una renovación de lo anteriormente representado.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-29343660150021793342023-10-18T10:35:00.003-05:002023-10-18T13:06:52.361-05:004 Lima Alterna: Un habitante y su ciudad<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Mauricio Franco Tosso selecciona un
nuevo escenario de estudio para ampliar su indagación dentro del campo de la migración.
En <i><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2020/08/24-festival-de-lima-samichay.html" target="_blank">Samichay</a></i> (2020), el director representa desde un filtro etnográfico a
una familia andina desintegrándose como parte del efecto migratorio del campo a
la ciudad. En esa película, seremos testigos del caso de una vana resistencia
por aferrarse a un espacio que ha perdido su esencia comunitaria. En ese
sentido, no se trata de la decadencia de una naturaleza todavía rica y cargada
de misticismo, sino que dicho ámbito ya no es lugar para residir ante la
ausencia de otros habitantes que puedan sostener el ritmo de sobrevivencia que
toda geografía demanda. Ante la carencia de recursos, comunicación y
advertencias de esencia mágico-religiosa, los protagonistas de <i>Samichay</i> parecen
ser receptores de un aviso de migración forzosa. Por su parte, <i>Un habitante
y su ciudad</i> (2023) registra el testimonio de un sujeto ya en condición de
inmigrante. Este documental sigue a Ousmane, un senegalés asentado en Madrid,
quien cuenta que tuvo que esperar muchos años para formalizarse en ese país
ajeno. Franco, además de moverse a un contexto distinto, observa otra etapa de
la migración. Es decir, pasa de “imaginar” los antecedentes a contemplar las
consecuencias, escenario que manifiesta complejidad debido a que esos
resultados variarán dependiendo las condiciones del sujeto de estudio.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh8hdr8u1fH1UAuWEDxeOftbsHfxRBCpmwg_sTzjI1HeZ0HDcXkoVLA_hpqD8aiKnReCmDby0CdY_rBqweJzi4w3euEikerAGlIw14pguc0nBuGO6LCJhGY9daeSDzqmdj1Fbv9-lEU33VacPUYkKbkYQmuAKqdfXNQhFepdRB3zaSfA6yVRxLkF8360o0Z" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img data-original-height="811" data-original-width="1755" height="185" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/a/AVvXsEh8hdr8u1fH1UAuWEDxeOftbsHfxRBCpmwg_sTzjI1HeZ0HDcXkoVLA_hpqD8aiKnReCmDby0CdY_rBqweJzi4w3euEikerAGlIw14pguc0nBuGO6LCJhGY9daeSDzqmdj1Fbv9-lEU33VacPUYkKbkYQmuAKqdfXNQhFepdRB3zaSfA6yVRxLkF8360o0Z=w400-h185" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Si bien Ousmane se encuentra en
una situación formalizada, normativamente hablando, o acondicionado a
interactuar con el entorno, ello no le asegura gozar de una estadía común a la
de sus naturales. Socialmente, Ousmane seguirá siendo un ajeno al escenario y,
por tanto, alguien acondicionado a diversas restricciones fruto de su identidad,
sea racial o religiosa. Es de esa manera cómo es que se contempla una
“aparente” estabilidad de este inmigrante. Las complicaciones son aún mayores
para sus compatriotas que no cuentan con los documentos legales. Franco
reconoce un ambiente lleno de incertidumbre. A pesar de que Ousmane anuncia
tener mayores oportunidades, no dejan de expresarse los contratiempos en su
rutina. Ahora, si se pudiera comparar un detalle entre <i>Un habitante y su
ciudad</i> y <i>Samichay</i>, este tendría que ver con el valor de la
comunidad. Decíamos que la ausencia de una comunidad en <i>Samichay</i> es la
razón de la salida o migración. En tanto, la percepción de una comunidad en <i>Un
habitante y su ciudad</i>, en este caso, la de inmigrantes senegaleses, por
mínima que sea, será esencial para sus miembros a fin de sobrevivir o
sobrellevar a la brecha de desigualdad. Esencial es la secuencia en donde
Ousmane y sus iguales se reúnen para pasar un buen rato, intercambiar sus
testimonios y planear una resistencia social, actos que forjan o empoderan a
toda comunidad, lo que sería formalizar una identidad en común.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-6741188393311292772023-10-15T13:54:00.005-05:002023-10-15T13:54:44.066-05:004 Lima Alterna: The Natural History of Destruction<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Días atrás vi por primera vez <i>The
Wings of Eagles</i> (1957), película de John Ford que se inspira en la
biografía de un piloto estadounidense al servicio de la Marina. Además de su final,
memorable es la secuencia de combate, la cual en gran medida está compuesta por
material bélico, el que seguro fue registrado por el director para cuando se había
alistado en la Segunda Guerra Mundial y le fue encomendado realizar filmes de
propaganda como su poderoso corto documental <i>The Battle of Midway</i> (1942).
Ese momento de <i>The Wings of Eagles</i> que sucede más allá de la mitad es
impresionante. Es de hecho lo que levanta a la película. Hasta antes de eso fuimos
testigos de una vida con altos y bajos, aunque narrado con una carencia de dramatismo.
Ford hace un panorama a las glorias y padecimientos del piloto expresado de
manera episódica. Es una composición de lo rutinario. Es por eso se percibe un
enorme contraste dramático para cuando acontece esa secuencia de combate naval
desde agua y aire. Ahí está el cine épico de Ford. Se oye el estruendo de los
bombazos y se ve la fuerza demoledora que provoca a su paso. Todo es frenético.
Es la sinfonía de la pólvora y el metal derribado. Al menos lo es a primera impresión.
Recuerdo un buque partido en dos. A partir de eso, el zumbido de los aviones y
el accionar de los cañones navales no eran más una sinfonía gloriosa, sino una
sinfonía del terror. Es más o menos lo que experimenté con <i>The Natural
History of Destruction</i> (2022).</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-9hc6-bKTtfrX_9YpTEGqvQnkDM9LVDNOOCqbLobLQ5w80oVXlAiG9scHNAIWB2XG6d4kcGBN_q-klQv0zHXRbcRytxsRGb1oFRCnunSY8cqUqgm9e1O8noSgaKo5e3Mv2UNUHolyu-KY4jUwDYAKx8IXohgjamsLgbvyaIgL1-gLj465f8Sz4bZBOUTK/s1411/THE%20NATURAL%20HISTORY%20OF%20DESTRUCTION%2001.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1411" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEg-9hc6-bKTtfrX_9YpTEGqvQnkDM9LVDNOOCqbLobLQ5w80oVXlAiG9scHNAIWB2XG6d4kcGBN_q-klQv0zHXRbcRytxsRGb1oFRCnunSY8cqUqgm9e1O8noSgaKo5e3Mv2UNUHolyu-KY4jUwDYAKx8IXohgjamsLgbvyaIgL1-gLj465f8Sz4bZBOUTK/w400-h306/THE%20NATURAL%20HISTORY%20OF%20DESTRUCTION%2001.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">El documental de Sergei Loznitsa
es una compilación de material histórico que describe los tremendos efectos de
los bombardeos aéreos en Gran Bretaña y, en su mayoría, Alemania. El resultado es
espantoso. El hecho es que el director ucraniano decide que antes de describir las
ruinas y el paso de la tormenta opta por definir el “antes”. Sucede como en el <i>biopic</i>
del piloto de Ford. Loznitsa hace una introducción a la rutina alemana. Capaz
sea vísperas del inicio de la IIGM o los primeros años, pero se evidencia a una
ciudad intacta. El tránsito y el jolgorio de una sociedad en tiempo de paz se
expresa. Se me viene a la memoria el documental <i>Berlín, sinfonía de una
ciudad</i> (1927), de Walter Ruttmann. Claro que Loznitsa no pretende editar su
introducción bajo el formulismo de Dziga Vertov; es decir, con un montaje en
donde lo visual y lo sonoro están rítmicamente sincronizados. En su lugar hace
un reconocimiento contemplativo. Se define a una ciudad respirando con
normalidad. Nuevamente, como en <i>The Wings of Eagles</i>, se genera esa
fractura dramática. Loznitsa nos traslada a un bombardeo nocturno. Esto parece
tener una intención. El registro manifiesta una danza de luces. Ese contraste
de iluminación, acompañado de una sinfonía musical, le otorga una calificación
de belleza estética. Es un ritmo hipnótico. Ahora, en <i>The Natural History of
Destruction</i>, no tenemos que ver un buque partido para que seamos
conscientes de la devastación. La sola dilatación de esta secuencia nocturna
nos advierte que un apocalipsis se está trabajando.<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg9L0tkoCsoLPwB2mEUPm-npo2aJc1IUzCnJ05rpWM6fj3QWkM8QJP9aDNGV778BlH7hJwvyhYjSfQWrjgj9uJf2CTAaI7l9Yhlbp5CVUZhGCBIR54EpNnJlgogBRYFPLkfrbsTNmX75EvZrML6tzZUIsXEg2hXS7uZx9qk63sVgG0nMSHOKFvT4H_eTvz/s1411/THE%20NATURAL%20HISTORY%20OF%20DESTRUCTION%2002.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1411" height="306" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjg9L0tkoCsoLPwB2mEUPm-npo2aJc1IUzCnJ05rpWM6fj3QWkM8QJP9aDNGV778BlH7hJwvyhYjSfQWrjgj9uJf2CTAaI7l9Yhlbp5CVUZhGCBIR54EpNnJlgogBRYFPLkfrbsTNmX75EvZrML6tzZUIsXEg2hXS7uZx9qk63sVgG0nMSHOKFvT4H_eTvz/w400-h306/THE%20NATURAL%20HISTORY%20OF%20DESTRUCTION%2002.png" width="400" /></a></div><b style="text-align: justify;">Lo siguiente es una ciudad aturdida.
