domingo, 7 de marzo de 2010

PREMIOS OSCAR 2010: And the Oscar goes to...



* En el presente artículo dejo de lado las críticas a la película A serious man, de los Hermanos Coen, y The blind side, de John Lee Hancock, por no haber estado dentro de nuestra cartelera.

Los premios de la ceremonia del Oscar son uno de los eventos que siempre ha estado a expectativa del público en general. Lo que podría ser una afición exclusiva de los críticos de cine, lo es también de aquellos espectadores que son asistentes eventuales de las salas de cine, aquellos que han sido llamados por una florida crítica mediática escuchada en una emisora o spot publicitario a ir a ver un filme que está dentro de sus exigentes, y tan complejos, gustos. Con lo dicho podemos inferir que si el Oscar resulta ser un atractivo del público en general, es porque se está cumpliendo los requisitos del público espectador; que su película favorita esté entre las nominadas al Oscar, y no solamente eso, sino que esté además ubicadas entre las favoritas a ganador. Por lo tanto, el Oscar se minimiza a un atractivo mediático, desplazándose así su valor primordial, el de premiar a aquella cinta fílmica que esté dentro de un valor más allá del embelesamiento maquinal; la crítica.


An education es dentro de la lista la película que tienes menos posibilidades en llevarse la estatuilla. Para cuando se confirmó el año pasado el anuncio que los premios Oscar tendrían en su siguiente ceremonia diez candidatos para la categoría a Mejor película, se me pasó por la mente que habría más de una película sobrante en esta nominación. Esto se puede deber a muchos factores, como la asistencia masiva dentro de la cartelera, una temática atractiva, la influencia de sus actores que participan dentro del filme o hasta el trayecto filmográfico del director de la película. Podríamos especular en este caso que An education efectivamente tuvo un gran consumo, no solamente en Gran Bretaña, sino en EEUU. Lone Scherfig no tiene por encima una vasta filmografía, aunque si no podemos negar que al menos dos de sus cuatro películas llevadas al cine pueden quedar para el recuerdo del espectador –nos referimos a Italiano para principiantes (2000) y Wilbur se quiere suicidar (2002) –. Luego de eso no se podría decir nada más, a menos que la presencia de Alfred Molina, y la satisfactoria interpretación de la joven Carey Mulligan hayan sido las suficientes para dar poder al elenco protagónico. An education es una débil candidata pues no cumple ni siquiera con las expectativas del público masivo. Es posible que la sobrevaloración del pueblo británico hacia la cinta fue el de remembrarse a un Londres idílico, y siempre ese es un punto débil para el espectador. No puedo encontrar otra razón para que esta película pueda haber sido candidata, a menos que Lone Scherfig, según la academia, sea una de las promesas del cine, y solo apenas está alistando terreno para sorprendernos.


Up es una película que ya está cantada como una de las premiadas. La película de Pixar indudablemente no tendrá rivales para el Oscar en la sección de Mejor película animada. Ni la excentricidad de Wes Anderson, ni el mundo de Colarine –que parece ser una idea extraviada de la cabeza de Tim Burton –serán rivales para la película de Pete Docter, aquel que años atrás ya había saboreado el Oscar con la premiación de Monster Inc., película que hasta el 2008 era considerada la mejor película entre las creaciones de Pixar. Obviamente Up se ha llevado ahora tal honor, junto además con una crítica contenta y un público que arrebató las salas. Up sin embargo no ganará la categoría de Mejor película, y no porque no se lo merezca, sino porque no es de la Academia premiar a una película en dos categorías supremas. Alguna duda a esto revisar la ceremonia del Oscar en el 2000 y el caso El tigre y el dragón (2000).


