lunes, 24 de septiembre de 2018

Buscando

De logrados thrillers que abordan la temática de secuestros, se ha aprendido que estos se disponen de personajes en una continua sospecha e ingresando en un estado de frustración o paranoia. El ritual de la pesquisa es el que a su vez provocará diversos giros en la trama, cambios producto de una búsqueda que inicia con las dudas más espontáneas hasta las más sustentadas. El logro del producto total se debe gran parte al ritmo activo, en donde la acción, el suspenso o el drama son constantes. Buscando (2018) cumple con todos estos rangos. En el mismo, un padre busca a su hija, y al margen de la investigación se va descubriendo un drama familiar y se sugiere además otro tema menor que engrana con el tipo de narración a representarse. El director Aneesh Chaganty se sirve de las plataformas digitales para contar su historia, algo que ya no es novedad, pero que no deja de ser atractivo.
El uso de la Internet y demás accesorios digitales, su reconocimiento como fuentes que dan acceso a la interacción rutinaria, sirviendo además como recolectores de memorias y herramientas básicas para modular una vida práctica, son el esquema con que se sustenta el curso del drama en Buscando. Chaganty demuestra la amplitud del universo digital al no verse en la necesidad de asistir a la realidad fuera de la “segunda” pantalla. El cine ha reconocido en el solo paneo a una red social un nuevo modo de narración. Está la posibilidad de poder remontarse incluso al pasado de una realidad solo rebuscando entre los mensajes o videos antiguos que figuran en una cuenta. Esta dinámica sucede en el filme de Chaganty y también en  Unfriended (2014), una película que más bien usa los medios digitales para fabricar su historia de terror.
Curiosamente, ambas películas coinciden en el logro de la narración espontánea. En los dos filmes, podrán surgir ciertos inconsistencias, detalles inverosímiles, pero el hecho que el ritmo del relato no genera altos, apenas sobreparadas, no da lugar para reproches a la trama. Tanto Buscando como Unfriended funcionan bajo la celeridad del mundo digital. Ahí todo es mecánico, hay acceso sobre acceso, una multiplicidad de llaves y posibilidades para evaluar o llegar a un mismo conflicto. Todos los personajes que se ven envueltos en sendos conflictos, están al alcance de un click. Funciona también como un diario personal abierto. Sabes que a cada clave o contraseña, solo existe un instante para descifrarla, y no hay necesidad de apagar la computadora o el celular. En líneas generales, Buscando es lograda. Salvo por su final –siempre el deseo cargoso de querer atar todos los cabos y repasarlos paso a paso–, sabe generar la expectativa con éxito, no edulcora su lado dramático, como tampoco se extiende en la realidad consciente de los contras de la era digital.

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