Berlín en alarma. La misma sociedad que veíamos en estado de juerga, ahora
marcha con algunos bienes en manos posiblemente rumbo a algún refugio. La paz
se ha alterado a causa de esas burbujas de luz que minutos atrás eran
confundidas con la belleza del cosmos. A partir de ese momento, Loznitsa
reiterará la rutina de la destrucción y el recorrido de sus efectos.
Obviamente, la ciudad pasará de golpeada a un estado de ruinas. Es un horizonte
espantoso, atroz y no merecido para cualquier sitio civil, sea Gran Bretaña o
Alemania. Pero hay más. A esos momentos se añaden un par más. Vemos también registros
de las fábricas de aviones. El trabajo incesante y minucioso de técnicos dándole
vida a las armas responsables de las siguientes catástrofes. Está también el
escenario de los discursos y arengas políticas orientados por líderes, quienes
alientan la destrucción y proliferan las amenazas contra el enemigo a fin de
empoderar el poderío bélico o nacional. La estructura de <i>The Natural History
of Destruction</i> tendrá así el siguiente orden: bombardeo, consecuencias, fabricación
de aviones, mítines políticos. Y esa secuencia se repetirá. Cada una de esas etapas
se renovará, salvo la introducción, el de la ciudad en orden y paz. Y durante
todo el trayecto, sinfonías no dejan de acompañar a las imágenes y
disertaciones que describen la naturaleza destructiva de la civilización en
tiempos de guerra. En tanto, la película de Sergei Loznitsa se convierte en una
antítesis de <i>Berlín, sinfonía de una ciudad</i>.</b></div></b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-66577012825576896272023-10-12T23:38:00.003-05:002023-10-12T23:38:42.787-05:004 Lima Alterna: Todos los muros que pueda la piel<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Un “director” llega a una nueva
ciudad para hallar inspiración. Reconoce la zona, busca a su protagonista.
Cuando por fin lo encuentra, decide imaginarse su historia. Para ello, le crea
una compañía y de paso una obsesión: Sylvia. Entonces comenzaremos a seguir al
protagonista, quien a su vez sigue a esa mujer que le recuerda a Sylvia. <i>Todos
los muros que pueda la piel</i> (2023) me recuerda a <i>En la ciudad de Sylvia</i>
(2007), al menos en su principio. El director Ángel Pajares llega a alguna
ciudad de Brasil. Es también el extranjero nuevo de la zona, pero sobre todo un
extraño invitado a un hogar habitado por una joven pareja. Ahora, a diferencia
de la cámara de José Luis Guerín, Pajares no hace un reconocimiento formal de
la locación que está ante sus ojos. Mientras que el español se esforzaba por
encuadrar y fabricar multitud planos, el peruano simplemente se vale de su
handycam encendida y espera a que algo suceda. Es decir; mientras el primero se
exige a encontrar a su personaje, el segundo parece aguardar a que aparezca
el/la protagonista. Entonces, resulta un tanto relajado y hasta cómico la
manera cómo es que esta ópera prima da sus primeras señas de concepción. Es el
director esperando. Incluso se da el lujo de grabarse comiendo naranjas como
para poner en registro de que mientras la cámara esté encendida en algún
momento aparecerá esa historia que aguardaba ser descubierta.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7LPz29P6DL4Xxq8SHXX_pqw4x3iu5eeBT48H-NtI99ULNlf61GM3qhmkPUFiQTxSHrxgcTSLnoLC5hYKPJ5aoWY0mTJ6BBgWP3qY30xEXcIco54FqFTnLUkS010_R6JDfdU6PyvoLe6BxR5w8nDRZ8L_NN1EN_EXT5hHu0FtggJIORiRGsR-P0DOBt3Lp/s1440/01.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1440" height="300" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEj7LPz29P6DL4Xxq8SHXX_pqw4x3iu5eeBT48H-NtI99ULNlf61GM3qhmkPUFiQTxSHrxgcTSLnoLC5hYKPJ5aoWY0mTJ6BBgWP3qY30xEXcIco54FqFTnLUkS010_R6JDfdU6PyvoLe6BxR5w8nDRZ8L_NN1EN_EXT5hHu0FtggJIORiRGsR-P0DOBt3Lp/w400-h300/01.png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Y, en efecto, así sucede, aunque
no después de que Pajares haga un par de ensayos. Capaz el director, víctima de
la ansiedad y el deseo de acortar su espera, opta por aplicar caminos para arrancar
su película. Si no encuentras la historia, entonces imagínala. Primero, vemos a
Pajares en su faceta de documentalista tradicional: él hace preguntas para ver
si la historia sale a flote. Segundo, vemos a Pajares incentivando a sus únicos
actores disponibles -sus anfitriones- a que dramaticen algo para él. Ni uno ni
lo otro parecen convencerlo. Me estoy imaginando -esto es cosa mía- un momento
de frustración. El director desmotivado porque historia no tiene. Cuando de
pronto, unos gritos llaman su atención. Lo más estimulante de <i>Todos los
muros que pueda la piel</i> es toda esta introducción o el preámbulo a la
revelación de una historia, lo equivalente a estar ante un proceso de creación
o inspiración. Es lo que casi siempre ha realizado o referido el cine de
Guerín. El cine siempre es búsqueda, es un ejercicio en donde se aguarda, se
medita y se tiene que ser selectivo. Es escoger un fragmento de la realidad y registrarla
con “objetividad” o, en otros casos, recrearla. Caso Ángel Pajares, sigue una rutina
o capaz todo es parte de un montaje. Sea o lo que sea, esa historia sobre una
pareja y sus problemas pospandemia desde su inicio ya es una apropiación
creativa. El acto de registrar una imagen siempre será un acto que transgrede
la realidad. Por algo la historia “empieza” con una cámara invadiendo la
intimidad tras una puerta entreabierta. Es el director apoderándose de una
realidad ajena.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-89816915730474769832023-10-12T13:49:00.001-05:002023-10-12T13:49:20.830-05:00Once Within a Time<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><i>Se estrena este fin de semana en el IFC Center de New York la nueva película de Godfrey Reggio que codirige con Jon Kane. La próxima semana se estrenará en Los Angeles en el Braindead Studios.</i></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">La evolución, la trascendencia o
el desarrollo son palabras claves para describir los acontecimientos expresados
en la trilogía qatsi (1982 – 2002). El director Godfrey Reggio, junto al
compositor Philip Glass, si bien en estas producciones impartían un paralelismo
y contraste entre el escenario natural y el afectado por los hábitos de la
humanidad, expusieron de paso un particular resumen histórico de los efectos que
impactaron sobre la Tierra. Entendamos el territorio natural como el principio
de la existencia terrenal; en tanto, la vida de la ciudad era el presente o la
posteridad de ese bloque que un día fue virgen. Viceversa, lo que hoy está
ocupado por un edificio, un día sirvió como superficie de un gran árbol. Es
decir, se emulaba el pasado y el presente a propósito de esa relación de
escenarios. Dicho esto, sea desde una perspectiva evolucionista, histórica,
económica, urbanística o existencial; nada de lo que está dentro del Globo se
libra de los cambios. ¿Qué implica ello? Que las secuencias naturalistas registradas
por Reggio capaz tengan como destino ser alcanzadas por ese “desarrollo” humano.
Estamos ante un vaticinio. ¿Pero es una profecía en un sentido benevolente o
apocalíptico? He ahí la gran interrogante que suscita la trilogía qatsi y que a
su vez genera otras más: ¿A dónde vamos? ¿A qué nos estamos enfrentando? ¿Qué
nos estamos haciendo? A pesar de que el espectador es libre de imaginar el
futuro de la existencia terrenal, Reggio y Glass dejan en claro su respuesta.