Up in the air es una buena película que trae a un Jason Reitman con ganas de querer llevarse nuevamente una estatuilla dorada. Hace un par de años Juno (2007) tuvo el reconocimiento a Mejor guión original. Esta vez Reitman de seguro busca algo más grande, como el reconocimiento a Mejor director o hasta Mejor película, premios que le fueron negados en el Globo de oro. Up in the air merece ser reconocido en una de las mejores categorías, y lo más probable es que sea en la de Mejor guión adaptado, al menos uno de los que podría alcanzar, ya que hay otras dos películas que también lidian por esta. Up in the air está dentro de las filas de las películas con sabor a indie, aquellas que muestran un buen cine sin compromisos, aquellas que tienen un sello de autor, que tratan temáticas que son universales pero a su vez personales. El tema de Up in the air tiene un plus, y es el de la situación por la que está pasando actualmente EEUU, sobre las crisis financieras, y por qué no, personales. Tocar las representaciones actuales, aquellas en la que el espectador se pueda ver representado o reconocido, son aquellas que tienen una cierta simpatía con el público. La crítica indudablemente apoya a esta película. Reitman ha alcanzado un nivel más maduro a sus dos anteriores películas, y merece estar dentro del juego, pero poco a poco se ha estado opacando por las favoritas. Ese es el cruel juego o rito por el que pasan una gran variedad de películas que son reconocidas por la Academia, pero que son negadas por la estatuilla, tal como pasó con películas como In the bedroom (2001), Las horas (2002), Lost in translation (2003), Sideways (2004), etc.


Precious: Based on the Novel Push by Sapphire es una conmovedora cinta que viene trayendo consigo una gran cantidad de premios de corte independientes, uno ellos la del Gran premio del Jurado en el último Sundance. La cinta de Lee Daniels, un director que apenas cuenta con dos películas, ha sorprendido al público por tener una as bajo la manga; las figuras de Oprah Winfrey y Tyler Perry llevándolas de la mano de sala en sala, de festival en festival. A esto hay un agregado, y son las figuras de Mo’Nique, Mariah Carey y Lenny Kravitz dentro de los roles protagónicos. A esto se suma su trama de una mujer de raza negra con sobrepeso y embarazada por su padre, negada por la sociedad y por su misma madre. Precious parece ser en parte pretenciosa ya que no toca nada nuevo, sin embargo la crudeza de su narración –es puntual por tener además una narración en primera persona lo que lo hace más veraz en sus hechos –las técnicas de Daniels, sus marcas de cinta independiente, su mezcla de imágenes como si fuese un kolash entre revista y documental de la E! Precious nunca se quiebra en sus argumentos. No muestra un dedo moral como pasa con películas dramáticas que terminan con un desenlace lleno de esperanza. Precious tiene consigo al público conmovido y a la crítica curiosa de las técnicas cinematográficas. Precious está nominada para Mejor guión adaptado, Mejor director, Mejor película y otras categorías. Precious parece acercarse más a la primera, junto con Up in the air y otro más. La interpretación de Mo’Nique es satisfactoria y debido a que Vera Farmiga, a pesar de un buen papel, no posee un peso notable, y considerando además que Penélope Cruz ya ha ganado la estatuilla del año pasado, y es casi imposible que pueda ganarla consecutivamente, entonces Precious tendría uno de los notables premios asegurados, la de Mejor actriz de reparto, y así pueda ser marginada de la categoría de Mejor guión adaptado sin resentimientos. Por qué no podría ganar la de Mejor película. Porque Precious no es una gran película, es buena.


District 9 es una película que ha causado muchas emociones en EEUU luego de su estreno. Pasado esto la euforia pasó de moda. District 9 por mi lado debería ser una de las favorítas, aunque no lo es. Muy pocos esperaban sea nominada, al menos en EEUU. Aquí la crítica ni se percató de su presencia. District 9 cuenta con una temática muy ruda y sugerente. Es además una cinta de aventuras, de acción y de un tema dramático. Está además dentro de esa complejidad de gustos del público: la de efectos especiales, cero aburrimiento, muchas emociones, debe de haber por lo menos una escena de amor que tenga además un final triste. Neill Blomkamp lleva a esta ópera prima a ser uno de los candidatos que lastimosamente podría pasar más que desapercibido. Esta sería el tercero que aspire para la premiación a Mejor guión adaptado, aunque de una vez lo comento, es más seguro que sea merecido a Up in the air. A este paso District 9 posiblemente se vaya a casa sin nada en las manos ya que en las otras categorías en la que está nominado, siempre hay una figura azulina que está esperando con las manos abiertas.


