viernes, 12 de noviembre de 2021

7 Semana del Cine ULima: Petite maman

Del 12 (a partir de las 7pm) al 20 de noviembre, inicia una nueva edición de la Semana del Cine ULima. Toda su programación será online, gratuita, sujeta aforo y disponible en todo el Perú.

Tierna y cálida historia que cuenta el particular acercamiento entre una hija y su madre. Céline Sciamma crea una película en donde le otorga la oportunidad a una pequeña niña a comprender la naturaleza de esa persona que le causa daño tal vez de manera involuntaria. Es como si la directora se inspirara en un drama convencional, solo que su motivación está impulsada por una compasión hacia la víctima más frágil de ese escenario. Bajo ese sentido, su película se convierte en un acto humano, reparador y además en un gesto maternal. Petite maman (2021) retrata los días de soledad de una niña en la casa de su recién difunta abuela. La jovencita experimenta una ausencia paternal y maternal, una emocional y otra física, respectivamente, pero, en efecto, es el “problema” de mamá el que ha provocado un desconsuelo generalizado en esta familia de a tres. ¿Cuál es ese problema? ¿Cómo una niña puede comprender eso tomando en cuenta el ensimismamiento de sus mayores? Definitivamente, Sciamma entiende es un tema adulto para Nelly (Joséphine Sanz). ¿Cómo hablar o acercar a la pequeña a un terreno complejo para su comprensión? Es así como la directora decide mediar esto ingresando al escenario fantástico.

Sin ningún ánimo de crear hipótesis o ceder a las interrogantes de los apasionados por el género de la ciencia ficción, la directora promueve un giro en su trama que quiebra las leyes naturales. El encuentro con una niña de su misma edad que conocerá en el bosque cerca a la casa de la abuela, en principio, despistará a la pequeña protagonista de ese conflicto familiar que naturalmente le preocupa. Ya para cuando asimilamos la peculiaridad de los hechos que envuelven a ese encuentro, además de reconocer la identidad de esa nueva amiga, es cuando comenzamos a saber más sobre los antecedentes de su madre ausente. Es una descripción necesaria como preámbulo para que más adelante la pequeña Nelly pueda recabar en ese problema que su realidad le niega explicación y que ahora la fantasía le otorga la oportunidad. Petite maman, más allá de ser un encuentro mágico, es un encuentro significativo para una niña con tantas preguntas. No hay nada como la revisión del pasado de un individuo para comprender el comportamiento de este, y qué mejor si este mismo es su guía y además habla el mismo “idioma” de Nelly.
Podríamos decir que la realidad de su pequeña amiga es el escenario perfecto para que Nelly pueda ser orientada, algo imposible o que hubiera sido un tanto áspero averiguarlo desde su realidad misma, a manos de adultos incapacitados de ordenar incluso sus propios conflictos. Existe pues una gran diferencia entre ir descubriendo la verdad de un problema como si se tratase de un juego o de la manera tradicional, frontal, madura, cruel, lo que resultaría traumático para una menor. A propósito, es que Petite maman, por momentos, parece despistarnos de una certeza deprimente. En efecto, el conflicto de una madre no logra describirse con puntualidad. Hay mucho de suposición, detalles que no llegan a oídos de Nelly, no por ocultar, sino porque lo fundamental o necesario para la niña ha sido comunicado. Es decir, hasta en el momento de la revelación, Céline Sciamma cuida a su pequeña protagonista. Es preciso que sepa únicamente lo indispensable para calmar sus inquietudes. Ahora, otro detalle importante de este encuentro imprescindible y curativo es que no es solo un escenario oportuno para hallar respuestas, es también una suerte de lugar para recuperar la confidencia, una oportunidad para acercar y fortalecer el vínculo entre madre e hija. Hermosa secuencia de las pequeñas preparando crepes. Es la recuperación del tiempo perdido, técnicamente, desde el pasado, lo que posibilita la trascendencia de un bello recuerdo.

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