A primera vista, la película de Manque La Banca parece reducirse a una serie de trivialidades en torno a la ciudad de Bariloche, Argentina, espacio merecedor de un foco turístico reconocido internacionalmente gracias a su geografía natural plagada de nevados ideales para el deporte propio de las clases privilegiadas. Esquí (2021) se presenta a modo de un documental que no se satisface por encasillarse a los antecedentes o eventualidades específicas que surgieron dentro de este contexto. Su información va saltando de temas, surtiendo entrevistas, generando curiosidades, intentando describir o provocar un consenso sobre qué es Bariloche. Dentro de toda esa mistura, hay algo que es claro. Toda esa fauna civilizada descrita es la que nos va dando un claro rasgo de que estamos ante una ciudad turística desasociada al escenario latinoamericano. Capaz con ironía es que La Banca emprende su película con un idioma ajeno a los locales. “Este lugar es más europeo que argentino”. Es, sin embargo, una inclinación cómica, pintoresca y atractiva. Eso hasta que sucede un primer quiebre. Un cuerpo sin vida flota en el agua. Es a partir de aquí que comienza a sembrarse una discordia que vulnera la apariencia paradisiaca de Bariloche. Esta es una película que va preparando terreno para algo oscuro.
viernes, 21 de octubre de 2022
3 Lima Alterna: Esquí (Regiones Salvajes)
Esquí sugiere una realidad difusa
dentro de toda esta información que mezcla el documental con la ficción, el
cine dentro del cine, el encuentro entre el testimonio histórico y el mítico, y
que tiene de comedia como de fantástico. Son varios registros y
representaciones las que adopta La Banca. Es un cine collage. Claro que,
ciertamente, un aura enigmática se va apoderando de la película. Personas
desaparecidas, muertes no explicadas, almas en pena. Son distintos los recursos
que nos hacen creer que estamos ante un capítulo extendido de Misterios sin
resolver. Pero, de hecho, es mucha más seria la cosa. Esquí retrata
un espacio maquillado de orgullo geográfico y que supura una gama de dolencias
que retumban desde la memoria histórica hasta la actualidad. Manque La Banca
hace una curiosa reflexión sobre el conflicto de tierras entre la comunidad
mapuche y los propietarios inmobiliarios, en su mayoría, extranjeros. Esta es
una historia real y de terror, tal como lo venía presumiendo este relato, el
cual, una y otra vez, citaba injurias impunes contra los locales. Este acto
repetitivo no es más que una fórmula que deja en claro la tradición del
destierro de las poblaciones naturales, hoy víctimas de un ataque mediático
entendido como un discurso que disfraza —como cierto cine contemporáneo— una ofensa
histórica.
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