jueves, 19 de mayo de 2016

Semana del Cine Francés: No es mi tipo

Lo atractivo de No es mi tipo (2014) es que vemos desarrollar una historia de amor en dos idiomas, a consecuencia de la naturaleza de los implicados. Aquí los amantes son un filósofo y una peluquera. El primero es un citadino con grandes pretensiones académicas; la segunda es la habitante de una localidad rural asociada a una rutina mesurada. A medida de esto, vemos el relato romántico bifurcándose. Por un lado, inclinándose a un romance cerebral y afrancesado; mientras que, por otro lado, haciéndose una evocación al romance edulcorado como el que impartiría cualquier adaptación en Hollywood. Mientras que un perfil de la trama intenta explicar la personalidad de Clément (Loic Corbery) mediante un lenguaje discursivo y subjetivo, el otro perfil hace lo mismo por Jennifer (Émilie Dequenne) mediante un lenguaje común y objetivo. Clément habla del amor en base a lo que piensan sus héroe filosóficos; Jennifer hace lo mismo en base a lo que dictan las letras de sus canciones pop favoritas.
No es mi tipo ata estos dos dialectos. El director Lucas Belvaux, citando las palabras de Jennifer (la de nombre tan estadounidense), realiza un “filme francés para disfrutar con palomitas de maíz”. En este sentido, la película tiene esa lógica de crossover; el encuentro de dos mundos distintos, pero que por cosas del destino se unen en un mismo universo y funcionan, aunque provisionalmente. Este filme romántico no apela a una lógica ying yang sobre personas complementándose. Aquí no solo hablamos de personalidades distintas, sino también de personajes asociados a un lenguaje distinto. Curiosamente, los momentos en que contemplamos a la relación en armonía es para cuando uno de ellos invita al otro a su mundo. Muy a pesar, nada de esto es de forma definitiva. No es mi tipo por momentos padece por culpa de esa misma volubilidad; sin embargo, sus personajes logran conmover, especialmente para cuando actúan por separado. 

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