La directora Natalia Maysundo realiza un documental en virtud de reconstruir el pasado de un territorio asediado por los efectos de la guerra entre Perú y Chile, y de paso interrogar qué tanto de esa memoria histórica es reconocida por las nuevas generaciones. Las cautivas (2022) parte de la premisa de una mujer cuestionando su identidad, a propósito de que sus bisabuelos fueron unos de los tantos habitantes de Arica que finalizada la guerra del Pacífico experimentaron la anexión forzosa al territorio chileno. ¿Eso la convierte en chilena o peruana? ¿Es que acaso la identidad nacional se define necesariamente mediante una cuestión geopolítica? Son consultas que, si bien se plantea a sí misma, Maysundo no se conforma a dar con esas respuestas únicamente desde el terreno de lo personal. La idea de exponer su caso es apenas un punto de partida para consultar cómo vivieron ese trauma los otros bisabuelos y qué opinan al respecto los otros bisnietos. Es decir; rememorar su historia o consultar sobre su identidad a partir de los testimonios de sus similares. Este es un documental que nos presenta a una comunidad con una fuente histórica en común, pero que no necesariamente comparte una misma versión.
martes, 11 de octubre de 2022
9 Festival de Trujillo: Las cautivas
Lo interesante de Las cautivas
es que usa más de un modo de representación para organizar las fuentes
históricas y los testimonios de sus entrevistados. Es una película que además
de orientarse a lo documental, se vale de argumentos de ficción, uno teatral y otro
más simbólico o performativo. Esto definitivamente amplía las perspectivas o
duplica los métodos para reavivar la memoria y, por qué no, concientizarla.
Esto último es importante. Maysundo se vale de un procedimiento que, por
ejemplo, emplea el estadounidense Robert Greene, director de documentales muy
interesantes. En Bisbee ’17 (2018), el director se asienta en la ciudad
de ese mismo nombre ubicada en el estado de Arizona a fin de convocar a un
grupo de actores que puedan representar un evento histórico infame de esa
comunidad acontecido en el año 1917. Previo a la representación, Greene
entrevista a sus actores, consulta sobre sus identidades, oficios y
aspiraciones para luego indagar sobre qué saben de la deportación a más de 1000
mineros inmigrantes, quienes de un momento a otro perdieron sus propiedades y
de paso sus identidades. Es una formalidad o aproximación para dar con una
encuesta respecto a qué tanto se sabe de la historia de una comunidad a la que
formas parte.
Maysundo coincide con ese
mecanismo. La directora entrevista a los actores de sus secuencias ficticias con
intención de indagar sus versiones de la historia, qué saben sobre esa guerra,
sus antecedentes y consecuencias, así como los efectos que tuvieron en sus
familiares y qué opinan de ello. Las cautivas revisa la historia, pero
no deja de consultar o cuestionar qué dice el presente, las nuevas
generaciones. Las respuestas son diversas. Sería injusto confirmar un consenso.
Claro que eso queda como preámbulo, pues lo benefactor es que estos mismos
entrevistados, los que conocían, así como los que ignoraban esos retazos
históricos, tendrán una nueva perspectiva histórica —o capaz empoderarán la que
ya reservaban— consecuencia de su experiencia en un terreno ficticio. Ahora,
este es un efecto indiscutible en Las cautivas. No hay duda de que los
actores de este montaje tendrán un nuevo concepto sobre los efectos de la
guerra entre Perú y Chile. El hecho es que en la película de Natalia Maysundo no
se atiende o busca ese cambio, algo que sí sucede con Bisbee ’17 o en The Act of Killing (2012), de Joshua Oppeheimer y Christine Cynn. Ambos
documentales, previo a realizar su etapa testimonial, ponen a actuar a sus
entrevistados con el fin de hacer un primer plano a sus reacciones. En sendas
películas, somos testigos sobre cómo la experiencia desde el terreno de la
ficción incomoda, conmociona y, finalmente, “revierte” conceptos que
inicialmente, en su etapa oral, algunos presumían. Es un efecto que de seguro suscita en Las cautivas, pero pasa por alto al no registrarlo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario