En una escena, un
padre lee mentalmente una carta que su novia le ha escrito mientras que su hija
entre juegos intenta arrebatársela. Finalizada la lectura, el hombre levanta en
brazos a la pequeña y con tono entre amoroso y burlón le dice que ella está
celosa. Este es el único indicio en toda la película en donde un personaje se
atreve a poner al descubierto los celos de otro individuo, comportamiento que
de hecho casi todos los protagonistas de este filme padecen al estar
acondicionados a alguien o algo. A comparación de algunas otras películas que
haya realizado Philippe Garrel, Celos
(2013) parece estar más abierto a un lenguaje actual. Salvo por su primera
etapa mítica y experimental, el francés siempre se ha inclinado a promover un cine
que recuerda el espíritu post Mayo del 68. Un estilo evocativo, citando una
temática militante, creando historias épicas, fundando una manada de individuos
románticos, no solo políticamente hablando, sino también desarrollando
melodramas o conflictos internos, sobre todo los artísticos.
Celos de todas formas sigue preservando la esencia de Garrel. Sigue su uso
continuo de rótulos. Una suerte de frases poéticas a modo de introducción a los
leves giros del argumento. Está también su estilo narrativo con elipsis en
diferentes grados, robando cortas como grandes porciones de tiempo. Louis
Garrel, hijo del director, y además su actor fetiche, interpretará a un actor
de teatro y joven divorciado, padre de una niña que no pasa los diez años, y
que además está experimentando una nueva relación amorosa. Como sucede en otras
películas de Garrel, existen varias tramas que funcionan de manera
independiente. A Louis lo veremos probando suerte en su oficio como actor, en
su rutina como padre, enamorándose de Claudia (Anna Mouglais), evadiendo
cualquier gesto de infidelidad, son también los encuentros con su hermana y el
recuerdo de un padre. El melodrama, sin embargo, será el que mayor peso tendrá
en todo el argumento.
Aquí también los
personajes de Garrel son románticos, tanto de oficio como en su vida íntima. En
un inicio de la película vemos a Louis apenado por la escasez de trabajo y su baja situación económica, mas su ex esposa
parece decirle: “Igual aún sigues haciendo lo que te gusta. Ánimo”. Como en Los amantes habituales (2005) Garrel inserta
dudas vocacionales a sus protagonistas, mas no con la intención de reducirlos
al fracaso, sino como mero contraste de su próxima superación. Por otro lado, ya
inmersos al melodrama, se reconoce a un amante que ama con obsesión y otro casi
por interés o simple rutina. Es en primera instancia la ex esposa de Louis,
para que sea luego el mismo Louis, quien más adelante sufrirá ante la frialdad
de Claudia. En cuanto al amor, Garrel gusta citar al amante que exige fidelidad
y ser amado. Sucede en la misma Los amantes
habituales o Libertad, la noche (1983), donde por ejemplo vemos a una mujer
reclamando ser protegida a totalidad por su pareja, al punto de que cualquier
indicio de abandono sea motivo de locura.
De igual forma, Louis
desespera, se frustra y se deprime para cuando vaya entendiendo que su relación
con Claudia no significó mucho para esta. Aquí veremos los indicios de celos
más frecuentes; mas los hay de otra clase. Una escena ejemplar es la hija de
Louis entrevistándose con su madre, ex esposa de Louis. La niña le cuenta lo
formidable que la ha pasado junto a su padre y la nueva novia de este. Seguido,
con malévola inocencia, la pequeña le pregunta: “¿Te pasa algo?”. Garrel nos
dispone de un pequeño personaje inteligente y que sutilmente rasca con malicia
al lanzar, tanto a su madre como a su padre, preguntas de un alto grado de precocidad.
Más celos. La hermana de Louis hacia este mismo, siendo este de niño el
preferido del padre. “Apenas lo recuerdo”, dice indignada la hermana cada que
le preguntan por el padre. Es incluso también un celo que no recae en personas.
Claudia, por ejemplo, deseando un mejor departamento, o Louis escuchando cómo
una ex fan de su padre (quien también fue actor), le confiesa su admiración y
amor perdurable por el hoy extinto. Más que celos de hijo, celos de un actor.
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