Al igual que en El hijo (2002) de los hermanos Dardenne,
Apprentice (2016) inicia con una similar
intriga. Un hombre sigue con cierta distancia a otro, solo que en esta ocasión
es más bien el aprendiz quien reconoce al maestro como el perpetrador de un
evento violento que aconteció años atrás. El filme de Boo Junfeng relata la
historia de Aiman (Fir Rahman), un joven guardián que luego de instalarse en
una penitenciaría malaya conocerá a Rahim (Wan Hanafi), el ejecutor de los
condenados a muerte en dicha institución. A pesar de la relación cordial que se
va estableciendo entre ambos personajes, una incertidumbre se va germinando,
tal vez un posible resentimiento a propósito de un secreto que el aprendiz oculta
no solo a su nuevo jefe directo sino incluso a toda la institución.
Apprentice es un filme que se nutre a partir del dilema y cuestinamiento moral que llega del propio Aiman (y su intención por redimir su estirpe) y que se extiende al razonamiento sumamente estricto de las normativas estatales aplicadas en los penales. La ópera prima de Boo Junfeng, así como gran parte de la fílmica de los Dardenne, explora los comportamientos morales que se tornan impredecibles dentro de sociedades que modulan los conceptos preliminares.
Apprentice es un filme que se nutre a partir del dilema y cuestinamiento moral que llega del propio Aiman (y su intención por redimir su estirpe) y que se extiende al razonamiento sumamente estricto de las normativas estatales aplicadas en los penales. La ópera prima de Boo Junfeng, así como gran parte de la fílmica de los Dardenne, explora los comportamientos morales que se tornan impredecibles dentro de sociedades que modulan los conceptos preliminares.
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