El toque mordaz y los encuadres, en su mayoría fijos, que descubren una coreografía bien sincronizada son constantes en el cine de Laila Pakalnina, directora que en esta ocasión realiza un largometraje que podría ser la adaptación más ocurrente del cuento clásico infantil en cuestión. In the mirror (2020) nos narra la historia de cómo una joven promesa del crossfit será traicionada por su envidiosa madrastra luego de que la primera rompiera su récord en sentadillas. Esta es una película a la que solo le faltaba el toque musical y la colorización para ser una reversión de Blancanieves y los sietes enanos producida por la Disney. Claro que lo que el público juvenil podría confundir como un “espejo” de su realidad, ésta plagada de selfies y tendencias fitness, a la que, obviamente, se sentirían o bien representados o persuadidos por seguir ese estilo de vida, Pakalnina lo asume como una sátira de inicio a fin. Basta no olvidar las primeras secuencias de este filme para entender que esta representación es una versión absurda —o tal vez una posibilidad— y por momentos brutal de las nuevas expresiones del ego, siendo la tecnología y el deporte apropiaciones que pasaron de ser beneficios sociales o físicos para convertirse en filtros o artificios que ayudan a modelar las fantasías.
martes, 21 de septiembre de 2021
2 Festival Lima Alterna: In the mirror (Competencia Internacional)
In the mirror está grabado netamente por tomas
en modo selfie. El camarógrafo ha perdido su trabajo a consecuencia de esa
obsesión actual de coger la cámara para no perder un primer plano o
protagonismo dentro del escenario. Obviamente, siendo esta una película de
Pakalnina, el primer plano o vanidoso pierde protagonismo por lo que acontece
en un segundo plano. Este es el territorio de la coreografía, personajes,
objetos o arquitecturas que llaman la atención sea por el orden espacial, el
ritmo de sus apariciones o por la cuota de humor que sugieren sus
interferencias dentro de las escenas. Ayuda mucho que estamos en un mundo en
donde todos aman estar frente a la cámara. Los personajes, sea principales o
secundarios de esta historia, se esfuerzan por dar lo mejor de sí para quedar
bien ante el lente. De ahí por qué no exagero al decir que Disney debió de
hacer este proyecto. Es como ver un show de circo o baile, prácticas que
usualmente no apuestan por los individualismos. Este es un ejercicio colectivo,
como lo hacían los rusos del primer cine soviético. El proletariado o el
colectivo de ciudadanos era el verdadero protagonista en las películas, y lo
que se veía era un condensado de sus vivencias y, por qué no, deseos. In the
mirror tiene esa esencia del cine soviético.
Mira esta película por Cineaparte previo pago.
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