Willy (Sayyid El Alami) y Jojo (Amaury Foucher) son dos amigos inseparables. Tal vez su conexión nació por la pasión hacia el motocross. Jojo es uno de los favoritos en conseguir el triunfo en una importante competencia dentro de su comunidad; mientras tanto, Willy es su animador más apasionado. La Pampa (2024) inicia con una prueba de fuego. Jojo cruzará una vía de doble sentido a toda velocidad desde su moto. Willy intenta frenarlo, pero su compañero sigue su instinto. En cierta perspectiva, esta secuencia predice lo que pasará en esta historia. El director Antoine Chevrollier, por un lado, nos presenta el caso de un vínculo amical férreo, y, por otro lado, el peligro al que se expone cuando alguien sigue su naturaleza. No estamos ante un coming of age, sino un drama enfocado a un conflicto en específico. Jojo tiene una relación clandestina con otro hombre. Gran dilema tomando en cuenta estamos inmersos en un escenario conservador y porque la persona en cuestión es una inesperada. Willy, accidentalmente, será testigo de ese idilio. A partir de ese momento, será amigo y cómplice de un secreto. Esta es una película con un aliento esperanzador en medio de tanta exhalación putrefacta, pues seremos testigos de cómo la decencia y el respeto se empodera, mientras que la hipocresía y la ignorancia se hunden en el fango.
lunes, 20 de mayo de 2024
Cannes 2024: Block Pass (Semaine de la Critique)
La
Pampa es una historia con una conciencia ejemplar. La
amistad se perfila como un don que repele todo tipo de ofensas. Willy
tranquilamente podría ser vulnerado o persuadido a traicionar a su amigo, sin
embargo, este se mantiene dentro de su compromiso. Ahora, esto no solo se basa
en un acto por remunerar el aprecio hacia alguien. Willy manifiesta
pensamientos o comportamientos que lo separan, por ejemplo, a esos otros amigos
no dignos de seguir. Este es un personaje con una base moral firme. Su
orientación está guiada por sus sentimientos, razón y solidaridad. Para la
última parte de la película, Willy parece actuar no mediado por sus deseos,
sino por los ajenos, aquellos que rinden culto a esa amistad que tanto aprecia.
Es una persona con cierto aire de abnegación. Algo que, curiosamente, contrasta
con su otro perfil, aquel que manifiesta en la intimidad de su hogar. La
Pampa divide su película en dos dramas: la que enfrenta Jojo públicamente y
la que enfrenta Willy en casa. Este segundo resulta convencional respecto al
primer drama. A pesar de que ambas situaciones tienen un protagonismo
equilibrado, no se gesta una atracción igualitaria. Willy como el hijo rebelde
a causa de un luto no superado se me hace artificioso, un complemento
secundario como lo es su relación “situacional” con una muchacha.
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