jueves, 14 de agosto de 2014

18 Festival de Lima: The reunion (Gira Ambulante)

Artículo originalmente publicado en el boletín del Festival de Lima, Vértigo

Tras la primera manifestación de resentimiento de uno de sus invitados, la historia sobre el reencuentro de un grupo de amigos de colegio trae a la memoria la tan citada película dirigida por Thomas Vinterberg, Celebración (1998). La congregación de personajes es mera excusa para sacar al aire los trapos sucios ocurridos hace 20 años atrás durante tiempos escolares; recuerdos que ciertos protagonistas nunca lograron echar al olvido. Es el pasado reconstruido y el presente que reacciona con furia y frustración. Una suerte de expectoración verbal con fines terapéuticos y de puro rencor. The reunion (2013), sin embargo, no precisa encaminarse a lo dramático. El desencuentro entre estos excompañeros es más bien una mirada divertida sobre cómo las cosas van saliendo de control. La temática del bullying más que asumir una mirada reflexiva, esta motiva la sátira, como si se burlase incluso de su misma víctima. Ana es la joven dolida por el pasado lapidario, esa “no deseada” que pasa de ser la invitada invisible a ser el centro de atención. Es el juego de la apariencia; fingir algo que no es. Y, a propósito de apariencias, este filme en realidad no es lo que parece ser.
The reunion, para ser más precisos, no se burla de su protagonista principal, sino viceversa. La directora Anna Odell, a orillas de llegar a la mitad del filme, se mofa del espectador, y de paso hace justicia a su heroína –interpretada por ella misma–disponiéndole su arma de reivindicación. La historia de un reencuentro como resultante de una realidad inventada dentro de otra. Es el cine dentro del cine, siendo este además cómplice para que Anna –el personaje– cuestione y reflexione sobre la estructura y las mecánicas del poder. Similar a documentales como The act of killing (2012) o The missing picture (2013), Odell recurre al cine como utensilio para interpretar el comportamiento de sus verdugos.
Al igual que estos filmes, The reunion coincidentemente también posee un lenguaje híbrido al comportarse como ficción a la vez que presume hacer las prácticas de un documental. La directora de origen sueco dialoga sobre el límite entre la realidad y la ficción, cuestiones que dentro de la pantalla terminan siendo invenciones, pero que en el espectador siempre dejan brechas y cuestionamientos sobre hasta qué punto lo real invade el ámbito de la ficción. Odell se toma licencia para citarse así misma al encarnar a un personaje que de igual forma es una artista controversial. The reunion es provocativa a medida que enfrenta dos realidades aparentemente iguales. Es el cine pensado –en principio– como copia fiel de la realidad, para luego poner en duda la verosimilitud de los hechos acontecidos. ¿Quién miente y quién actúa? ¿Son los verdaderos personajes o son una recreación exagerada de una mente perturbada? Anna Odell emprende con inteligencia las dinámicas de lo aparente. Su película contemplada como un estudio del cine y su carácter ficcional.

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