Tras el suicidio de la escritora Carole Achache, la directora Mona Achache se obsesionará con revisar los antecedentes de su madre. Para ello, convocará a Marion Cotillard a fin de delegarle la tarea de reencarnar a la fallecida. Little Girl Blue (2023) es un documental en donde la autora le traspasa su obsesión a la actriz. Lo que veremos entonces es la transformación de Cotillard a Achache y cómo en el proceso de paso se expone el registro doloroso y reprimido que cargó la desaparecida intelectual. Mona se valdrá de fotografías, grabaciones, cartas y toda la producción literaria de su madre. Ello será suficiente abastecimiento de información para que Cotillard regrese a la vida a Carole y de esta forma la hija pueda visualizar con claridad, comprender con cabeza fría, el porqué su madre llegó a tal decisión de terminar con su vida. Ahora, este documental que coquetea con la dramatización lo valoro más bien como un documental neto. Más allá de entender los monólogos como un registro ficcionalizado, lo contemplo como el registro documental de una actriz de método dándole forma a un personaje. Little Girl Blue es interesante y educativo para los actores y actrices en formación. Ver a Cotillard despojándose de su identidad hasta apropiarse completamente de alguien ajeno que en la actualidad es solo memoria, es casi como un acto milagroso que consta en etapas, ceremonias, intentos fallidos, repaso tras repaso. Es la compleja reconstrucción de un ser.
lunes, 28 de abril de 2025
XIII Festival de Cine Francés: Little Girl Blue
En
paralelo, Little Girl Blue es un retrato sórdido de la vieja
intelectualidad francesa que desboca a un mensaje de denuncia social y de
género. A propósito de la indagación a la biografía de la escritora, es que se
descubre una tradición del abuso sexual y mental contra los menores por parte
de una intelectualidad consagrada. Este documental le da un vistazo a una
temporada ambigua. Durante la década del 60 y 70, Francia transita por una
nueva época dorada de autores procedentes de la filosofía, la literatura, el
cine y más sendas humanistas. Vemos en ese contexto a una infanta Carole
Achache extasiada con compartir tiempo con los colegas de su madre, la también
escritora Monique Lange. Pero es en ese mismo escenario fanático que también
nos enteramos del secuestro de su inocencia. La manipulación y la explotación
de su identidad, por ejemplo, a manos de Jean Genet, reconocido artista
multifacético de la época, autor de Un chant d’amour (1950), un
cortometraje homoerótico de culto. He ahí la raíz de la respuesta que busca la
directora Mona Achache, la misma que capaz también buscó en su momento su
abuela Monique, quien escribió una novela sobre su relación con su propia
madre. Aquí un detalle clave e inquietante. No solo estamos ante una tradición
de mujeres víctimas de una intelectualidad corrupta y caníbal, sino que además
de una tradición de mujeres asistiendo a la producción artística, sea a través
de la prosa o la imagen, como medio de depuración de sus traumas y
reconocimiento de su linaje e identidad propia mancillada.
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