El 3 de setiembre se inicio el Festival de Venecia. Desde hoy estaré posteando algunas reseñas a las películas que forman parte de Sala Web, programa del mismo festival y que se transmitirá via streaming por Festival Scope. El precio para ver cada película es de 4 euros. Las reseñas serán publicadas originalmente vía Cinencuentro, media partners de Sala Web.
A diferencia de
películas como Gomorra (2008) o Salvo (2013), el tema sobre la mafia en Italian gangsters (2015) se aborda desde
una mirada fascinada por los rostros que décadas atrás fueron los principales decorados
de las palestras mediáticas, los mismos que posteriormente el cine de Elio
Petri, Mario Bava o Fernando Di Leo se encargarían de mitificarlos a través de
épicas llenas de violencia que se perfilaban a una explotation. El documental de Renato De Maria tiene como propósito
hacer una remembranza a estos individuos. Es a través de declaraciones y
fuentes fílmicas, tanto reales como ficticias, que este filme va representando
los perfiles y anales de un grupo de ex líderes de la mafia italiana, villanos
que cometieron sus fechorías para la década de los 50 y 60. Es decir, una
generación que nació y fue criada bajo el seno de la posguerra. Es en base a
esto que la película se encarga de rememorar una época en crisis, aquella que
engendró una prole desencantada con su realidad.
Bajo dicha
perspectiva, Italian gangsters,
además de ser asumida como una radiografía a esa primera mafia italiana, es una
radiografía a la sociedad de la posguerra. De María para esto sienta en el
banquillo a estas cabezas de la mafia, los cuales serán interpretados por
actores. Es a través de estos testimonios en primera persona que se va manifestando
en principio la testificación de habitantes por entonces comunes. Son los hijos
de albañiles o comerciantes, víctimas del hambre y la miseria, viviendo entre
las ruinas de un país devastado. La situación, sin embargo, solo es precaria
para los pobres. Cual protagonista del neorrealismo italiano, estos abrazan con
optimismo sus sueños. Muy a pesar, el trabajo promedio no amerita, las
políticas proletarias parecen no funcionar y el fracaso cada vez más parece
inminente. Es así como se da el origen de la mafia; según dictan sus propios
autores. Todo es causa de un síntoma social o histórico.
Ya más adelante, los
narradores cuentan sus primeros actos infringiendo la ley. De los inicios a
este oficio se salta a sus momentos cumbre. La mafia ya es parte del cotidiano y
algunos además se las arreglaron para que sus famas cruzaran las fronteras. Son
en estos momentos en que los metrajes de ficción toman valor, los mismos que
reproducen para cuando los locutores cuentan sobre tal robo o aquella fuga. Es
el cine que va acotando sus dotes de la memoria, por ejemplo, al inmortalizar
una temporada violenta. Italian gangsters
no apunta a la crítica de una época ni tampoco crea una conexión con la mafia
actual a fin de promover una reflexión. Renato De Maria prefiere indagar en la
mafia italiana de forma contemplativa. El director inclusive cede a que las
mismas biografías de estos personajes reales por sí solo se rediman. La
película termina con una serie de epitafios. Son los mafiosos que pasaron una
corta o larga temporada tras las rejas, tiempo que les sirvió para curar sus
resentimientos, volcando sus fantasías a rutinas por fin divorciadas de la
violencia. Es el caso de uno que se volvió un pintor e incluso ganó algunos
premios por su arte.
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