domingo, 28 de octubre de 2012

Casadentro

En el transcurso de su filmografía, Francisco Lombardi ha tenido una fascinación por el cine masculino, aquel que ponía en manifiesto los discursos falocentristas plagado de chácharas machistas, donde aquel que echaba un pie al costado era el “infiltrado”, el masculinamente incorrecto, pero dentro de todo, era el redimido, el que no se dejaba arrastrar por el grupo, por el imaginario social. Joanna Lombardi se asoma en su primera ópera prima con una película casi silente plagada de mujeres. Casadentro (2012) es un cine femenino donde la única imagen masculina, para el público, forma parte de la utilería, pero para las tres mujeres (abuela, madre e hija), que han comenzado a convivir por estos días bajo el mismo techo, significó o significa algo, aquello que la hija (Anneliese Fiedler) manifiesta con la apatía y el autoflagelo, exhalando un ánimo moribundo que va más allá de su “impotencia láctica”. El personaje de Fiedler es, sin duda, una mujer que se sostiene de la ausencia masculina, el divorcio afectivo de un hombre que además de fabricar la rutina conyugal provoca el conflicto interno de la mujer.
 
La hija sufre por la ausencia de su esposo, y esto (mágicamente) parece haberle frustrado sus deseos de ser madre, aquello que se manifiesta a través del lazo roto de la lactancia materna, que no es nada más que la alimentación física y afectiva entre la mujer y su primogénito, eso que, según las reglas de la naturaleza, es la función exclusiva de la mujer además de la concepción. Infértil esto, el concepto de mujer está escindido, fragmentado, y en el caso de la hija, se ha inclinado a la derrota y la humillación, cuestión que culpa ante la ausencia masculina. En conclusión: la hija gira en torno a la masculinidad. El filme da indicios que la madre ha pasado por eso también, es decir, el futuro de la hija es el de la madre, y, posteriormente, el de la abuela. Dentro de esta ficción, el hombre sin querer ha provocado mujeres amputadas, encadenadas a su rutina, y que además no dan pistas de enmienda o cualquier caso de ansiedad. Casadentro desde este sentido parece ser un filme más masculino que femenino.

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