viernes, 3 de octubre de 2014

La canción de tu vida (o Begin again)

Con un estilo más ilusorio, el director John Carney replantea una nueva versión de Once (2006), película que hacía que lo romántico se convierta en una idea utópica, cuestión que nada tiene que ver con la definición de amor platónico. Begin again (2013), al igual que la película citada, pone en foco a dos personas adultas que llevan un plan de vida ya realizado, cuestión que será prescindible para la resolución de la historia. Un productor musical y una compositora amateur coincidirán un día de forma casual. Es el encuentro que se expresa como un chispazo mágico, aunque con una situación dramática-realista de fondo. Ambos personajes pasan por un momento crítico en sus vidas. Será pues su sociedad musical una suerte de mutua terapia, una que a vista del espectador va provocando esa idea que va naciendo algo romántico.
Carney, sin embargo, prefiere una historia menos fantasiosa. Entre la pareja existe la buena química, las pequeñas rencillas, los jugueteos, esas inclinaciones de “quién de nosotros toma el primer paso”. Existe más de un motivo para visualizar un romance. Begin again, para su bien, no cae en dicha trivialidad. Cuando se trata de relaciones de pareja parece que Carney prefiere antes lo situacional por lo emocional. No hablamos aquí sobre una historia del amor frustrado o imposible, sino la consecuencia de una reacción adulta antes que juvenil. Keira Knightley y Mark Ruffalo interpretan a un par de personajes que dentro de las miradas y leves silencios parecen estar conscientes de esa diferencia entre lo pasajero y lo perdurable. Al igual que Once, los protagonistas saben de sus emociones y conscientemente parecen ir minando ese amor que no debe ser.

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