domingo, 20 de noviembre de 2011

Reshinn, sangre de anaconda


Al año son dos las películas nacionales de corte épico estrenadas en la cartelera limeña: El último guerrero chanka y Reshinn, sangre de anaconda; ambos filmes regionales ajustados a un público de consumo masivo pero que sin embargo no han alcanzado la atención necesaria esto a pesar que cada uno trajera sus propias expectativas, una más mediática que la otra. Una posible respuesta sobre este distanciamiento que el espectador limeño mantiene es ante la obstinada idea de tomar prestadas aptitudes que este cine pretende adoptar pero que más bien son las que desajustan, degradan e incluso desvirtúan el sentido de la película, situación que lleva a que un público como el de la capital no le tome interés o hasta seriedad, caso ocurrido con El último guerrero chanka que al ser presentada como una película de artes marciales es en la opinión del público donde prevaleció más lo tergiversado antes que lo inusual o novedoso para el cine regional-nacional.
Reshinn, sangre de anaconda, a comparación de la película de Víctor Zabaria, no es tan desvergonzada al momento de emparentarse con el cine extranjero, muy a pesar el director Rogger Asto – según declaraciones en conferencia de prensa –presenta su película como el punto inicial de una trilogía que nos muestra el rostro de la primera heroína dentro del cine peruano, es decir, Reshinn… está destinada a modularse dentro de los parámetros del cine global esto a pesar de la oralidad que se transmite mediante la lengua asháninka o frente a las costumbres e inclusión de algunos habitantes naturales de dicha etnia. La historia de Asto está guiada además bajo los arquetipos míticos como el héroe, el líder malvado, el brujo, los monstruos de barro, temas como la evolución-madurez del héroe y su venganza promovida por una antigua dolencia. Reshinn… dentro de todo se desenvuelve en medio de un argumento interesante, una tragedia iniciada con la muerte de un individuo que más adelante provocará el enfrentamiento entre dos clanes, es el reemplazo de una vida por el sacrificio de varias almas. El hecho es que este no es el tema central de la película.
Es en el tratamiento del filme donde Asto encuentra dificultades. Reshinn… tiene el defecto de sobre acumular las acciones. Los primeros diez minutos son de confusión al manifestarse una serie de personajes, cada uno experimentando su propia situación, sucesos innecesarios que poco nos describen a los personajes que perdurarán en gran parte de la película y más bien nos despistan de la verdadera trama. Asto se desmide al momento de narrar su historia, ampliando los sucesos o etapas del filme. Reshinn… está dividida en tres partes: el escape de Rasha, la infancia de Reshinn y la venganza de Reshinn, yéndose la mitad de la película tan solo en la primera parte, luego de esto aparecerá por primera vez el personaje principal cuando era niña. Reshinn (Mayela Lloclla), la heroína, recién se manifiesta a veinticinco minutos de terminar la película, ya sedienta de venganza, salvaje y decidida a acabar con sus enemigos junto a su anaconda que, no se aclara cómo, es codiciada y temida por sus antagónicos. Asto exterioriza mucho a sus personajes, muy poco sabemos de estos, gran parte de su comportamiento es recreado por el mismo espectador, como el caso de la obstinada hija de un implacable curaca o la valentía de un hombre sin patria.
Reshinn… encuentra sus mayores dificultades en el lado técnico como es el audio. Asto ajusta continuamente a sus personajes, los encuadres son cerrados no tomando provecho correspondiente al naturalismo de los paisajes amazónicos, algo que sí se aprecia por ejemplo en la tomas de la cascada donde se mezcla la selva y la corporalidad salvaje de la protagonista, haciéndose tomas bajo el agua o junto a la presencia del majestuoso reptil. Un lado positivo es su musicalidad, otra evidencia más que promueve el divorcio hacia lo regional, una tonada sinfónicamente activa que a pesar de ser redundante es la que colabora en recrear el ambiente épico. La película de Rogger Asto tan solo aporta al cine nacional como el primer ejemplar íntegramente hablado en idioma asháninka, por otro lado Reshinn… tropieza frente a ambages narrativos y debilidades técnicas, cuestiones que de hecho pueden mejorarse en sus próximas secuelas.

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