martes, 3 de abril de 2018

Cinéma du réel: The Waldheim Waltz

Hasta el 15 de abril la plataforma de Festival Scope presenta de forma gratuita una selección de documentales presentados en el festival de Cinéma du réel. No se lo pierdan que hay una interesante selección. Aquí una crítica a una que no deben dejar pasar.

¿Por qué rememorar un acontecimiento “saldado” que ocurrió tres décadas atrás? Al margen de los compromisos coyunturales específicos que desee ligar la directora con este documental, existe una razón universal que no precisa de excusas para volver a desenterrar una vieja vergüenza. Waldheims Walzer (2018) clama por un llamado urgente a la memoria. La regresión a una temporada infame de la política austriaca, más allá de repasar un evento puntual, es ejemplo del porqué la Historia y la humanidad deben de tener un vínculo eterno bajo una dialéctica constante. La memoria no reconoce eventos saldados. La historia no deja por concluido ningún hecho. Kurt Waldheim, ex Secretario General de la ONU durante la década del 70 y además ex oficial vinculado con el nazismo que tuvo protagonismo en la deportación de tantas vidas humanas que fueron a parar a los campos de concentración durante la Segunda Guerra Mundial, si bien ya no forma parte de un presente, su trayecto político no ha dejado de ser tema pendiente.
Ruth Beckermann, a través de este documental construido íntegramente por material de la época que nos asienta a las fechas previas al dictamen final de las elecciones presidenciales de 1986 en Austria, narra los instantes de la campaña de Waldheim, entonces candidato al cargo presidencial, y la campaña en su contra que se originó a raíz de la revelación pública de su pasado. El fin de la Segunda Guerra hacía poco había conmemorado su 40 aniversario, sin embargo, un personaje con credenciales nazis estaba a un paso de gobernar uno de los países más golpeados por el exterminio sometido por el Nacional Socialismo Alemán. Waldheims Walzer hace una identificación de juicios viles y negligentes. En principio, el mismo Waldheim, negando sin rubor un pasado terrible, ciñéndose a su rol de candidato de derecha popular, conservador, padre de familia, cristiano y amante de los caballos. Es un cinismo a alta escala a vista del mundo espectador, el cual, en continuación, revela una negligencia compartida por dos sectores: la constitucional y la pública.
Es acertado cómo este documental congrega las voces y perfiles que componen toda marcha electoral: los medios de comunicación, la pronunciación internacional, tanto la oficial como de opinión especializada, compuesta en gran parte por la comunidad agraviada, y además la polarización del público electoral, el que a fin de cuentas será el que otorgue el fallo final. Lo cierto es que la negligencia se manifiesta en dos sectores. Lo constitucional que hizo caso omiso a las credenciales de un villano que increíblemente fue delegado de la ONU; lo público o el electorado que manifiesta una proporción que ha heredado el antisemitismo. Waldheims Walzer reconstruye una temporada de una manera que luce contemporáneo o, por lo menos, un pasado no muy lejano. Ruth Beckermann subraya esa carencia, el de una memoria fresca representada por una colectividad superior que sepa actuar con coherencia en los instantes en que se pisotea la dignidad humana, imponiendo respeto por lo que es irreparable y no tendría que repetirse. La idea de hacer regresión a ese período es el de anticipar a una catástrofe moral similar que nunca reconoció las disculpas o castigó a sus actores.

Mira gratis The Waldheim Waltz en este link previa suscripción (solo subtítulos en inglés disponibles): http://bit.ly/2Ira67T

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