Sucede que este himno frenético y coral manifiesta varios signos de alarma tanto
desde la imagen como del sonido.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFon5hQmMqyzjd-Rw0f84SXsDJ8AMW4kbK3rIwsnvPbnBJLGkdr33Klv1KmMql00BF8GXD3Kw1RVKKZaMBk0zTQtPfzhJGyzl8DF65Rxlrtn84RLEWzZ34aW1-kwveRCW4y0HVlULwVg6RrXlE80dK4_W0YcXfQE4FEV1m_TsG3CVL7bewEJC38wGvEusr/s7680/OWAT_STILL_0380-standard-scale-2_00x.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4320" data-original-width="7680" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgFon5hQmMqyzjd-Rw0f84SXsDJ8AMW4kbK3rIwsnvPbnBJLGkdr33Klv1KmMql00BF8GXD3Kw1RVKKZaMBk0zTQtPfzhJGyzl8DF65Rxlrtn84RLEWzZ34aW1-kwveRCW4y0HVlULwVg6RrXlE80dK4_W0YcXfQE4FEV1m_TsG3CVL7bewEJC38wGvEusr/w400-h225/OWAT_STILL_0380-standard-scale-2_00x.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;"><i>Once Within a Time</i></b><b style="text-align: justify;"> (2023) reúnen una vez más al
director y al compositor. En codirección con Jon Kane, esta nueva película
expresa una renovación desde la imagen y el ritmo. A diferencia de lo realizado
anteriormente por el dúo, este es un filme imaginado en alianza con la
tecnología digital. Estamos ante un tiraje de secuencias que describen
escenarios fantásticos que llegan a lo surreal. En otras palabras, es una
alegoría de la realidad. Una vez más, apostando por una argumentación coral y
barroca. La saturación en la trilogía qatsi era consecuencia de los numerosos
registros divididos en secuencias. En <i>Once Within a Time</i>, su carácter
adornado es debido a que una multitud de imágenes se integran en una misma
secuencia. De ahí por qué el ritmo de la reproducción también cambia. El
contenido de esta película podría ser interpretado como una suma de capítulos,
cada uno exponiéndose en un lapso moderado, representando una puesta en escena
y generando una lectura que, ciertamente, se amplía al relacionarse con las otras
secuencias. En la trilogía qatsi, la lectura se captaba exclusivamente a partir
de la relación entre las secuencias y no por sí sola. Podríamos decir que,
desde una mirada pictórica, es más acertado definir a <i>Once Within a Time</i>
como una creación barroca. Todos sus capítulos están compuestos por distintos
signos, recreaciones y referencias a la realidad de nuestro presente, aquella
que ciertamente engloba ficciones a fuerza de que dependemos de los hábitos
digitales.<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhExjpxx2R-zqcM5A999lXOAzZXEQAe8Zhxu43gSH_pprvAL5zNoEa2c1xAX9eKonQkthyo64OuV_N5vCffj9aEbdhwOlywmDjpIzydG2UA4r3LNazB95q8wv6g3u0IUHoS3g2RjeW-6L7WFb3TxR1zT91GZ9eT73o0mRxcQcBDQ4zS6ocR2dYFCGAORDgs/s7680/OWAT_STILL_0251-standard-scale-2_00x.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="4320" data-original-width="7680" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhExjpxx2R-zqcM5A999lXOAzZXEQAe8Zhxu43gSH_pprvAL5zNoEa2c1xAX9eKonQkthyo64OuV_N5vCffj9aEbdhwOlywmDjpIzydG2UA4r3LNazB95q8wv6g3u0IUHoS3g2RjeW-6L7WFb3TxR1zT91GZ9eT73o0mRxcQcBDQ4zS6ocR2dYFCGAORDgs/w400-h225/OWAT_STILL_0251-standard-scale-2_00x.jpg" width="400" /></a></div><b style="text-align: justify;">Reggio asiste a la estética de lo
digital para reflexionar en torno a la humanidad envuelta en una realidad
digital. ¿Cómo ha cambiado la existencia ante esa mudanza de realidad? ¿Qué nos
depara nuestro futuro frente a esa percepción ficticia globalizada? ¿Existe
todavía registro de nuestra antigua realidad en ese escenario digitalizado? Son
prácticamente los mismos contrastes e interrogantes que afloraron de la
trilogía qatsi. <i>Once Within a Time</i> inicia con una referencia al cine en
su etapa más incipiente. Esta introducción me recuerda a <i>Holy Motors</i> (2012),
el <i>tour da forcé</i> realizado por Leos Carax quien, en su momento, se vio
intrigado por los cambios que provocó lo digital en la industria del cine y se
consultó cuál era el lugar del cine en su forma más tradicional en esa escena.
El resultado era la transformación, la alianza o complicidad de ambas
formalidades en favor del arte. Los autores de <i>Once Within a Time</i>, en su
lugar, observan el escenario de lo digital con cierta intriga. Este se representa
como un espacio diverso y creativo; sin embargo, no deja de manifestarse un
trasfondo decadente. Es como si estuviéramos ante un contexto <i>steampunk</i>.
Hay algo de enfermizo y hasta un signo de retroceso en ese territorio que se
figura como adronado y próspero. A propósito, ese resultado cinematográfico me
recuerda al cine de Guy Maddin y Bertrand Mandico. El choque entre lo moderno y
lo tradicional abre paso a una personalidad extravagante. <i>Once Within a Time</i>
es atractivo porque resulta una renovación en el cine de Godfrey Reggio, pero a
su vez asiste a sus mismas interpelaciones, las cuales evocan a una demanda existencial,
su preocupación ante una sociedad de conciencia infantil y frágil ante los malabares
del cambiante y excéntrico mundo digital.</b></div></b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-84544224800168578512023-10-06T13:34:00.002-05:002023-10-06T13:34:22.562-05:00Hogar<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><span face=""Trebuchet MS", sans-serif"><i>Se estrena en salas independientes de Lima el documental Hogar, de Jano Burmester.</i></span></p><p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">El cine como escenario de búsqueda
se reconoce en <i>Hogar</i> (2022). En el trayecto de este documental, no solo veremos
al director y protagonista recogiendo pedazos de su memoria. Es también una
búsqueda a los recuerdos de sus familiares, lugares del pasado y el presente
que no necesariamente compartió, los hermanos que nunca conoció e incluso hay
un deseo por encontrar en ese proceso la valentía de confesar lo que le resulta
inconfesable. Pero si bien es un retrato con múltiples exploraciones, todas
estas evocaron de una única motivación personal. Jano Burmester inicia su
indagación fílmica con un antecedente clave: el día en que de niño fue
atropellado. Efecto de ese accidente, Burmester perdió parte significativa de
su memoria, la cual fue recuperando parcialmente tras el pasar de los años.
Inicia así su necesidad de juntar pedazos de él, y sus cercanos, porque
escindido se siente. Tal vez algo de ello pueda servirle no tanto para
recuperar esa memoria posiblemente irrecuperable, sino para componer una
fractura emocional o hasta existencial que lo perturba. Pero a esto se antepone
una dificultad,<i> </i>y es que el mismo Burmester parece no tener muy en claro
qué o dónde buscar. Lo cierto es que precisa no aplazar más un proceso que ha
quedado pendiente, pues siente además que su presente está a punto de tocar
fondo, tanto física, anímica y mentalmente.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnTY4_Y9keMiG0WqpjLCoCg85stGOsC1nBiUsKi7bG_mzK4SeERxv-4pgsIaza1pS1Lc-NbOk64dtuL8DfIpopY2D4d0jyxA-laxfK1gMhOGotcS0agyLwPYzKvbm84QAOnei2tmcwBZT2fZJOk-auMw8JFdFvQr5IplZEjl2C1GkuGwPR0E8VrZrIoVwS/s1430/01.png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1430" height="303" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgnTY4_Y9keMiG0WqpjLCoCg85stGOsC1nBiUsKi7bG_mzK4SeERxv-4pgsIaza1pS1Lc-NbOk64dtuL8DfIpopY2D4d0jyxA-laxfK1gMhOGotcS0agyLwPYzKvbm84QAOnei2tmcwBZT2fZJOk-auMw8JFdFvQr5IplZEjl2C1GkuGwPR0E8VrZrIoVwS/w400-h303/01.png" width="400" /></a></b></div><b style="text-align: justify;"><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">En tanto, y a propósito de esa no
claridad de qué o dónde indagar, el documental se denota como un recorrido a la
deriva. Burmester se deja guiar por sus preguntas inmediatas, pero eso no lo
detiene a dejarse llevar por su personalidad. Son varios los momentos fruto de la
improvisación. Aquí me refiero desde las conversaciones o entrevistas que tiene
el director con sus invitados, varias hechas desde una videollamada como
dejando en evidencia un programa de filmación no premeditado, hasta sus arribos
a lugares en donde el director invade sin vergüenza impulsado por su hiperactividad,
caso su llegada al domicilio de una familia asiática. Vale notar además que en
mayoría las conversaciones son desprolijas por razones de un diálogo no ensayado
o un audio defectuoso. Ahora, ciertamente, es esa improvisación la que promueve
cierto encanto dado su sesgo honesto. Jano Burmester en <i>Hogar</i> se pone al
descubierto. Es un documental que de alguna manera deja ingresar al espectador
a un escenario íntimo y confesional. En tanto, del otro lado, la exposición de
ese registro resulta para su autor un proceso terapéutico. Finalmente, es
también una invitación a reflexionar en torno a un proceso de realización mediado
por lo intuitivo. El cine, ocasionalmente, es producto de una búsqueda que
combina la introspección con una inspección del alrededor o reconocimiento de
lo que bien podría ayudar a definir la mirada personal.</span></b></div>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-52571924763085005682023-09-28T15:26:00.002-05:002023-09-28T15:26:11.838-05:0071 San Sebastián: Les rayons Gamma (New Directors)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Una película que combina dramas
personales y sociales a propósito de las rutinas de unos adolescentes
habitantes de un suburbio de inmigrantes en Montreal. La ópera prima de Henry
Bernadet tiene una mirada sensible hacia la vida de estos jóvenes que lidian
con su presente y futuro por sí mismos o sin asistencia de los adultos o padres.
