sábado, 4 de agosto de 2018

22 Festival de Lima: Temporada de caza (Competencia Ficción)

El hecho de que la historia sobre la relación crítica entre un padre y un hijo se desarrolle en un entorno retirado, le brinda al conflicto un plus dramático. Temporada de caza (2017) acontece en la Patagonia. El clima gélido y agreste, rodeado de la naturaleza –entorno de cacería trazado de fronteras imaginarias–, resulta significativo para los protagonistas, ambos dominados por una postura reticente. Luego de la muerte de su madre, Nahuel (Lautaro Bettoni), un adolescente de personalidad impulsiva, tendrá que convivir a fuerza con Ernesto (Germán Palacios), su padre biológico, a quien no ha visto en años. La directora Natalia Garagiola nos adentra en la trama de un hijo reprimiendo un luto y no reservando su resentimiento hacia su padre.
Más allá de promover la enmienda de un lazo familiar, esta película argentina está en la búsqueda de la rutina, el acto de la adaptación. No sería exacto decir que seremos testigos de personajes cambiando sus temperamentos o sus maneras de pensar. Caso el de Nahuel, vamos observando un acto de reajuste rutinario sin abandonar sus pulsiones; y esto no solo se manifiesta en la interacción con su padre, sino con cualquier otro personaje que se le cruce. Es así como somos testigos que una escena romántica termina siendo un acto frustrado, muy acorde al temperamento del joven. Salvo por unas escenas finales, Temporada de caza para bien logra evadir los sentimentalismos que serían inconexos dentro de esta situación. No hay reclamos ni tampoco descargos, solo escenas enérgicas, las que por cierto van acompañadas de una lograda banda sonora.

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