El tema de debate que surge en este documental no tiene que ver con el deseo de cambiar de género, sino más bien con el convencimiento a medias. Limiar (2020) es un testimonio de la directora Coraci Ruiz desde su posición de madre de un hijo transexual. La película en principio nos hace un panorama de las corrientes de la libertad de expresión que tocaron el entorno familiar y personal de la directora. Esta es una introducción a los antecedentes políticos de izquierda ejercido por los padres de la directora y que después se extiende a las tendencias de liberación sexual que los mismos practicaron y que hizo eco en el matrimonio de la misma Ruiz. Argumentado eso, la directora llega a su “dilema” actual: el de su menor primogénito y su deseo de transexualizarse. Se podría decir que es un nivel o hasta un territorio distinto a la perspectiva liberal que ella o su madre asumieron. Es, en efecto, un escenario que la directora está descubriendo e intenta comprender y de paso digerir. Limiar no es una película un tanto pensada para el hijo, sino para la madre y su deseo de convencerse de algo que, tal vez, la tiente a finiquitar esa tradición de un linaje con libre pensamiento.
miércoles, 25 de agosto de 2021
25 Festival de Lima: Limiar (Competencia Documental)
Es a raíz de este argumento que
se podría decir que estamos tratando con una madre que parece cuestionar su
mentalidad liberal. Y es que el ser liberal no solo implica desde el cuerpo de
uno, sino también desde el cuerpo del otro, o sea, la madre aceptando que el
hijo está decidido a cambiar de sexo. Siendo menor, Ruiz tendrá la potestad de autorizar
esa decisión. Se formulan así preguntas cómo: ¿Y si mi hijo cambia de parecer
en un futuro? ¿Qué tanto seré parte de esa responsabilidad? Es así como nace Limiar,
un documental que sirve como una búsqueda de argumentos de una madre
convenciéndose de que el escenario ha cambiado. Es así como echa una mirada a
las nuevas generaciones haciendo marchas por una nación que no discrimine la
libertad de decidir el género con el que te identificas. Es una realidad en el
que Ruiz se siente desorientada, y no solo porque aún no lo comprende, sino
porque desde su percepción de madre observa a un hijo todavía orientando su
identidad, la cual somos testigos que se reformula y cabe la posibilidad de que
ese deseo de identidad siga madurando o reinterpretándose. Ese es el gran
debate ético de este filme: el de otorgar un consentimiento a pesar de
develarse un convencimiento a medias.
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