A pesar de que no son biografías relacionadas a la orfandad o la negligencia
paternal, todos estos muchachos de alguna manera actúan o razonan con cierta
independencia. Esto no quiere decir que estamos ante un grupo de adolescentes
expuestos a una realidad nociva impulsada por una actitud precoz como bien se
representa en una película como <i>Kids</i> (1995). La idea de Bernadet es inclinarse
a un ambiente de júbilo generacional. Esencialmente lo que vemos es el
escenario de una comunidad de <i>slackers</i> que matan el tiempo sin prisa o
grandes expectativas. Es la vida de jóvenes. Obviamente, no por eso la historia
desatiende ciertas fricciones o convenciones que habitualmente se asocian a la
realidad de las comunidades inmigrantes a la que pertenecen los protagonistas.
En efecto, estos adolescentes de aires emancipados no están libres de esos
efectos sociales, así como los síntomas que surgen de las relaciones humanas
como la soledad.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGwZx73mnXe7_TSpBjcP0Mw6mMXLn4nxxXWFHpBhb69uXbyG_y2w2h10fY1yVePxswDTL81mXnvG5-L5STtxIXwkAFZEtcaEUS4PlYEClGk9vixGJIcsVBJdQQKAptsR7AjTUFezUN9QgZ_Bjmqiwj4DcIMTlYQRqYvN7VJeagyKIOrLbtstuSl0gKXLrl/s1466/rayonsgamma_ori_fr_20230627_ref02_pk02_hd-136_24fps_h264_709lgl.00_11_22_10.Still003%20(1).png" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1080" data-original-width="1466" height="295" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgGwZx73mnXe7_TSpBjcP0Mw6mMXLn4nxxXWFHpBhb69uXbyG_y2w2h10fY1yVePxswDTL81mXnvG5-L5STtxIXwkAFZEtcaEUS4PlYEClGk9vixGJIcsVBJdQQKAptsR7AjTUFezUN9QgZ_Bjmqiwj4DcIMTlYQRqYvN7VJeagyKIOrLbtstuSl0gKXLrl/w400-h295/rayonsgamma_ori_fr_20230627_ref02_pk02_hd-136_24fps_h264_709lgl.00_11_22_10.Still003%20(1).png" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;"><i>Les rayons Gamma</i></b><b style="text-align: justify;"> (2023) son tres historias en
paralelo desplazándose en un mismo escenario. Los personajes principales de
cada relato bien no podrían conocerse, pero comparten algo más que el contexto.
No son historias que en algún momento se cruzarán, pero sí son vivencias que manifiestan
similares interrogantes. En un momento de la película, los tres adolescentes
bajarán la mirada para recapacitar. Sin necesidad de caer en discursos morales
o aleccionadores, Bernadet nos presenta a una juventud reflexiva. Tal vez su
sensibilidad, sentido común o instinto de alguna forma los levanta o anima para
poder cambiar sus perspectivas. De ahí por qué la película está dominada
principalmente por un estado alegre y optimista. Como sucede con la mayoría de <i>coming
of age</i>, por muy dramático que sea el panorama de los implicados, estamos
tratando con una generación en formación y, por tanto, poseen el tiempo
suficiente para repararse o enderezarse. <i>Les rayons Gamma</i> es una
película sobre jóvenes reconociendo su alrededor, haciendo un preámbulo a su
futuro o comenzando a amoldar sus personalidades. En síntesis, Henry Bernadet
realiza una serie de fábulas de personajes creando su identidad, algo que,
definitivamente, no puede reducirse a los estereotipos étnicos. Estos adolescentes
son conscientes que son la síntesis de una diversidad social.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-86744036960962787922023-09-25T16:30:00.001-05:002023-09-25T16:30:00.138-05:0071 San Sebastián: Un silence (Sección Oficial)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Desde su ópera prima <i>Folie
privée</i> (2006), Joachim Lafosse ya se perfilaba como un director sensible a
las tragedias familiares. Su habilidad para construir la crisis desde la
contención dramática lo ha convertido en uno de los mejores realizadores en la
actualidad, eso a pesar de verse opacado entre otros nombres de mayor difusión.
<i>Un silence</i> (2023) atiende a esa atmósfera recurrente en su filmografía,
pero además se inspira de una problemática social. Es decir; vincula la disputa
íntima de sus protagonistas con un conflicto proveniente de una coyuntura
social. La película inicia con una clara pauta: la rebeldía de Raphael
(Matthieu Galoux). El hijo de un matrimonio ha sido acusado por algo muy serio.
Lo que sigue es un <i>flashback</i>; los días previos a ese acontecimiento.
Entonces es cuando Lafosse comienza a ir escatimando los datos que bien podrían
justificar o inculpar el comportamiento del muchacho. El espectador se irá
guiando por las expectativas o prejuicios. La negligencia paternal entra en
escena. Es un punto de partida para analizar el problema; muy a pesar, es
apenas la punta del iceberg. Lo que está a punto de descubrirse es un tipo de
negligencia monumental. Revelado un secreto de familia, es que el drama
familiar invade una preocupación que compete al escenario social. De ahí por qué
la negligencia de los adultos amplía su magnitud.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSvb-dvQik3Oft3aICyydM4gW13lUTJRGNnAof5ZJhsLluD_PcJA742WQXk6oH84Tif-A7oTz_Nr2BShLwfJ6REUDdFV2Q5--lqvvPoleaRth--NkbTMULeYRtoWRcQgKPMjoYJ858yRd2i7HP0iGpNFoYSUjFzMyUUf5TNY0cWzp9SfzHCBD_Pf-lvB1U/s4096/UnSilence_2.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1716" data-original-width="4096" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgSvb-dvQik3Oft3aICyydM4gW13lUTJRGNnAof5ZJhsLluD_PcJA742WQXk6oH84Tif-A7oTz_Nr2BShLwfJ6REUDdFV2Q5--lqvvPoleaRth--NkbTMULeYRtoWRcQgKPMjoYJ858yRd2i7HP0iGpNFoYSUjFzMyUUf5TNY0cWzp9SfzHCBD_Pf-lvB1U/w400-h168/UnSilence_2.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Ya antes Lafosse había creado un
vínculo entre el drama personal y el social. En <i>Les chevaliers blancs </i>(2015),
el director nos contaba la historia de una ONG asentada en algún país africano
dispuesta a acoger huérfanos de una guerra civil. Conocemos a los protagonistas
desde su imagen como embajadores de una causa noble para luego comenzar a dudar
de sus intenciones a medida que vayamos conociendo sus antecedentes e
improvisaciones. En ese caso, Lafosse hace referencia a un drama social
coyuntural para retratar dramas personales. En cierta perspectiva, es también
un drama familiar lo que ocurre entre sus miembros, y cómo sus negligencias
comienzan a alentar el continuismo de un problema social. Ahora, aprovechando <i>Les
chevaliers blancs</i> y otras películas de Lafosse como <i>A perdre la raison</i>
(2012); el director apuesta por el retrato ambiguo. Sus protagonistas,
incluyendo los de <i>Un silence</i>, poseen un carácter dudoso. Astrid
(Emmanuelle Devos), tras su imagen de madre tolerante hacia su hijo Raphael,
expresa una personalidad insensata para lidiar con el comportamiento del menor.
François (Daniel Auteuil) es un célebre abogado que está en plena lucha por los
derechos de menores, pero que, curiosamente, descuida al suyo. Eso es en el
plano íntimo o familiar. Lo del plano social manifiesta otra clase de
irresponsabilidad, igual de seria y común. Claro que en este último territorio
estamos tratando con un tema más escandaloso.<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsW_j0epfwA6atbRBLnntVNbQZYwPJRPRPW318Zn0PIs3sXXvW6Er4KqZvEFnJgqAwJEFkSiPkJUtOdgfhWOFzuvMwoeIAhNXU3CcyVS1U0qW_Y9z3h8AxHXACROTxYhtiCC6VsiNIDQSakU6ZpGi8vwlLg1N4rU2-hKKR2EOk0fcCULk8hYjxdV693KUA/s4096/UnSilence-1.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1716" data-original-width="4096" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgsW_j0epfwA6atbRBLnntVNbQZYwPJRPRPW318Zn0PIs3sXXvW6Er4KqZvEFnJgqAwJEFkSiPkJUtOdgfhWOFzuvMwoeIAhNXU3CcyVS1U0qW_Y9z3h8AxHXACROTxYhtiCC6VsiNIDQSakU6ZpGi8vwlLg1N4rU2-hKKR2EOk0fcCULk8hYjxdV693KUA/w400-h168/UnSilence-1.jpg" width="400" /></a></div><b style="text-align: justify;"><i>Un silence</i></b><b style="text-align: justify;"> se inspira de hechos reales que
acontecieron en Bélgica durante la década del 90. Por entonces, varios de los
ciudadanos habían salido en protesta a las calles vestidos de blanco, lo que se
conoció como “marche blanche”. Era una denuncia colectiva consecuencia de un
asesino serial y la negligencia de las autoridades. Un pedófilo había sido
autor de múltiples secuestros y asesinatos de menores. En tanto, existieron
pruebas en que el sistema policial y judicial habían ralentizado el
procesamiento. Indirectamente, las autoridades se convirtieron en cómplices,
coautores silenciosos de una tragedia que afectó a toda una nación. <i>Un
silence</i> alude a ese contexto, además de ciertos eventos específicos que
surgieron durante la etapa judicial contra el acusado. Es en ese panorama que
sale a la vista la imagen de François, uno de los defensores de las víctimas del
pedófilo. Pero, en paralelo, una bomba se libera dentro de la intimidad
familiar. Entonces reconocemos la historia de un drama familiar, un pasado
vergonzoso reprimido, tal vez por intereses personales o abuso de abnegación.
