Interesante
e ilustrativo panorama de la tradición sindical en Cartagena, España. El ex
Colectivo Los Hijos realiza un segundo filme que, en un principio, asume similar
modo de registro empleado en El futuro
(2013). Luis López Carrasco graba de manera como si su cámara se infiltrase en
un encuentro social. La idea es clara: incluso en los instantes de rutina u ocio
no se puede dejar de pensar políticamente. El director gusta acercarse a espacios
y reuniones sociales a fin de explorar la conciencia social-política. En El año del descubrimiento (2020) ese
síntoma es más inmediato. Los asistentes a este documental son en su mayoría
vinculados con el sindicato de la ciudad de Cartagena; unos activos, otros
retirados. Ahora, lo importante para López Carrasco es que los límites
generacionales no sean combinados. Es decir; veremos a los jóvenes por un lado,
mientras a los veteranos por otro. Esta no es una intención únicamente
ventajosa para crear una estructura de su película. La necesidad de separar
estas mesas genera indirectamente una dialéctica entre ambas.
A
medida que vamos escuchando a las dos generaciones por separado, se va
respondiendo una pregunta crucial: ¿qué se piensa cuando se habla de sindicato
en la ciudad de Cartagena? Entre los turnos resulta así un caldo de
definiciones y sentimientos que podrían darnos un esquema que se mece entre el
compromiso férreo y el desencanto, el alcance de importantes reformas y la inutilidad
de una práctica. Lo cierto es que por mucho que se perciba una divergencia de
conceptos es claro que el oficio sindical despierta el debate en esta
comunidad. ¿A qué se debe? La respuesta está en los antecedentes históricos. Se
podría decir que ese es el preámbulo de El
año del descubrimiento, el cual, posteriormente, se centrará en los
testimonios de las personas que fueron parte de la efervescencia laboral acontecida
en 1992, un año de contradicción para la nación. Mientras que públicamente y exteriormente
se rezaba que España gozaba de un apogeo del desarrollo, miles de trabajadores
eran despedidos en la ciudad de Cartagena a propósito de la reforma del sector
industrial. Ese es el contexto histórico por el que circundan las declaraciones
de los que fueron parte de las varias huelgas que ocurrieron durante esa
temporada y que tuvieron punto alto con el incendio del Parlamento municipal.
Se
entiende entonces por qué la tradición sindical despierta emociones tanto en
los jóvenes como en los ancianos. López Carrasco reconfirma que la discursiva
social depende mucho de la eventualidad histórica. El pasado, el presente y el
futuro están en continua interrelación en este documental, lo que genera un
debate interminable del que todos se sienten cercanos y con derecho a opinar. Si
los mozuelos no fueron parte de las acciones de los noventa, sí los fueron sus
padres. Lo mismo estos padres hablan de los suyos. Es toda una cadena
hereditaria, en donde el vivir en carne propia y la memoria de pronto no tienen
mucha diferencia, dado que los jóvenes parecen haberse apropiado de esa
herencia para solventar sus posturas, ya sea siguiendo los pasos de sus
predecesores o evadiendo eso que embarrancó a varios al alcoholismo o la
depresión. El año del descubrimiento
es toda una paradoja, porque mientras se amasa lo que es una rememoración u
homenaje a un acto social heroico colectivo estos mismos actos terminaron por
encausar a un atasco emocional generalizado, un total estado de decepción,
consecuencia de una lucha sindical que fue traicionada por el parlamento
político que el mismo sindicato otorgó su voto de confianza.
Este
es un ejemplo histórico infame de la política vendiendo las utilidades de la
comunidad. Los empleados nunca recuperaron sus puestos de trabajo y la larga lucha
y sacrificios grupales y personales, en ese momento, “lucían” haber sido en
vano. En consecuencia; dicho evento genera un cisma en la conciencia laboral,
obviamente, entendible. Muchos de los sindicalistas dimitieron, otros decidieron
continuar, y a esto se suma la interpretación de los hijos. Por un lado, El año del descubrimiento es el
descubrimiento de un pasado. Por otro lado, es la revelación de un presente.
Retornando a la introducción, sucede que son varios los cismas que han dividido
a la nación española, y todos, definitivamente, responden a los antecedentes
históricos. Franquistas o socialistas, fascistas o progresistas, sindicalistas
o individuales. La película de Luis López Carrasco define a una España con
muchas divergencias, muchos retos y fantasmas por derrumbar, y aunque muchos de
estos están muy arraigados, el presente, la generación joven, no deja de
rebelar un compromiso por neutralizarla. El
año del descubrimiento tiene muchas chispas de optimismo.
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