viernes, 30 de junio de 2017

7 Lima Independiente: Ejercicios de memoria

El edificio de los chilenos (2010) reúne una serie de testimonios en primera persona, a los que se incluye el de Macarena Aguiló, una de las codirectoras de este documental. Las testificaciones narran los recuerdos de niños, ahora adultos, que vivieron por años alejados de sus padres, miembros del MIR, exiliados a fuerza durante el Chile de los 70. Más allá de hacerse remembranza sobre una conciencia política, este filme revela un retorno a recuerdos dolorosos, a propósito de una orfandad justificada por los ideales de una sociedad, orientándose a la aprobación o al resentimiento de sus receptores. Ejercicios de memoria (2016) toma similar premisa. Aquí también los niños ahora son adultos y sus testimonios componen un documental que hace retrato de otra dictadura. El hecho es que estos niños, en lugar de “esperar”, acompañan a su padre a la clandestinidad, convirtiendo sus memorias en tiempos de incertidumbre.
La directora Paz Encina convoca a los hijos de Agustín Goiburú –un influyente opositor político durante la dictadura de Alfredo Stroessner– para capturar sus recuerdos de infancia, tiempos que coincidieron con la dura persecución de la que fue presa su padre. En distinción a El edificio de los chilenos, la directora paraguaya no apela a una entrevista frontal, sino opta por un discurso evocativo. En el filme se oyen las voces en off de los hijos de Goiburú, mientras una serie de imágenes nos fotografía el contexto de dicha clandestinidad, postrándonos por momentos a un plano bucólico. Ejercicios de memoria emula un dictado melancólico y detallado sobre una infancia que se sorteaba entre el juego de niños y la inquietud de estos ante la posible desaparición del patriarca, sumándose además algunos relatos de los fracasos ejecutados por la oposición dentro de una dictadura que todavía tenía para su alargue.

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