viernes, 8 de noviembre de 2019

5 Semana del Cine ULima: Cinema Express

La película de Renzo Leyva inspira su historia a partir de la experiencia de unos cineastas nóveles. Un grupo de universitarios tendrá que realizar a contrarreloj un filme para postular a un concurso, y es consecuencia de esta eventualidad que se desmantelan las incidencias, dudas y conflictos que surge entre sus miembros durante su “corta” convivencia. Lo cierto es que previo a las secuelas, los protagonistas de este filme dejan en claro una vacilación o cuestionamiento frente al oficio que ejercen. Cinema Express (2019) inicia con la percepción de una inapetencia general. Más allá del cansancio producto del madrugar, la desmotivación está extendida en el ambiente. Desde cuestiones personales hasta banales, son las que invitan a repensar a estos jóvenes que tal vez el oficio de cineasta no compensa esfuerzos como el hacer una película en 24 horas. Entonces, ¿qué los retiene?
Cinema Express es un tributo al cine desde una perspectiva apasionada. De alguna forma, todos los personajes introducidos en este pequeño universo –al que se incluye el pesado director “consagrado”– se sostienen de su pasión por la ficción a fin de lidiar con los actos reales. Es su amor hacia el sentido artístico –sea de visión comercial o de autor– lo que los sostiene ante cualquier hecho precario, a veces incontrolable. Es decir, la historia retrata a un grupo de obstinados, personajes ejerciendo resistencia ante una serie de hechos que tienen que mediarse a fin de poder concretarse la película, la gran motivación de los protagonistas y del filme. Ahora, Renzo Leyva no se inclina al razonamiento discursivo, por ejemplo, obligando a que el director de su historia, al mejor estilo francés, se explaye justificando su visión del cine.
En su lugar, son las propias películas, la cinefilia, la que motiva, la que genera consensos y pone en marcha el proyecto o aventura fílmica. Un momento ejemplar es cuando un instante de anarquía, en lugar de provocar el caos o el derrumbe de la sociedad, encumbra en una serie de improvisaciones que emergen producto de las filias audiovisuales que hacen alusión al serie B, el policial o el subgénero zombi. Adicionalmente, y en paralelo al contenido del argumento, Cinema Express no deja de revelar marcas, tópicos e incluso clichés propios de una conciencia cinéfila. El blanco y negro, la alusión a Bob “el silencioso”, el testimonio muy de la nouvelle vague sobre primeros autores planificando en el proceso, son una serie de caminos y formalismos que dan pauta al gran estímulo de la película.

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