El inicio de Joy (2015) es de veras desmotivador. Su
protagonista principal, una modesta trabajadora, está rodeada de personajes
deprimentes. Una madre adicta a la televisión, un padre con problemas
financieros, un ex esposo viviendo en su sótano, y ella con dos hijos pequeños
y una casa qué sostener. El cliché está salpicado por todas las paredes. Pero eso
no es todo. De repente, una especie de epifanía se manifiesta en los sueños de
Joy (Jennifer Lawrence). Su subconsciente le ha hablado y le ha brindado una
confianza que le será necesaria para emprender su nueva faceta. Tal parece que
la historia está decidida a vendernos un material motivacional. No es la
primera vez que David O. Russell recurre a un relato convencional. Tanto El luchador (2010) como Los juegos del destino (2012) son fórmulas
conocidas, en donde vemos a personajes levantándose de entre sus carencias o
depresiones. Con excepción a Estafa americana (2013), se podría decir que las películas de Russell de los
últimos seis años han dependido de su cast de actores. Esto, sin embargo, no
resulta para su última película.
Ni Lawrence ni De Niro
ni Cooper son motivación suficiente para alzar una historia que no posee un
carisma ni una vitalidad suficiente. Joy apunta
para ser un cargado drama con un conducto optimista, muy a pesar, no parece vigorizar
ese carácter que incluso invita, por ejemplo, el sobreendeudamiento de su
protagonista o las tensiones y resentimientos que tiene esta misma hacia su
padre y hermanastra. En su lugar, prefiere ser dócil. Su misma narradora, la
abuela de Joy, es signo de decaimiento de energía. Jennifer Lawrence es de
hecho una actriz de gran potencial dramático. Esto no se manifiesta. En su lugar, lo que mantiene a flote a Joy son los momentos en que la historia decide
virar a una anécdota sobre patentes. Es el capitalismo facturando ante la
inexperiencia. David O. Russell, muy a pesar, no deja de filtrar cuotas de un
buen emprendedor o capacitador motivacional. Pueda que sirva en la realidad. En
la ficción, simplemente aburre y no funciona.
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