La película de Ulrike
Ottinger parece ser un punto medio entre el cine de Werner Schroeter –el de la
década de los 70– y la próxima Christiane
F. (1981), de Udi Edel. Ticket of No
Return (1979) narra la ruta alcohólica y autodestructiva de una hermosa
mujer que es ajena a Berlín. Es el retiro a una ciudad desconocida que le
permitirá inclinarse a sus anchas ante ese vicio que le fascina, en pie de
reconocerlo como única meta. Para esto, Ottinger, por un lado, asiste a una
narrativa performativa. Es la cuota artística de la directora, anteriormente
dedicada a la fotografía, para representar un discurso, en este caso, de
liberación. Estamos viendo pues la historia de un escapismo social. Es mediante
la composición artística y la disertación que se define una postura y un
retrato inusual, como el que emprende Schroeter en una película como La muerte de María Malibrán (1972), una
suerte de alegoría biográfica y hermética a la cantante de ópera. Por otro
lado, está el reconocimiento a un panorama cultural marginal, los espacios de
un Berlín ajeno, aunque exótico. Vemos personajes, calles y vicios que son desproporcionales
a la fantasía de la capital alemana. Es la cuota estimulante y transgresora, y
más enfátizado en Christiane F.
Se entiende de
inmediato por qué Ticket of No Return
se define como cine de culto. Su sola premisa argumental ya es una excusa para
colocarla en ese podio. El destino suicida de su protagonista tiene mucho
sentido en una época con ansias de liberación. No estamos tratando aquí con una
personalidad depresiva, motivaciones que, por ejemplo, sí obligan al
protagonista de El fuego fatuo (1963)
a ajusticiarse, personaje que estudia su pasado y la realidad de su vicio para
llegar a ese dictamen. Aquí más bien tenemos a una mujer que ha tirado a la
borda cualquier comportamiento rutinario. Hay una negación total a las
normativas sociales o tradicionales. Es similar motivación por la que transita
el personaje de la clásica de culto australiana Wake in Fright (1971), aunque sin asumir una actitud derrotista. Ticket of No Return nos presenta a una
mujer rica que en ningún momento no duda al deseo de libar. Si hay alguna
incomodidad en su ruta, será el de la compostura, la corrección fijada en la
ciudadanía promedio. Por algo toma como cómplice a una indigente y no evade los
bares más inmundos. Existe una necesidad por perderse en esos tugurios y con
las personas “correctas”. Es una perdición a conciencia.
Bilnis einer Trinkerin está curado por el Festival de Berlín. Puede verse la película gratis aquí: https://bit.ly/2U0TM5R
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