Inglourious basterds al parecer tendrá una de esas noches, como la tuvo González Iñárritu con Babel (2006) o Martin Scorsese con El aviador (2004). Quentin Tarantino es actualmente uno de los directores más controvertidos del medio, pues nunca sus películas –y especialmente esta última –tuvieron un bando de su lado. Tanto el público como la crítica lo han negado o lo han adorado. Tarantino ha visto con ojos ciegos esta indiferencia del público, y ha observado animado a sus grandes seguidores. Inglourious basterds tiene en su poder ocho nominaciones, pero ninguna, increíblemente es favorita. Tarantino podrá ser el centro de la ceremonia, el hijo rebelde de Hollywood, pero dentro de la Academia es examinado con pinzas. Son sus nominaciones a Mejor película y Mejor director las que Tarantino sí o sí debía de aspirar. El haber sido exonerado de alguna de estas era casi un reto a ese desbordante público, y además críticos, que lo defienden a capa y espada. La Academia se lava las manos cual Pilatos al ofrecer este título a Tarantino; es propuesto más no será el elegido. El que salga elegido como Mejor película será un reto a la mista tradición que posee la Academia. Es dar valor a una película que está hasta ahora en ascuas. Elegirla es negar al público que tiene en espera la noticia que ellos esperaban era obvio recibirían. Obviamente Inglourious basterds no es aquella película. Tarantino no tiene que ver con las universalidades. Esta película es un ejemplo de que tan personalista y narcisista puede ser un director de cine. Personalmente, si pudiera elegir quien debería de ganar el Oscar a Mejor película, sería Inglourious basterds y no porque pueda ser un seguidor empedernido de Tarantino, ya que en primer lugar considero su saga Kill Bill como una cinta que no ha captado mis expectativas, muy a pesar que la nombran como la mejor de QT, sino porque en verdad creo que es una de las películas que ha sido la más representativa en el 2009.


The hurt locker es una cinta de horror, de tema serio, de tema tenso. Esta es una de las películas que está entre las favoritas. The hurt locker puede ganar por muchas razones. En primer lugar por la filmografía de su directora Kathryn Bigelow, aquella que ha asumido con calidad, sin pretensiones, siempre aportando una nueva escena para el cine, aunque no dejando obras maestras en su haber. Bigelow con esta última película ha dejado un rastro profundo, específicamente en EEUU. The hurt locker tiene mucho que ver con el imaginario estadounidense, esta es un segunda razón del porqué está entre los favoritos, pues su temática toca los corazones de los que han convivido con esa guerra sin sentido, pero que en su trama cumple todo lo contrario: es la guerra una droga, un tónico que activa los nervios y las tensiones, y esto alivia a su protagonista. The hurt locker es una buena película, más no tiene el mismo grado de significancia para aquellos, nosotros, que vivimos a kilómetros del país del norte. Nos queda solamente los espacios tensos donde el soldado William James desactivaba las bombas y veíamos un público oriental indiferente al peligro diario al que se exponen, eso ya es mucho. La crudeza de esta película ha valorado las atenciones de distintos puntos del globo, tanto del público como de la crítica.


