sábado, 6 de mayo de 2017

T2: Trainspotting

Como era de esperarse, la reunión de los chicos de Edinburgh reaviva asperezas –a propósito de lo que quedo pendiente– y sin querer sus protagonistas se abren camino a una redención personal; típica consecuencia de los “reencuentros”. Argumentalmente, es una película que no hallaría gran motivación alguna de no ser por una excusa. Es gracias a su carácter nostálgico que Trainspotting 2 (2017) resulta una idea entusiasta, ya sea por el retorno de los personajes de ficción, como por las remembranzas de estos, siendo la mejor de estas las notas en voz alta de “Spud” (Ewen Bremner). Danny Boyle mientras tanto no deja de expresarse mediante su estética estridente, además de técnicas visuales que facilitan a que la historia proceda su curso. Final digno; ni triunfal ni fracasado.

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