El documental de Patricia Wiesse nos acerca a la denuncia de un grupo de mujeres provenientes de Manta, provincia de Huancavelica, quienes, al igual que muchas de esa localidad, fueron víctimas de violaciones sistemáticas sometidas por los militares durante el Conflicto Armado a mediados de los ochenta. Mujer de soldado (2020) toma como premisa el proceso judicial de Magda hacia el militar que abusó de ella cuando apenas era una menor de edad. Luego de quince años, ella ha retornado a su natural Manta, lugar de los hechos, a fin de enfrentar a su agresor. Lo interesante del documental es que combina las memorias personales –muchas de estas son recuerdos afables– con el testimonio de la violencia, a partir de las voces de Magda y otras tres mujeres que también pasaron lo mismo que su compañera. La dirección ingresa a este pequeño colectivo de personas que inician su charla haciendo una remembranza a una infancia que tuvo un antes y un después tras la llegada de los militares.
miércoles, 19 de agosto de 2020
24 Festival de Lima: Mujer de soldado (Competencia Documental)
Si
bien Mujer de soldado toma como caso
central a Magda, los casos de las otras mujeres son parecidos. Las cuatro
mujeres, curiosamente, al momento de ir rememorando su vida, ya sea antes de la
llegada del terror o cuando se decidieron a emprender un oficio como el de la
enfermería, parecen remedar las palabras (vivencias) de las otras. No solo está
pues el vínculo natal, sino que también el del mismo martirio. Adicionalmente,
la presencia de las tres amigas es evidencia de un acto de solidaridad para con
una de ellas, también víctima del destierro de sus propios vecinos, la no
asistencia de su lugar de nacimiento. La presencia grupal de estas mujeres no
solo es un convenio dispuesto a buscar la justicia del ultraje masivo, sino que
también es un acto de rechazo hacia una comunidad que las convirtió en las
estigmatizadas, una sociedad irreflexiva ante el problema y prejuiciosa ante
las víctimas.
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