Es cuando se descubren los actos de silencio, la complicidad por un hecho que
nunca se había curado, una actitud que no se había corregido y, por tanto, no
hizo más que mantenerse en el clóset. <i>Un silencio </i>es una película sobre
la negligencia en cadena y un caso sobre cómo la hipocresía a asumido una
identidad pública.</b></div></b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-13205815691326580882023-09-11T13:02:00.003-05:002023-09-11T13:13:44.975-05:00TIFF 23: Humanist Vampire Seeking Consenting Suicidal Person (TIFF Next Wave Selects)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">He aquí una hermosa ironía. La
vida vampírica de Sasha (Sara Montpetit) sería normal de no ser por un
conflicto moral que de hecho atenta contra su naturaleza biológica: ella “sufre”
de empatía hacia los humanos. Obviamente, esto la incapacita a atacar a su
presa para succionarla, lo que equivaldría a morir de hambre. En efecto, todo
vampiro fue humano y pueda que en algún punto de su inconsciente se albergue un
rastro de compasión hacia la especie que le sirve de alimento. Ahora, la familia
de Sasha se las ha ingeniado para que la hija pueda tomar su ración de sangre
necesaria a fin de preservar su inmortalidad por décadas, siglos y así
sucesivamente. Muy a pesar, ahí no queda zanjado el asunto. Ciertamente, hay una
incomodidad en el aire. Esto tiene que ver con el peso de una tradición. Es
importante concientizar dicha molestia para comprender a dónde quiere llegar la
alegoría que Ariane Louis-Seize expone en su ópera prima. Lo que le afecta a
Sasha es también el tradicionalismo. Su familia está preocupada por ella. No es
que les acompleja el que otras familias de su abolengo hablen mal de su hija a
sus espaldas. El problema -pues así lo definen- es que no es normal que una
vampira de su edad siga tomando en “biberón” su sangre en lugar de succionarla
desde el cuello de cualquier víctima como todo vampiro. Dicho esto, tenemos a
una adolescente pensando diferente a su familia, la cual interpreta ese
pensamiento como un signo de rebeldía. Este es el caso de una incomprendida.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqGmkQ7Rm3ECM9ohDAPQym8kYXORv4SCZ5PxD351B1una1GHRoD0FU55T_EBo3gitPQe51fpB2D1mG2ANiXsOuXPk-Q-sfH10urd4UqO4tBuCrXBzlMG8mgWVXTppw9vHuRRVd074GT3mgFLB0mD2lXF9Viwo5WhxOxfbuCoew21KwPzZswvMrAXlGxL5O/s4096/VAMP_06_%C3%82%C2%A9Pavlin_Shawn.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1716" data-original-width="4096" height="168" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiqGmkQ7Rm3ECM9ohDAPQym8kYXORv4SCZ5PxD351B1una1GHRoD0FU55T_EBo3gitPQe51fpB2D1mG2ANiXsOuXPk-Q-sfH10urd4UqO4tBuCrXBzlMG8mgWVXTppw9vHuRRVd074GT3mgFLB0mD2lXF9Viwo5WhxOxfbuCoew21KwPzZswvMrAXlGxL5O/w400-h168/VAMP_06_%C3%82%C2%A9Pavlin_Shawn.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;"><i>Vampire humaniste cherche
suicidaire consentant </i></b><b style="text-align: justify;">(2023)
es una divertida comedia vampírica que se alimenta de sangre, pero sobre todo
de los complejos que nacen en escenarios familiares y sociales ante la
intervención de personalidades que no van al ritmo de la mayoría. No es una
película de rebeldes, sino de víctimas del conservadurismo y el acoso. Es una nueva
mirada humanizada a la figura del vampiro, orientada por un humor que por
momentos me recuerda a <i>What We Do in the Shadows</i> (2014) y una
sensibilidad <i>hípster</i> como la que se percibe en la no vampírica <i>Submarine</i>
(2010), a propósito de la elección ecléctica de su <i>soundtrack</i> y el
comportamiento raro, aunque entrañable, de sus protagonistas principales. Sasha
conocerá Paul (Félix-Antoine Bénard), un retraído muchacho con impulsos suicidas.
Ellos reconocerán en el dilema del otro la oportunidad de establecer algo así como
una relación simbiótica. Sasha podrá “ser” una vampira sin atentar contra su
conciencia, mientras que Paul podrá finiquitar su existencia sin asistir a su
propia mano. Ariane Louis-Seize bien podría haber realizado una película sobre
la educación y el respeto a la diversidad del pensamiento y la personalidad,
pero, a pesar de su comedia, hay algo trágico y pesimista en su relato. De ahí
por qué no puedo dejar de pensar en dos historias terroríficas con una profunda
moralidad ambigua: <i>Rohtenburg</i> (2006) y <i>Let the Right One In </i>(2008).
Los conflictos de ambas se representan en <i>Vampire humaniste cherche
suicidaire consentant</i> y además derivan a un cauce entre romántico y grotesco.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-59063905605187626962023-09-10T10:37:00.001-05:002023-09-11T12:57:42.204-05:00TIFF 23: The Rye Horn (Platform)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">La maternidad por naturaleza
gesta emociones ambiguas. Por ejemplo, a propósito de la primera secuencia de
la película de Jaione Camborda, es a partir del parto que la vida nace, lo que
sería equivalente al acto más jubiloso que podría expresar la existencia. Sin
embargo, ese mismo procedimiento no deja de descubrir un acto sufriente,
doloroso y que bien podría extenderse a lo fatídico. En algún punto del parto,
la vida y la muerte están en una perfecta armonía. En tanto, el cuerpo de la
mujer, la que concibe, se convierte en escenario de esa pugna. Es de esa forma
que se presenta <i>O corno </i>(2023), película que nos aproxima a los efectos
emocionales y físicos que implica la concepción. La protagonista de esta
historia es María (Janet Novás), matrona de una comunidad rural, quien,
curiosamente, no tiene hijos. El conflicto acontece para cuando una práctica
abortiva ejecutada por la experta termina en tragedia, acto que de hecho fue
asistencial dado que estamos en un contexto en que el franquismo penaba
severamente dicha práctica. Esta es una película plagada de ambigüedades,
paradojas y dilemas. El mismo grano de centeno, ocasionador de la catástrofe,
tiene la función de ayudar a las mujeres a dar a luz. Nuevamente, la vida y la
muerte están estrechamente asociadas a la concepción. Pero no olvidemos que el
cuerpo de la mujer es la arena de ese choque convirtiéndola en beneficiaria o
víctima.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJZqby63YemWyoLPLISESb5T0jQZTEsM5YUkOhUxlc3mHVWKGEPVbrocjC9ucGkJzetpSxzBxDLb-kPNy5LGytABzGnpsS_-rG_gELNPrTB41gvKMns-lREIRPGl93e9rHQrcY5D1AHV1vv7kynj9PA_awNy2j_JI8vPRciyhvRQA-8raQMbeVDH4-f48e/s1200/ryehorn_02.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="1200" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjJZqby63YemWyoLPLISESb5T0jQZTEsM5YUkOhUxlc3mHVWKGEPVbrocjC9ucGkJzetpSxzBxDLb-kPNy5LGytABzGnpsS_-rG_gELNPrTB41gvKMns-lREIRPGl93e9rHQrcY5D1AHV1vv7kynj9PA_awNy2j_JI8vPRciyhvRQA-8raQMbeVDH4-f48e/w400-h200/ryehorn_02.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Camborda crea un relato en
desplazamiento. María migrará, escapará de su suerte. En tanto, su trayecto nos
presentará a otras mujeres, madres o posibles madres, las que serán sustento de
esa representación en donde se intenta definir que la mujer está vinculada a un
sino trágico. <i>O corno</i> me recuerda a <i><a href="https://fotogramagourmet.blogspot.com/2021/09/tiff-21-small-body-contemporary-world.html">Piccolo corpo</a> </i>(2021), de
Laura Samani, otra película que también hacer desplazar al género femenino por
un trayecto trágico. Tanto Camborda como Samani coinciden en adaptar las
tragedias femeninas todavía vigentes a un contexto histórico. A pesar de que
ambas películas aluden a décadas atrás, muchas de las trabas vistas hacen eco
en la actualidad. Ahora, si bien sendas películas representan una realidad
femenina trágica, las dos directoras subsanan o aligeran esa realidad mediante
la solidaridad femenina. <i>O corno</i> y <i>Piccolo corpo</i> cuentan la
historia de una mujer haciendo un éxodo, ellas son víctimas de la maternidad, y
en su camino encontrarán la ayuda de desconocidas. Es así cómo lo trágico va
diluyéndose y se descubre un horizonte esperanzador. En eso también coinciden
estas dos películas: las protagonistas al final serán bendecidas por la vida.
