martes, 9 de agosto de 2011

15 Festival de Lima: Sección Competencia de Ficción: Trabajar cansa


Justo cuando Helena (Helena Albergaria) ha decidido alquilar un local para emprender un nuevo negocio abriendo un pequeño supermercado, Otávio (Marat Descartes), su esposo, pierde el trabajo repentinamente. La buena fe de la pareja sin embargo no les hará retroceder en sus planes y terminarán por abrir la tienda. Para esto contratarán a Paula (Naloana Lima), una joven que ayudará en los quehaceres del hogar y el cuidado de su pequeña hija, mientras Helena se encargará del negocio y Otávio buscará un nuevo empleo. Trabajar cansa (2011) de Marco Dutra y Juliana Rojas rompe las expectativas de lo que aparentemente parecía ser un filme que crítica la política trabajadora en Brasil con ciertos tintes de humor ácido.
La trama de esta ópera prima parece predecirse al observar como la familia se esfuerza por conservar la calma, por un lado Helena corrigiendo los continuos errores de sus empleados o reparando algunos defectos y percances que manifiesta la tienda, mientras que Otávio visita oficinas, hace llamadas, asiste a entrevistas las cuales ninguna da buenas señas de conseguir un próximo empleo. La tensión se marca, el marido se deprime, la mujer comienza a estresarse, se desquita con la empleada, la pareja pelea, se amista, se vuelven a pelear. Las cosas parecen ir a peor. Todo esto es predecible. Muy a pesar, algo se está cocinando. En toda la trama ha ido ocurriendo sucesos extraños, sucesos insólitos, hechos ajenos a la realidad que nada tienen que ver con la historia de una familia a punto de explotar por el trabajo, sea por el exceso o la carencia de este.
Trabajar cansa luego de armar una serie de argumentos sobre una crisis social respecto a la cotidianeidad del trabajador frustrado, tiene el atrevimiento de insertar una historia absurda a la trama, y lo que es más irónico, es que ha ido sucediendo a vista y paciencia del espectador. Dutra y Rojas sabotean su propio filme insertando un relato alterno que cambia el sentido genérico de las cosas. El mundo realista y objetivo de una familia en crisis económica y nerviosa se enfrenta a lo sugerente, a lo irreal, sucesos que han ido ingresando a escena sigilosamente tras la aparición de un perro que ahuyenta ciertas noches a la dueña del negocio o el defecto de una cañería de esta misma vivienda. Un grupo de eventos sin importancia que van camino a lo incógnito, provocando sospechas y posteriormente dudas sin aclarar.
Este filme brasilero deja en stand-by la comicidad y la sátira para contar una historia de misterio. Dutra y Rojas provocan un filme de terror, y no nos referimos al terror de perder un empleo o el de enfrentar los retos de dirigir un negocio. Helena, víctima del stress, pasa a ser víctima de la paranoia, esto debido a los sonidos extraños que sucede en la tienda cuando invaden los crepúsculos o cada vez que es testigo de hallazgos macabros. La realidad comienza a distorsionarse, la iluminación es cada vez más tenue, el sonido diegético enmudece, se aspira miedo por todos los costados, ya nada te causa gracia. Los directores parecen sugerir cómo la mente parece jugarnos sucio. Los miedos de Helena se han exteriorizado y sólo podrá controlarlos si los entierra y se deshace de la tienda. Trabajar cansa es lograda, uno de los mejores filmes durante este Festival.

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