domingo, 27 de junio de 2010

Loco corazón (o Crazy Heart)


Bajo el sol de las carreteras sureñas de EEUU, Bad Blake (Jeff Bridges) viaja de un lado a otro dentro de una vieja camioneta, a paso cansado y obstinado, en busca de un lugar donde tocar y entonar su desquebrajada voz. Blake años atrás fue un ícono en la música country, fama que poco a poco se fue degenerando producto de su abuso al alcohol y su tan inestable situación amorosa que ha dejado el rastro de cuatro divorcios. Será la aparición de un nuevo amor y la ayuda incondicional de amigos suyos que Blake, a sus 57 años, entenderá que nunca es tarde para reformarse.

Con toda una tradición atrás, el género biográfico (siendo sus personajes reales o ficticios) se ha visto en los últimos años, atraído por el deseo de indagar u observar el lado oscuro del “ícono”. Los vicios, el desenfreno, la frustración, la vejez, entre otros, se han vuelto así tópicos recurrentes dentro del género mencionado, siendo estos el catalizador que sumergirá a la historia dentro del drama. Loco corazón, de Scott Cooper, es una película que camina por esta senda. La historia de un envejecido músico country, es la excusa para desarrollar la historia de un sujeto contagiado por una desidia que pone en riesgo tanto su vida artística como su vida íntima, ello producto de su alcoholismo, además de sus conflictos personales.
Bad Blake es un individuo pesimista frente a su situación. Su vida a diario se ve interrumpida por una serie de desmayos o vómitos que va expulsando a mitad de la carretera o en el retrete de un hotel, muy a pesar su rutina de whiskey y cigarrillos sigue en marcha. La llegada de Jean (Maggie Gyllenhall), una reportera, será el motivador para que Blake tenga la oportunidad de redimirse al entender que su mala rutina ha interferido con su felicidad. Loco corazón se adentra de lleno a una gama de defectos encerrados dentro de un mismo sujeto, concluyendo su historia con un cierre optimista. El filme termina por ser una versión country de El luchador (2008), eso sin mencionar a una fuente directa, Tender mercies (1982) que contaba también la vida de un músico country con problemas de alcohol interpretado por Robert Duvall, quien dentro de la película de Cooper realiza el papel de un amigo de Blake, aquel el mismo que le aconseja: “nunca es tarde para darse una oportunidad”. Loco corazón termina siendo un filme sobrevalorado dentro de EEUU, aunque de seguro más por su lista de canciones country de letra original que por su misma historia.

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