Sus cierres, a su manera, les otorga a sus heroínas una suerte de consagración.
En cierta perspectiva, la película de Jaione Camborda, al igual que la película
de Laura Samani, define a la mujer como una figura martirizada por las
convenciones, sean políticas como sociales, y, en consecuencia, desde una
lectura de los mitos cristianos, a todo suplicio le aguarda una bendición.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-18065201978498287042023-09-08T18:09:00.001-05:002023-09-11T12:58:17.292-05:00TIFF 23: God Is a Woman (TIFF Docs)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">“God Is a Woman” sería el nombre
que llevaría el documental que Pierre-Dominique Gaisseau realizaría fruto de su
experiencia al convivir con los kuna, indígenas panameños, a quienes reconoció
como una comunidad potencialmente matriarcal. Esto sucedió en 1975. Algunos
años antes, el director de origen francés había realizado un registro fílmico
de una expedición que se llevó a cabo en el territorio de Nueva Guinea en donde
se reconocía un territorio virgen —y, por tanto, hostil— para la civilización
europea y plenamente dominado por los habitantes de la zona. De ese encuentro
es que nació <i>Le ciel et la boue</i> (1961), documental por el que ganó un
Oscar. Dicho esto, la década de los 60 y 70 fue el boom de un cine de línea
etnográfica. Se había formado en Europa una escuela interesada en expandirla.
En efecto, eso fue en parte síntoma de las varias independencias que obtuvieron
colonias de Europa. No solo se hacía un cese a la larga temporada de
apropiación territorial y aniquilación cultural, sino que además se había
esparcido globalmente una denuncia simbólica a las políticas expansionistas. El
mundo occidental comenzó a tener un sentido de conciencia y remordimiento al
respecto. Era el fin de sus expediciones con fines de conquista geográfica. En
ese sentido, los documentales etnográficos para algunos realizadores suplieron
ese espíritu aventurero y colonizador tan arraigado. Por tanto, se estaba
cambiando la apropiación de tierras por la explotación de la imagen de ciertas
comunidades.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbKxlQOdxsfE-2cP_gonmGDxYbnCWIH-73WkABQ_gKW_5NXm_hDAdCcuAnqn0m8l1a5T0-CeKb2SzhS_3-NwEqdX2ipM0I92S8kB0v1pd-no-W19QUQBmRFS-UIjoDEGedkE5kHVQkhLVIYXIheKg5RXIZdxXXCpOUs7zTptX8jo1CiehNDlAl6BfFRU5a/s4224/deuf-still-5.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="2376" data-original-width="4224" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhbKxlQOdxsfE-2cP_gonmGDxYbnCWIH-73WkABQ_gKW_5NXm_hDAdCcuAnqn0m8l1a5T0-CeKb2SzhS_3-NwEqdX2ipM0I92S8kB0v1pd-no-W19QUQBmRFS-UIjoDEGedkE5kHVQkhLVIYXIheKg5RXIZdxXXCpOUs7zTptX8jo1CiehNDlAl6BfFRU5a/w400-h225/deuf-still-5.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;"><i>God Is a Woman</i></b><b style="text-align: justify;"> (2023), de Andres Peyrot, en
tanto, nos cuenta el proceso de rescate a esa película extraviada de Gaisseau. El
documental nunca se había acabado por falta de financiamiento. Eso llevó al
director a derivar el material hecho a paraderos inexactos. Ahora, no es tanto la
demanda y el reencuentro con la memoria fílmica lo estimulante de esta
película, sino ese estado de reflexión que promueven miembros kuna y que
transcurre a medida que se hace la pesquisa a dicha propiedad cultural. La
película de Peyrot reflexiona en torno a la construcción de una identidad.
Además de recuperar el registro fílmico, lo que le preocupa a los kuna es su
contenido y la intencionalidad que hay tras el registro. ¿Qué se dice de los
kuna? ¿Sobre qué ideología se construye esa mirada? ¿A quién se dirige el
documental? ¿Puede considerarse un ultraje o explotación cultural lo producido
por Gaisseau a pesar de ser la primera memoria audiovisual de la comunidad? Son
interrogantes que se insinúan y se responden a medida que vayamos viendo
desfilar a una generación kuna, tanto adulta como joven, consciente de su
identidad, el que incluye creencias adversas como el machismo, realidad
contraria a esa fantasía que imaginaba —o forzaba— Gaisseau en su documental.
Por último,<i> God Is a Woman</i> tiene esa impresión de ser una producción
colectiva. A pesar de que el crédito final no corresponde a un miembro kuna, la
película está movida por las motivaciones de los kuna al punto de hacer
invisible a quién está del otro lado de la cámara. Es todo lo contrario al
registro de Gaisseau.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-77122159608898667422023-09-08T10:30:00.002-05:002023-09-11T12:59:16.932-05:00TIFF 23: A Road to a Village (Centrepiece)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Además de lidiar con su pequeño
niño problemático, un matrimonio tendrá que hacer frente a los efectos del
“desarrollo” comunitario. <i>A Road to a Village</i> (2023) inicia con la
inauguración de un camino que lleva a la ciudad. Los habitantes de un pueblo
ubicado en la región montañosa de Nepal reciben con ofrendas la llegada del
primer autobús. Muy a pesar, lo que figuraba ser el principio de un crecimiento
colectivo, se perfila de inmediato como un escenario que descubre y amplía la
brecha económica. Maila (Dayahang Rai), padre de familia dedicado al tejido
artesanal, se verá en aprietos ante la marea de retos que va disponiéndole ese
nuevo cambio. La película del director Nabin Subba hubiera llamado la atención
a un autor como Pier Paolo Pasolini. Desde su ópera prima <i>Accattone</i>
(1961), el italiano anunciaba cómo las poblaciones más tradicionales se verían
colapsadas ante la llegada de la modernidad a sus territorios. Claro que la
idea de colapso para Pasolini no tenía que ver con un factor económico, sino
ideológico y moral. El extender la rutina del consumismo y la industrialización
a sociedades que se sostenían de creencias arcaicas era exponerlos a la
depravación, la alienación y la disolución de sus rituales. Es decir; sería el
principio de la desaparición de los rastros tradicionales. Esto se replica en
esta historia a propósito del drama que padece una familia pobre.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZVro5VjeV4QONFll0PVPGSBPT4rgkP5u943wAze6icojb5pW01ExpR3ghzwIhb5R3VbkpSIn4Oyy9Lw9Je3FjBKY5IpCNhYv2D4b5vjJNRjFVVGxDmDnixs6pRokB8LAHH7Q4usD-aDzUwjLVVS8NbS5Gbu5LLeWWTkTbU895ySXn4yl5KykB4IXb-wNn/s1200/A%20ROAD%20TO%20A%20VILLAGE.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="600" data-original-width="1200" height="200" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZVro5VjeV4QONFll0PVPGSBPT4rgkP5u943wAze6icojb5pW01ExpR3ghzwIhb5R3VbkpSIn4Oyy9Lw9Je3FjBKY5IpCNhYv2D4b5vjJNRjFVVGxDmDnixs6pRokB8LAHH7Q4usD-aDzUwjLVVS8NbS5Gbu5LLeWWTkTbU895ySXn4yl5KykB4IXb-wNn/w400-h200/A%20ROAD%20TO%20A%20VILLAGE.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Ya lo decía también Pasolini, los
menesterosos serían los más afectados por los cambios generados por la
modernidad. Así sucede con Maila y los suyos. Lo que para los beneficiados con
el nuevo camino resulta un trampolín para enriquecerse, para él no es más que
la expresión de una nueva desventaja. Siguiendo con un vínculo al cine
italiano, <i>A Road to a Village</i> me recuerda al neorrealismo de directores
como Roberto Rossellini o Vittorio De Sica, quienes plantearon historias de
desgraciados observando la posibilidad de emprender alguna acción que pueda
sacarlos de su miseria. Pero la realidad es distinta a las expectativas o
fantasías del humano contagiado por un escenario enviciado por la idea de
progreso —una a veces equivocada—. Entonces veíamos a esos personajes fracasar.
Ellos pensaban que habían tomado el camino correcto, cuando más bien era una
tangente que los devolvía a ese duro camino en donde las normativas de la
modernidad regían. Maila se convertirá en un protagonista del neorrealismo
italiano cada que piensa que una modalidad de negocio citadino lo sacará de la
pobreza o cuando ingenuamente imagina que el retomar su oficio tradicional será
su salvación en un contexto que está acostumbrado a producir lo suyo de forma raudal.
