Dos clásicos documentales se me vienen a la mente. El más inmediato es Cien niños esperando un tren (1988), de Ignacio Agüero. En esta película, vemos a la educadora Alicia Vega dictando un taller de cine dirigido a niños procedentes de una comunidad pobre. Sus alumnos que no pasan los quince años, salvo por uno, nunca han ido al cine. En un aula provisional descubrirán el cine, aprenderán su lenguaje, los utensilios esenciales para su realización y, finalmente, simularán su propia película. Al margen de la diferencia de presupuestos, el proyecto de Vega y el del emblemático Edgar Reitz, autor de la célebre teleserie Heimat, coinciden en estimular el desarrollo creativo e independiente de sus respectivos alumnos. En Subject: Filmmaking (2024), realizado por Jorg Adolph y el mismo Reitz, un documental que hace remembranza a otro documental producido a finales de los 60 en Alemania —el de un joven Reitz inculcando la materia de cine a un grupo de niñas con el fin de que la educación pública pueda integrarla al programa escolar como una asignatura independiente—, se rescata una labor educativa interesada en incentivar en niñas su expresión artística, lo que por naturaleza nace para cuando deseamos contar algo. Para ello, Reitz por entonces se dispuso a ayudar a sus aprendices a reconocer el lenguaje del cine. Su estrategia se distingue a la de Vega. Aprovechando la previa experiencia de las niñas frente a la pantalla grande, su curso dependió mucho del ejercicio dialéctico.
jueves, 22 de febrero de 2024
74 Berlinale: Subject: Filmmaking (Berlinale Special)
Me
resulta muy importante subrayar ese último punto. Estamos ante un tipo de
instrucción que recoge testimonios y los guía a lo teórico. La construcción
personal se convierte en punto de partida para llegar al conocimiento, en este
caso, del cine. Eso me lleva a ese otro documental. En Crónica de un verano
(1961), de Edgar Morin y Jean Rouch, los directores hacen una encuesta a extraños,
comunes transeúntes parisinos, a principio, intimidados por la invasión de la
cámara, luego, sincerados por la persuasión de las preguntas. Es el tránsito de
una postura impostada al comportamiento de una persona real o no actor. ¿Dónde
está instrucción del cine? Como cierre de su experimento, los directores
proyectarán a los encuestados la película. Entonces ellos reflexionarán en
torno a lo visto. Se debate la película: ¿ficción o realidad? A medida que defienden
su postura desde su rol de espectadores, aprenden que el cine o lo representado
siempre es producto de una experiencia o representación personal. Volviendo a Subject:
Filmmaking, en este se reúne la clase de cine 55 años después. Cual Morin y
Rouch, el profesor Reitz proyectará a sus antiguas alumnas ese documental que
protagonizaron. Se funda así una clase complementaria a la del pasado. Los
cortos realizados por esas niñas en clase son evidencia que el cine es proyector
de testimonios personales, incentiva lo reflexivo y dialéctico, sea desde un
plano personal como colectivo, y, adicionalmente, es memoria. En síntesis, valida
la sentencia del epígrafe que inspiró a Edgar Reitz a emprender su aporte pedagógico:
el cine como una importante herramienta para la educación.
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