Tras el suicidio de la escritora Carole Achache, la directora Mona Achache se obsesionará con revisar los antecedentes de su madre. Para ello, convocará a Marion Cotillard a fin de delegarle la tarea de reencarnar a la fallecida. Little Girl Blue (2023) es un documental en donde la autora le traspasa su obsesión a la actriz. Lo que veremos entonces es la transformación de Cotillard a Achache y cómo en el proceso de paso se expone el registro doloroso y reprimido que cargó la desaparecida intelectual. Mona se valdrá de fotografías, grabaciones, cartas y toda la producción literaria de su madre. Ello será suficiente abastecimiento de información para que Cotillard regrese a la vida a Carole y de esta forma la hija pueda visualizar con claridad, comprender con cabeza fría, el porqué su madre llegó a tal decisión de terminar con su vida. Ahora, este documental que coquetea con la dramatización lo valoro más bien como un documental neto. Más allá de entender los monólogos como un registro ficcionalizado, lo contemplo como el registro documental de una actriz de método dándole forma a un personaje. Little Girl Blue es interesante y educativo para los actores y actrices en formación. Ver a Cotillard despojándose de su identidad hasta apropiarse completamente de alguien ajeno que en la actualidad es solo memoria, es casi como un acto milagroso que consta en etapas, ceremonias, intentos fallidos, repaso tras repaso. Es la compleja reconstrucción de un ser.
lunes, 28 de abril de 2025
XIII Festival de Cine Francés: Little Girl Blue
XIII Festival de Cine Francés: El consentimiento
Del 1 al 11 de mayo va en Lima y provincias el Festival de Cine Francés.
El caso de abuso sexual infantil expuesto por la directora Vanessa Filho es un retrato descarnado que, curiosamente, no se sirve de la explotación gráfica. Aquí lo más perturbador deviene de una negligencia colectiva y que de hecho está en un segundo plano de la agresión en cuestión. Tan solo a principio, creemos que el mancillamiento a una niña ha sido únicamente por efecto de la verborrea de un profanador de menores y el fervor que la agraviada tuvo hacia una intelectualidad digerida como una fantasía romántica. Por un lado, un hábil y cínico escritor usando la palabra como método para atrapar y castigar a su presa. Por otro lado, el fanatismo hacia la literatura poniendo en desventaja a la joven Vanessa (Kim Higelin), quien imagina que todo lo que deviene de ese entorno es benevolente para su intelectualidad y la formación de su personalidad. Lo primero es un rasgo convencional y capaz el precedente más objetivo en casos de abusos. Lo segundo es menos notorio, pero no por eso menos frecuente. Demasiado son los hechos de menores siendo persuadidos de mano de sus aficiones, siendo varias de naturaleza inocente. Ahora, lo que interesa de El consentimiento (2023) es que decide evaluar el problema desde una perspectiva que atiende a una responsabilidad que en la última década se ha venido concientizando. ¿Hasta qué punto la comunidad puede ser parte del problema?