Avatar es la segunda favorita. Es la que arrasará con gran parte de los premios, aunque extrañamente posee tan solo nueve nominaciones. Avatar ya tiene asegurada algunas estatuillas, y decir algunas ya es un triunfo. James Cameron competirá con Bigelow en la estatuilla al Mejor director, lo más probable es que se le reconozca a Cameron su aporte a esta nueva tecnología digital por llevarla a sus más altos rangos. Avatar arrebatará de las manos de District 9 las estatuillas de Mejores efectos visuales y posiblemente –si no se lo arrebata otro –de Mejores efectos de sonidos y Mejor edición. Avatar ha tenido una buena aceptación en el público en general. Hasta ahora no he escuchado negativa sobre la última cinta de Cameron, sin embargo la crítica está vez se ha dividido una vez más, especialmente la extranjera, catalogando a Avatar como un filme que está dentro del convencionalismo, pues su aporte es apenas tecnológico, pero vacío en su temática o apreciación crítica. En parte es cierto, Avatar es el discurso de Danza con lobos (1990), de Un nuevo mundo (2005) y muchas otras películas que hablan de los choques culturales, del otro, del huésped colonizador y sobre cómo este termina del lado correcto. Avatar sin embargo es también un vistazo diferente a la problemática de la ecología, sobre los problemas de razas aún perennes, muchas problemáticas ligadas a una sola. Avatar, independientemente de su logro digital, es una buena película que si vale la pena ser vista, comentada y critica. Muy a pesar, Avatar no es la gran película, y si ganara esta noche la estatuilla sería una gran pena, como mucha de las otras ceremonias del Oscar de años anteriores; mencionarlas sería citar gran mayoría de los últimos veinte años.

Dos preguntas que me hago a mí mismo: ¿ganará La teta asustada?, ¿debería ganar? Son dos preguntas muy diferentes. No me atrevo a responderlas por una simple razón, desconozco la situación de las otras películas. Michael Haneke es uno de los directores más respetados de los últimos años. Películas como Caché (2005) son ejemplos de cine. No tomarlo en cuenta sería una especie de negación crítica. Es por eso que no sé si deba ganar La teta asustada. Ahora, sí debería ganar, creo que no debería en caso existiese la posibilidad. Más adelante se publicará una crítica sobre la cinta de Llosa justificando mi postura. Ahora no tendría mucho significado comentarla pues quedaría muchas ideas en el aire. Por último –en el supuesto que los de la Academia respondan –: ¿premiarán a La teta asustada? Yo estoy seguro que no, por una simple razón. En el largo de este artículo he intentado apuntalar que la Academia no piensa por sí misma, sino que piensa a través de otros, y estos son una mayoría, específicamente el público en general. Actualmente la ceremonia del Oscar es a honor de aquellos que por una vez al año se sienten capaces de votar, de ser jueces, de ser críticos. Es por eso que La teta asustada no ganará y no podrá, porque es una película de festival, es una película compleja que hasta muchos de nosotros no hemos terminado de comprender. Este tipo de cine de autor no es del estilo del Oscar. La nominación es ya casi una hazaña de la misma Academia, pues ha negado a ese público acostumbrado a un prototipo de cine, simplista y sin ambages. Tal vez es por eso que nos colocaron al lado de otra película latinoamericana que da señas de esa “imagen” que los demás ven de nosotros los latinos: la Latinoamérica oprimida por las fuerzas gubernamentales, el país débil. Es más fácil entender a los desaparecidos de los años 70’s del Argentina que el imaginario andino-limeño de nuestro país. Estoy seguro que si hoy celebra Manchay, es por esa nominación que ya es un gran logro para el país, y si ocurriera que La teta asustada gane, entonces los Oscar ya no serán los mismos de aquí en adelante. Que gane Avatar y La teta asustada en un mismo festival es disparatado, aún así sean ambas fijadas en el estereotipo exótico, muy a pesar están muy alejadas entre sí. Ambas hablan idiomas diferentes y eso hasta el público se da cuenta.

sábado, 6 de marzo de 2010

PREMIOS OSCAR 2010: Precious


Precious es una joven negra de dieciséis años. Ella tiene una hija con síndrome de down, fruto de una violación de parte de su padre. Precious espera un segundo hijo, también de su padre. Preciuos vive en un hostil apartamento junto con su desalmada madre. Precious es agredida física y psicológicamente a diario por su progenitora. Precious es analfabeta. En viceversa; Precious es miembro de un coro en la iglesia. Precious es una cantante de pop. Precious es una famosa actriz que vive una vida glamorosa. Ella tiene un novio bien parecido. Precious posa para las fotos. Precious está aprendiendo a escribir. Precious está escribiendo una novela.


