domingo, 1 de junio de 2014

4 Festival Lima Independiente: E agora? Lembra me (Competencia Internacional)

La memoria es el corazón en E agora? Lembra me (2013), siendo la agonía y la rutina placentera –aunque fugaz– de Joaquim Pinto, su director, las que componen ese modo de función aceleradamente pretérita, aunque inmortal. Desde la contemplación a una babosa arrastrándose en el fango, a la crianza y regado del vegetal inerte (alimento que siembra esperanza), pasando por el jugueteo diario con una pequeña jauría, a los escasos encuentros sexuales, ya casi difusos para la fragilidad física de Pinto; son acciones evocativas convertidas en fuentes fílmicas, pruebas fervientes de que “todavía existe” el personaje de Pinto, uno que lucha por recordar, por reclamar su propia memoria. “Ser” para ser. Joaquim Pinto, a medida que documenta su lucha personal contra una enfermedad, va recogiendo una serie de eventos que son curiosamente contrarios a la realidad trágica que padece. Es pues su estadía en un huerto portugués, lugar que hace una referencia simbólica al beatus ille, espacio que lo aparta de ese “mundanal ruido” y lo transporta a esos instantes absolutamente valiosos y marcados de una felicidad minimalista. Hay, sin embargo, un calendario que siempre lo absorbe a la fatalidad.
Pinto cada cierto tiempo se moviliza rumbo a España, espacio donde será bombardeado por una serie de test y se le dispondrá una ración de medicamentos. Es entonces cuando se recuerda nuevamente al paciente que padece una enfermedad terminal, se dan a relucir sus efectos secundarios, y ese regocijo fruto del campo se traslada a un plano del pasado. Es la alegría y la memoria que se diluyen, una que incluso Pinto sufre en su mismo albergue paradisiaco a cada que lucha por armar un monólogo equilibrado o cuando de pronto el desgaste físico entra en crisis.  E agora? Lembra me, en medio de las escenas optimistas, reluce con dureza el quiebre corporal y sobretodo emocional. Pinto se desespera por recordar, trata de citar lo que ha hecho hace algunas horas o en días atrás. Joaquim Pinto sigue la senda de Chris Marker y Jonas Mekas sobre el diario vuelto documental. Su producto como una serie de notas, apuntes, videos, filmes que parecían extraviados, amigos que ya no están. Es el “reencuentro” cinéfilo con personalidades como Joao César Monteiro o Robert Kramer. Pinto también quiere dejar su legado.

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