viernes, 27 de agosto de 2021

5 AricaDoc: Nũhũ Yãg Mũ Yõg Hãm: Essa Terra É Nossa (Película inaugural)

Desde hoy hasta al 12 de setiembre se realiza una nueva edición de AricaDoc, festival online y gratuito disponible en Chile, Perú y Bolivia.

Un documental de denuncia social que se construye en base a una colectividad testimonial. Los directores Carolina Cangucu, Isael Maxakali, Sueli Maxakali y Roberto Romero nos acercan a las declaraciones de miembros de la comunidad indígena Maxakalí a fin de descubrir a una población víctima de la violencia y la impunidad promovida por los “blancos” invasores. Es el panorama de una sociedad minoritaria acosada dentro de lo que un día fue su territorio. Nuhu Yag Mu Yog Ham: Essa Terra E Nossa (2020), así como varios documentales que bosquejan la injusticia social padecida por poblaciones originarias, se interesa en convocar una serie de perspectivas que logren estimar la envergadura del problema. Es así cómo es que la línea histórica y la etnográfica se encuentran para definir, por un lado, una ocupación y aniquilamiento progresivo que viene de décadas atrás y, por otro lado, el aniquilamiento de una cultura que se sigue preservando a pesar de que los habitantes de este saber se están reduciendo.

Aunque hay inserciones de metrajes de archivo que ponen a prueba un estado de colonización, son principalmente los relatos de los propios pobladores del presente los que nos dan una mayor visión de lo que sucedía por aquel entonces, cuando las primeras comunidades blancas llegaron a esa zona boscosa, hoy convertida en mayor proporción en pastizales. Ahora, lo alarmante es que la realidad de entonces no está tan lejos a la de la actualidad. No habiendo más por invadir, los colonos no dejan de acosar a los pobladores originarios. Lo que viven los maxakalí no está lejos a las injusticias que padeció la comunidad afroamericana en las zonas sureñas de EEUU en las décadas previas a la lucha por los Derechos Civiles. Los testimonios de esta comunidad brasileña son equivalentes a esas historias de asesinatos injustificados, fruto del puro odio hacia el “otro”, que no encontraban además órganos públicos que los ampare. Los maxakalí no gozan de los derechos que poseen sus antagónicos. Su tierra, o la que fue, se ha convertido en una zona hostil. Lo cierto es que, a diferencia de la realidad que vivió tiempo atrás esa comunidad afrodescendiente, aquí no estamos tratando con una población dispuesta a invisibilizarse. Hay pues resistencia y también conciencia de reclamar sus derechos.

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