viernes, 19 de noviembre de 2021

36 Mar del Plata: The Taking (Autoras y autores)

En una entrevista que le realicé hace casi dos años atrás a Alexandre O. Philippe, el director adelantaba su ánimo por realizar un western. Ese sería su primer largo de ficción, el cual ya tenía una idea desarrollada. Pero previo a esa primicia, confirmaba su obsesión por realizar documentales sobre sus cinefilias. Era entonces de esperar que, como antesala a esa aventura ficcional, Philippe se vería tentado a retratar su obsesión hacia el género en cuestión mediante otro documental. The Taking (2021) no está lejos a los ejercicios emprendidos por el director. Hablar de los zombis en su Doc of the Dead (2014) o de la famosa escena de la ducha de Psicosis (1960) en 78/52 (2017) fueron también disecciones a ciertas películas con el fin de adentrarse a universos y a propósito comprender cómo la ficción generaba un impacto en la realidad. En The People vs. George Lucas (2010) se observa el fanatismo de toda una generación extasiada con la primera trilogía de Star Wars, y además la rebelión de muchos de ellos contra una “traición” hacia sus preceptos originales tras el estreno de la segunda trilogía. Vemos de esa manera cómo la ficción invade la realidad y provoca reacción, uno que es fruto del apasionamiento, y que es consecuencia de toda una argumentación o sustento ficcional que logró persuadir a poblaciones.

The Taking, a primera vista, podría confundirse como el documental más serio o académico de Philippe, junto a Memory: The Origings of Alien (2019). Lo son, sin embargo, esto no quita de que sendos sean también un registro a una comunidad de frikis. Si bien no vemos a los entrevistados vestidos de vaqueros, caminando como John Wayne o tomándose fotos frente al Valle de los Monumentos, no los salva de que estos mismos son el resultado de una masa de espectadores aficionados hacia el género, la cual se crio con sus patrones y estereotipos fílmicos que, definitivamente, amoldaron sus conceptos sobre el cine y la historia de las civilizaciones en el norte de América. Ahora, el hecho de que varias de sus disertaciones desenmascaren o hasta cuestionen el discurso adverso que envolvía el cine western en Estados Unidos, no significa que hayan creado un distanciamiento o aversión hacia los mismos. La afición es una relación de amor y odio, es extraña, trasciende, no caduca, parece renovarse una y otra vez. Muchas de estas películas se repiten, son casi clichés, pero, a ojos de estos y tantos espectadores fascinados por el cine western, cada película o secuencia es distinta y su visión sabe distinta a la primera o segunda visión. Es un acto de fe el que aquí se suscita, una epifanía ante la imagen y lo que sugiere esta.

Pero ese el segundo plano del documental, el cual que no se debate e incluso hasta se intenta esconder. The Taking es un estudio a los mitos que surgen dentro de las ficciones o representaciones western. Es todo un conocimiento adherido a la imagen el cual ha trascendido producto de la repetición y, obviamente, del filtro sublime y hasta inefable que directores como John Ford han proyectado entorno a lo que hoy se conoce como el Viejo oeste. Este es un escenario con buenos y malos mezclados en un espacio abierto, desértico y pedregoso, lugar de exploración, zona de enfrentamientos violentos, ello en valor de la ocupación de nuevas tierras, así como la expansión o preservación de la civilización. Claro que esta es una teoría del cine, y no una lección de historia, y es que, salvo casos específicos, una película nunca te contará lo que en realidad significaba el enfrentamiento entre una diligencia y los indios. Entonces, Philippe convoca a eruditos del tema para reflexionar sobre el western y sus montajes, esas máscaras que ocultaban la realidad en favor de crear un nuevo mito, el que, según los propios historiadores, fue una base esencial para el nacionalismo estadounidense, pero que a su vez oficializaba el destierro de los verdaderos aborígenes.

Se va entendiendo entonces el sentido del título. El western entendido como un ejercicio de la apropiación desde distintos flancos. Es la apropiación histórica, la negación o silenciamiento, por ejemplo, de la expropiación de las tierras de la comunidad navajo. Es una apropiación física, al dejar de ser lugar de comunidades aborígenes para ser un espacio para la ficción. Es una apropiación ideológica, dado que el escenario del Valle de los Monumentos no tendrá nada que ver con el sentido primitivo que le otorgaron sus primeros habitantes y en su lugar no deja de traducirse como el recinto simbólico de una nación que logró dominar hasta el espacio más infértil del vasto territorio que hoy dominan. Por tanto, lo que un día haya significado ese lugar árido de Estados Unidos, ya no existe más. En su lugar, solo hay ficciones o abstracciones que el espectador o el turista común y silvestre creer ver en el paisaje. A consecuencia de los mitos del western, la naturaleza ha perdido su esencia y se ha convertido en un plató. The Taking podría ser una gran introducción para entender el poder del cine cuando se trata de promover una propaganda. Alexandre O. Philippe realiza un documental muy nutrido en base a imágenes que sustentan las teorías engañosas y persuasivas del cine. Claro que eso de paso genera una paradoja. Pueda que suscite un acto de cuestionamiento, pero sus imágenes, esas bellas secuencias fílmicas, no hacen más que fortalecer el fanatismo hacia western.

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