viernes, 15 de agosto de 2014

18 Festival de Lima: The Kindergarten Teacher (Semana de la Crítica de Cannes)

Artículo publicado originalmente en el boletín del Festival de Lima, Vértigo.

El compromiso y la obsesión son conceptos que se confunden en The kindergarten teacher (2014), nueva película de Nadav Lapid. La rutina de Nira (Sarit Larry) no será la misma luego de conocer el talento temprano que tiene Yoav (Avi Shnaidman) para la poesía. ¿Es acaso innato o previo adiestramiento?, se pregunta la instructora de este niño de apenas cinco años, uno que ha convivido con la disfuncionalidad paternal y ha heredado la erudición artística de un familiar cercano. El director de origen israelí parece amoldar la biografía de este pequeño a la de otros prodigios históricos. Su vida desde un principio asociada a lo dramático. Está en su destino ser venerado o eterno anónimo. Frente a esto, Nira emprende su labor de amparo. Es su “misión” cultivar y proteger a fin de que la aptitud no perezca ante la sociedad. Existe pues ese miedo al fracaso; la ignorancia al reconocimiento. El filme en principio como una dócil ventana a la valoración y el rescate de lo artístico.
Lapid de comienzo a fin remarca el sosiego y la melancolía reflejada en el rostro. Tras una continuidad de primeros planos, The kindergarten teacher revela con visión poética el ánimo de sabiduría y frustración en sus personajes. Es la mirada meditabunda de Yoav, reflexionando sobre los límites del amor y lo existencial en el hombre; pero es también la mirada utópica de Nira, temerosa por su protegido, frágil ante el canibalismo e insensibilidad de la modernidad que es austera de arte. Ya condensada la relación entre tutora y estudiante, el compromiso se va tornando cada vez más personal. Yoav convertido en objeto de fascinación para Nira. Ella ha comenzado a divorciarse de su propia rutina. Es el balance entre lo propio y lo ajeno. La mujer va abandonando su atención como madre e incluso su lugar en la alcoba. Nira parece reservar tanto su maternalidad y privar su sexualidad con el fin de atender a Yoav. Referente a esto último, existe el sutil bosquejo de una relación platónica, una fantasía carnal que se alimenta a través de llamadas impertinentes o encuentros furtivos. En paralelo, la mujer educa, mima, cuida, baña y abraza con exclusividad. Hay un ritual de la devoción que sobrepasa el límite del afecto cotidiano. Entonces se manifiesta el primer punto de quiebre en el filme.
The kindergarten teacher a medida que avanza se va tornando más extraño y enigmático. ¿Qué es a fin de cuentas esta relación paternalista? ¿Es mecenazgo o burda estrategia para alcanzar un crédito desmerecido? ¿A qué se debe esa devoción por la poesía? ¿Es por lo artificioso o el sentido de la palabra misma? Nira, extraviada entre el compromiso y la obsesión, parece evocar esa distinción entre la militancia y el fanatismo correspondiente al discurso político. La poética de Yoav, en inicio acogido como síntoma de una sabiduría mesiánica, más luego como objeto de veneración, convertirá a la tutora en la reencarnación de la Kathy Bates de Misery (1990).

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