Aunque Nabin Subba fabrique momentos de júbilo en su historia, esos instantes
no son más que ilusiones que cubren una realidad dramática o hasta trágica.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-42708793600728757952023-09-07T10:07:00.003-05:002023-09-07T10:07:27.439-05:00Venecia 80: On The Pulse (Official Selection - Out Of Competition)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Así como <i>All the President’s
Men</i> (1976), de Alan J. Pakula, o <i>Spotlight</i> (2015), de Tom McCarthy,
la nueva película de Alix Delaporte hace un tributo al periodismo. Ahora, la
distinción de esta producción francesa respecto a esas, así como muchas otras
similares, radica en que el ejercicio de dicho oficio no se expresa a propósito
de un único conflicto. Por ejemplo; en la película de Pakula, somos testigos sobre
cómo los esfuerzos de un grupo de periodistas se concentran en los antecedentes
que darán como origen al destape del Watergate, mientras que en la película de
McCarthy pasa lo mismo solo que el centro de atención son los casos de
pedofilia provocados por curas que fueron cubiertos por la archidiócesis de
Boston. Es decir; ambas son historias en donde un hecho mueve a un equipo
periodístico convirtiendo a sus miembros en figuras comprometidas y apasionadas
por un oficio realmente estresante. Por su parte, lo que vemos en <i>Vivants </i>(2023)
es más bien el panorama a la rutina energética de un tipo de periodismo, a
veces planeado, muchas veces improvisado, asistiendo a un programa de noticias.
En ese sentido, no estamos tratando con un espacio periodístico que demanda un
único escenario informativo, sino diversos, aquellos que están mediados por la
coyuntura, las primicias, el ocio, las convenciones y las modas. He ahí un
aditivo de dosis enérgica que se le otorga al oficio, pero que también agrava el
efecto agotador, tanto físico como mental.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuf9PE5RRnCNO65PIKCPyv6wAzzQW0BMjsJWM4BLTYniKlrTKB-7UMtk198nv78ckM-0mn6yKmuRVUoUkkVcFVoTO3WqDd-ibg6ykx0e_rCaz9y0Wo_sBOFu1rx7LE5h6KtKIYFdX1envdk6qNVH-KftEi6gT-Nm9ceVp7Jc1tiWfQZ3SbQ2vnl1-g1aDM/s4635/groupe-bolero.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="3096" data-original-width="4635" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEjuf9PE5RRnCNO65PIKCPyv6wAzzQW0BMjsJWM4BLTYniKlrTKB-7UMtk198nv78ckM-0mn6yKmuRVUoUkkVcFVoTO3WqDd-ibg6ykx0e_rCaz9y0Wo_sBOFu1rx7LE5h6KtKIYFdX1envdk6qNVH-KftEi6gT-Nm9ceVp7Jc1tiWfQZ3SbQ2vnl1-g1aDM/w400-h268/groupe-bolero.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;"><i>Vivants</i></b><b style="text-align: justify;"> inicia con el ingreso de una
novata al colectivo periodístico. Gabrielle (Alice Isaaz) hasta cierto punto
dejará de ser espectadora de ese nuevo escenario para luego comenzar a asimilar
lo aprendido e ir definiendo su propia identidad dentro del terreno. Pienso en
el aprendiz de la estupenda <i>Nightcrawler</i> (2014). Aquí el novato sería un
equivalente a un simple testigo. Más allá de aprender, sus acciones están
reducidas a las direcciones (o exigencias) de su superior reduciéndolo a una
suerte de herramienta periodística. Eso no sucede con Gabrielle. Es en una escena
en especial en que comienza a brillar por sí sola. Ella ha generado su propia
chispa porque ha aprendido la lección de la improvisación y el del punto de
vista personal. Pero la película tiene más. No solo se trata de un aprendizaje
lucrativo. <i>Vivants</i> atiende también a los efectos secundarios provocados
por la responsabilidad de esa labor. Es a partir de ello que se define la
figura del héroe. El periodismo, por muy moderno que sea su interpretación,
siempre estará asociado a un perfil romántico. Ahí están los dramas personales
de los implicados producto de su convenio para con su oficio. En cierta
perspectiva, el periodista es un mártir. Este expone su vida, sea en un sentido
físico, sentimental o emocional. <i>Vivants</i> me recuerda <i>Deadline USA </i>(1952),
de Richard Brooks, de esas pocas películas que muestra a un periodismo
diversificado, alentador, vital, pero también ocultando un lado triste y hasta
depresivo.</b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-29812664195567315472023-09-06T10:24:00.007-05:002023-09-06T10:24:51.755-05:00Venezia 80: For Night Will Come (Orizzonti)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><i><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;">My Heart Can’t Beat Unless You Tell It To</span></i></b><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif" style="mso-bidi-font-family: Calibri; mso-bidi-theme-font: minor-latin;"> (2020), ópera prima de Jonathan Cuartas, es
una de esas pocas buenas películas de terror que se asocia fuertemente con el
drama para narrar una historia vampírica. Aquí el ser una criatura de la noche
tiene una asociación igual de trágica y maldita al argumento clásico, solo que
en lugar de asentarse en el terreno romántico se manifiesta en un terreno
realista. Esa película relata la historia de dos hermanos haciéndose cargo del
menor, la “oveja negra”, el maligno, el nacido vampiro por quien se sacrifican.
Estamos hablando de un esclavismo muy distinto a la relación entre un Renfield
y el conde Drácula. Aquí los guardianes de la criatura, se podría decir, son
cautivos por compromiso personal. Ellos no están hipnotizados o a merced de una
trampa mental. Estamos tratando con personas asistiendo al “amo” o hermano
menor en atención al orden familiar o consanguíneo. Esa situación lo postra a
un drama familiar. <i>My Heart Can’t Beat Unless You Tell It To</i> relata la
historia de personas que tienen que cancelar su vida normal al estar
supeditadas a las demandas del que nació con un estigma. Esto también sucede en
<i>En attendant la nuit </i>(2023), solo que su directora no deja de abrazar
ciertos patrones románticos. A pesar de que Céline Rouzet menciona su historia
como “basada en un hecho real”, hay cierta sensiblería (en un buen sentido) en
su historia lo que la aparta de un realismo.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUN3EoV9xW_2pbzFMfq4-MrUmtSkfLNaP7smjetxYhQp-VT0keFR8jIqGELr7mgqGz-sRdDxJTHsPe0-_NdH63PoRX864u1_Uxs1ej4i0mH7Q9XPOcWV-zqN_qcFMFh5gZ49kVvzqGip8NhpKGjMQjjDQqwPcX2l9QPUX6j6CTkv-C6GY3RvuisxB19kjP/s1920/EALN_J1_RIVEIERE_HD%2084.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1281" data-original-width="1920" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEgUN3EoV9xW_2pbzFMfq4-MrUmtSkfLNaP7smjetxYhQp-VT0keFR8jIqGELr7mgqGz-sRdDxJTHsPe0-_NdH63PoRX864u1_Uxs1ej4i0mH7Q9XPOcWV-zqN_qcFMFh5gZ49kVvzqGip8NhpKGjMQjjDQqwPcX2l9QPUX6j6CTkv-C6GY3RvuisxB19kjP/w400-h268/EALN_J1_RIVEIERE_HD%2084.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">La ópera prima de Rouzet inicia con una
familia mudándose a un nuevo barrio. Estos se traen algo entre manos. Por
alguna razón, los miembros han pactado recitar la misma excusa para cuando
algún vecino les consulté qué los llevó a trasladarse a un vecindario tan
alejado del centro de la ciudad. <i>En attendant la nuit</i> tiene un aire a <i>coming
of age</i> con esos toques de nostalgia infantil y adolescente. Vemos muchachos
de la misma edad vagando, un lago en donde nadan, cervezas, visitas al cine, un
amor de verano o quien sabe algo más. En cierta perspectiva, la trama alude a
un <i>The Wonder Years</i>. Muy a pesar, hay algo siniestro que oculta esta
familia, algo que tiene que ver con la salud Philémon (Mathias Legout), el hijo
mayor, un adolescente de rostro pálido y pocas carnes, siempre forrado de ropa
holgada, caminando entre las sombras, alimentándose del sol a diario por un
tiempo límite, lo suficiente para que…Sí, la trama no te lo cuenta, pero
nuestra conciencia cultural (o folclórica) trabaja. Y nuestras sospechas se
alimentan aún más para cuando suceden esos pocos momentos en que el muchacho se
pierde entre el crepúsculo. Es un personaje sombrío por las noches, pero no nos
dábamos cuenta porque a la luz del día es todo lo contrario, alguien solitario
y sufriente.<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicJKtZ5V7k1Vtq4YdD9MW8Hkt_NWpScNts92a7pnNJe9--_C3ldyLVOvqzCr_Bss_GaVWqqSo33OrlAw-_Cc0-K77FQcAZ7PxhwSOZ8Hy7rma-18oFAgtivg9eLIsfifKvwitLqvOC39HdWcwjzk54G-G3gauAUaoyUWgal70nBMRL-SLP2MsBvfdWPt5Y/s1920/EALN_J1_RIVEIERE_HD%20180.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="1281" data-original-width="1920" height="268" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEicJKtZ5V7k1Vtq4YdD9MW8Hkt_NWpScNts92a7pnNJe9--_C3ldyLVOvqzCr_Bss_GaVWqqSo33OrlAw-_Cc0-K77FQcAZ7PxhwSOZ8Hy7rma-18oFAgtivg9eLIsfifKvwitLqvOC39HdWcwjzk54G-G3gauAUaoyUWgal70nBMRL-SLP2MsBvfdWPt5Y/w400-h268/EALN_J1_RIVEIERE_HD%20180.jpg" width="400" /></a></div><b style="text-align: justify;">A este punto, podríamos cuestionar de dónde
vino esa loca idea de mencionar esta película como una historia basada en un
hecho que aconteció. Según declaraciones de la directora, así fue. Su primer
largometraje está inspirado en sus vivencias de niña, tiempo en que fue testigo
del drama que surgía en su familia, a propósito de la condición de su hermano
mayor, la cual lo hacía “diferente” del resto. Dicho esto, <i>En attendant la
nuit</i> no está lejos a <i>My Heart Can’t Beat Unless You Tell It To</i>.
