martes, 21 de julio de 2020

Hulu: Palm Springs

Palm Springs se estrenó hace unos días en la plataforma de Hulu. Aquí mi crítica:

La ópera prima de Max Barbakow inicia con la última parte de Groundhog Day (1993), un clásico de la comedia romántica dirigido por Harold Ramis. En ambas películas, los protagonistas masculinos están confinados a vivir día a día el mismo día. Para el personaje que interpretó Bill Murray, dicho tramo es el principio de su final; para Nyles (Andy Samberg), es el principio de un nuevo quiebre dentro de su encierro. Los dos ya han pasado por la etapa de la asimilación pesimista, el de estar a merced del tiempo suspendido, sacudirse de los vanos sentimientos suicidas y, simplemente, deciden sacarle provecho a una ventaja: calcular sus movimientos y fabricar su día de manera que las cosas funcionen. La diferencia es que Palm Springs (2020) es un Groundhog Day en donde hay más de un atrapado en el tiempo. Luego de asistir por enésima vez a una boda, Nyles conducirá por error a la joven Sarah (Cristin Milioti), una invitada de la reunión, al ojo de la tormenta. Lo siguiente, es la cadena de secuencias hilarantes producto de los impulsos desesperados y, luego, el posterior entusiasmo de Sarah viviendo el mismo día.
La primera parte de la película para Sarah es una retrospectiva de lo que vivió Nyles, en tanto, para este hombre, es el descubrimiento del fin de una experiencia que mantenía en solitario. Palm Springs acude al desarrollo de una comedia romántica mediante un proceso convencional, a pesar de estar en una circunstancia no convencional. Es decir, vemos a la pareja siguiendo un transcurso que para ellos no luce repetitivo. Su día siguiente, aunque con escenario repetido, es la continuación de su historia de amor. Esto es totalmente distinto a Groundhog Day o 50 First Dates (2004), en donde los protagonistas masculinos tenían que renovar una y otra vez sus estrategias de enamoramiento ante una mujer que los reconocía por primera vez; son historias de amor renovables. Es la carencia de innovación lo que decrece levemente el interés en Palm Springs a partir de su mitad. Al margen de un secreto de Sarah, la historia camina por lo predecible. Se desestima además el deseo por resolver lo desconocido: siempre la ciencia tiene que justificar las cosas. A pesar, la película de Max Barbakow es entretenida, incluso por mucho que reúse discursos forzadamente sosos o pesimistas que los protagonistas emplean en la materia del amor.

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