jueves, 3 de mayo de 2018

8va Semana del Cine Francés: Barbara

En La Venus de las pieles (2013), Mathieu Amalric interpreta a un guionista que ha encontrado a la actriz que pueda encarnar a la heroína de su pieza teatral, mujer ficticia que representa su filia por un deseo que en la vida real reprime. En este filme de Roman Polanski vemos la historia de un hombre fabricando una obra teatral que purga, satisface su deseo y de paso renueva su memoria. Es decir, es el autor concibiendo una creación para propio goce. En continuidad a este propósito, Barbara (2017) es un biopic en donde el mismo Amalric retrae este tema al interpretar dentro de su película a un director insinuando su afición por la desaparecida cantante francesa. Es un filme que por momentos da la impresión desatiende a conciencia su condición biográfica para ser un filme sobre la devoción personal. Y hay más. Es a partir de su alusión metaficcional que el director también recrea la “afición” en proceso.
Así como sucede en el documental de Jim y Andy (2017), en Barbara vemos a una actriz mimetizándose en el rol del personaje. A Brigitte (Jeanne Balibar) no solo la vemos aprendiendo sus líneas y canciones de Barbara, sino también inclinándose a ese rol de diva. La realidad y la ficción se confunden a partir de su presencia, en donde la vemos personificando a la cantante tanto dentro como fuera del plató. Mathieu Amalric descubre dos formas en que se teje el gusto por una personalidad y su producción. Los comportamientos de un director y una actriz, a través del fanatismo (y lo platónico) y la representación, no solo van provocando un tributo, sino que también van colaborando en la biografía, claro que bajo un orden atípico. El director y actor francés ya antes había realizado en La habitación azul (2014) un melodrama orientándose al drama criminal bajo una argumentación no tradicional.

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