Ambas historias son dramas familiares. Somos testigos de personas
sacrificándose por uno solo. En los dos casos, es un sacrificio perverso el que
se ejecuta. Como toda historia vampírica, surge una ambigüedad a raíz de esa
acción que los miembros repiten con el fin de mantener aliviado a su miembro
“diferente”: ¿Los actos de la familia son un gesto maligno o un acto de
abnegación? Esta es una historia que promueve una doble moral o juicio. Es
depende de dónde se la vea que pueda resultar infame o dramática. Me acuerdo de
<i>Martin</i> (1977), clásico de George A. Romero, película de terror
psicológico que piensa en una generación de incomprendidos vistos como los
malditos de la familia. Ellos son los monstruos. Eran los 70, tiempos de
satanización, miedo y los rezagos de la paranoia. El conflicto devenía de un
choque ideológico. Por su parte, el conflicto de <i>En attendant la nuit</i> es
causado por un prejuicio hacia lo físico y la personalidad. Céline Rouzet hace
su propia versión dramática de una generación de incomprendidos, solo que narrado
desde una visión más personal y entrañable.</b></div></b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0tag:blogger.com,1999:blog-5092773949328698424.post-67864434518885008282023-09-06T10:19:00.000-05:002023-09-06T10:19:08.960-05:00Venezia 80: Through The Night (Giornate degli Autori)<p class="MsoNormal" style="margin-bottom: 0cm; text-align: justify;"><b><span face=""Trebuchet MS",sans-serif">Los primeros minutos de la ópera
prima de Delphine Girard me recuerda a <i>The Guilty</i> (2018), tensa película
danesa que consta básicamente en un oficial de policía atendiendo con
perspicacia una particular llamada de emergencia. Aquí también tratamos con una
mujer que se las ingenia para hacer un llamado de alerta al 911 sin despertar
la sospecha del presunto secuestrador quien se encuentra cerca de ella. El
hecho es que en esta película belga la receptora de la llamada, ciertamente,
carece de una agudeza para lidiar con ese tipo de improvisación. Ahora, pueda
que esa deficiencia no tanto tenga que ver con la destreza de la oficial.
Posiblemente, la mujer que atiende este tipo de auxilio se está dejando llevar
por las emociones que emite la desconocida que está del otro lado del teléfono.
Percatarse de este detalle será esencial para comprender por qué los
protagonistas de esta historia se comportan ante la situación de tal o cual
manera. <i>Quitter la nuit</i> (2023) narra la historia de Aly (Selma Alaoui),
una mujer que ha denunciado a Dary (Guillaume Duhesme) por violación y
secuestro. Hay una detención y un juicio pendiente, pero en medio muchas
interrogantes. Sucede que los implicados nos niegan la información vital de lo
que aconteció, y, en su lugar, nos obligan a dudar o cuestionar sus acciones y
actitudes.</span></b></p><div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><b><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi19nHUcU9kNrfDzwSNbne3HsnhYBVhErP6hZDBh0ROzzI2p7esl15N3n0ybd3yw3CZK_rEsPmHHIuB_K4DE2CzYjQGApxPdcXw9KoZNGHjvYUsowCBCeidMteZqFCHi6XF7wm6EN07bSn57StoGdi6hEzAjEf719tTwHaSb0fL77trWInAment_NlN0OGL/s1000/Quitter-la-nuit-critica-1000.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="563" data-original-width="1000" height="225" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEi19nHUcU9kNrfDzwSNbne3HsnhYBVhErP6hZDBh0ROzzI2p7esl15N3n0ybd3yw3CZK_rEsPmHHIuB_K4DE2CzYjQGApxPdcXw9KoZNGHjvYUsowCBCeidMteZqFCHi6XF7wm6EN07bSn57StoGdi6hEzAjEf719tTwHaSb0fL77trWInAment_NlN0OGL/w400-h225/Quitter-la-nuit-critica-1000.jpg" width="400" /></a></b></div><b><b style="text-align: justify;">Esta es una película inteligente.
La directora sabe que el reservar el testimonio de Aly o Dary abrirá la puerta
de las interpretaciones, lo que implica el filtrado de posibles prejuicios.
Estamos ante el caso de una denuncia de abuso sexual en tiempos en que se está
concientizando la no normalización del acoso del hombre hacia la mujer y,
asimismo, se han gestado casos de mujeres sacando ventaja de ese escenario. Por
tanto, no es de extrañar que el espectador se vea tentado a dejarse persuadir a
que cualquiera de esas dos sendas pueda corresponder a la pugna entre Aly y
Dary. Pero cómo afirmar cuál es la situación que corresponde si ambos no
“colaboran” a seguir con el protocolo, sea aportando detalles previos a la
detención o completando el examen médico pertinente para sostener la denuncia. En
su lugar, tenemos antecedentes que alimentan correspondientemente una imagen
discordante. Por un lado, Aly es la denunciante y madre recién divorciada que
tiene relaciones furtivas con otros hombres. Por otro lado, Dary es el
denunciado y bombero que tiene un carácter reprimido y violento. Es una balanza
que no hace más que mecerse, eso a pesar de que a medida que transcurre la
etapa judicial, vamos viendo algunos <i>flashbacks</i> de lo que aconteció la
noche de la denuncia.<div class="separator" style="clear: both; text-align: justify;"><div style="text-align: center;"><a href="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMjEp-_uWkmClB_ljN5TSiSaBOgBqk1jmrRKIo0GFyOJ-ScKPgT5Sk07HV4KMHZ-ZjuWCqK2VD1yr1ZbCC2jbddZ_D3Gv9JTEYq2rN_1KFfB6zdaMNvgyt0LFsfN1h9w6pWdpuNOA1S-yRg_Vv7WXoBmKktsJhg2mP2z_V2E_iBTiiEltmgDZ5248CWHoz/s1002/LPVP_1027_010_comp_IIW_v001.%5B1001-2111%5D_4.33.2_1.36.1.jpg" style="margin-center: 1em; margin-right: 1em;"><img border="0" data-original-height="571" data-original-width="1002" height="228" src="https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEiMjEp-_uWkmClB_ljN5TSiSaBOgBqk1jmrRKIo0GFyOJ-ScKPgT5Sk07HV4KMHZ-ZjuWCqK2VD1yr1ZbCC2jbddZ_D3Gv9JTEYq2rN_1KFfB6zdaMNvgyt0LFsfN1h9w6pWdpuNOA1S-yRg_Vv7WXoBmKktsJhg2mP2z_V2E_iBTiiEltmgDZ5248CWHoz/w400-h228/LPVP_1027_010_comp_IIW_v001.%5B1001-2111%5D_4.33.2_1.36.1.jpg" width="400" /></a></div><b style="text-align: justify;">El drama de <i>Quitter la nuit</i>
depende mucho de la deducción personal, aunque es seguro que hasta cierto punto
ese cálculo bien podría trasladarnos a la arena de la brecha de género. De
pronto, vemos a Aly que cuenta con aliadas, mientras que Dary parece no tener
un respaldo en concreto, pues su única “aliada” visible parece insegura de su
defendido. Incluso el modo cómo expone Girard al círculo de Aly trasluce un
ambiente conspiratorio, como si las mujeres tuvieran algo entre manos, tal vez
algún pacto que está al margen de la jurisdicción de la denuncia. A eso suma la
intervención del personaje del principio, la mujer que atendió a la llamada de
denuncia de Aly, pero poco o nada tiene que ver en el asunto. ¿Estamos ante el
caso de una alianza acondicionada por el género y que pasa por alto los hechos
tangibles? Capaz sea eso lo que quiera hacernos pensar Delphine Girard al
exponer una situación que pone a prueba nuestro juicio, el cual, habitualmente,
pasa por alto detalles como el <i>shock</i> que padecen los implicados de una
denuncia. Es una interpretación que, definitivamente, depende de una empatía
emocional y no de los antecedentes o testimonios. De ahí por qué resulta
importante tomar en cuenta cómo es que una persona capaz en su oficio pueda a
veces desequilibrar su desempeño producto de la empatía hacia una víctima que
bien podría recordarle una situación vivida.</b></div></b></b></div><p></p>Carlos Esquiveshttp://www.blogger.com/profile/00363713103738406707noreply@blogger.com0