Precious: Based on the novel Push by Sapphire es un drama aclimatado en un mundo crudo y realista, pero también de esperanza y ensoñación. Precious es una joven que ha sido golpeada por la vida desde muy menor, es por eso que su comportamiento pesimista respecto a un mundo que continuamente la ha agredido es más que natural. Muy a pesar, Precious íntimamente guarda un brote de bienestar dentro de sí: intentar imaginarse dentro de un mundo perfecto, muy diferente al suyo, aquel que le haga olvidar su realidad misma. La imaginación de Precious es un escape de la realidad que aprovecha para lograr sostenerse dentro de este. La verdadera vida de Precious no tiene algún significado positivo. Su vida está reducida a la maldad que le rodea y no duda en reprenderla. Este filme es una prueba de vida, sobre cómo una tragedia puede ser el medio para huir de esta y renacer. Rehacer la vida de Precious luego de toda una pila de situaciones desafortunadas, es toda una hazaña. La esperanza que ha comienzo fue imaginaria, luego se materializa en el segundo hijo en espera. Su nacimiento son las fuerzas que empujan e incentivan a Precious a sobresalir. La educación asume un rol importante dentro de este cambio de pensamiento. El poder de la letra –que es el transmitir ideas sin necesidad de hablar –es representativo dentro de la vida de Precious. Su vida fue la de estar dentro de una burbuja, sin comunicación hacia algún otro individuo. Alfabetizarse es dar u otorgar opinión a Precious, es otorgarle una identidad a través de su escritura. La lluvia de ideas que ella va tomando apuntes en una agenda es la construcción de su propia persona. Sin querer la narración de su cotidiano da paso a las metas o propósitos de una mujer que nunca había tenido derecho alguno frente a su persona. Precious a través de la comunicación escrita va tomando nuevos valores que van influyendo en su autoestima. La presencia de una profesora o asistente social son agentes externos que ayudan a la construcción de Precious, pero no tan fundamentales como su transcripción de ideas.

Uno de los distintivos dentro de esta cinta es la ausencia de las figuras masculinas. Existen en realidad dos personajes masculinos, más estos son estereotipos del género. La presencia del enfermero sexy y la del novio ficticio de Precious son irrealidades que la joven provoca o atrae. La verdadera figura del hombre está representada en la figura del padre, una imagen borrosa, presente y ausente a su vez, aquella que provocó los sucesos trágicos pero que nunca respondió a ellos. La imagen del padre universalmente es representada como el que vela por el primogénito, aquel que le otorga identidad a aquel, por lo tanto Precious sería una desprotegida social y que además no tiene identidad. Más adelante, cuando Precious ya ha aprendido a defenderse de las agresiones y ha terminado de crearse una nueva imagen y una identidad, aparecerá la figura de la madre anunciando el fallecimiento del padre. La muerte del padre simbolizaría la caída de esa universalidad, sobre que la figura del padre es el único elemento que todo individuo necesita para ser alguien.

viernes, 5 de marzo de 2010

PREMIOS OSCAR 2010: Inglourious basterds (Bastardos sin gloria)


Aquí un enlace de una crítica que apareció originalmente en el blog de cine Páginas del diario de Satán sobre Inglourious basterds, cinta de Quentin Tarantino nominada a mejor película.

jueves, 4 de marzo de 2010

PREMIOS OSCAR 2010: An education (Enseñanza de vida)


An education es una película que desarrolla el frenesí de la juventud europea, en general, de los años 60’s. Para entonces la existencia de una masa sofisticada era prueba de una generación que no se encontraba adepta a los convencionalismos. Los viejos ortodoxos estaban casi moribundos dentro de un paradigma que se había arraigado a las nuevas artes tales como la música norteamericana, el cine francés y el estilo de vida free.




La historia se centra en Jenny, una joven de 16 años que vive un ritmo académico adelantado para su generación. El propósito de ello es el deseo de alcanzar una futura vacante dentro de Oxford con la intención de estudiar la lengua inglesa. Naturalmente Jenny no está convencida a este estilo de vida; estilo que fue impuesto por su dictatorial padre y que se niega a que su hija tenga algún roce con ciertos agentes educativos que no sean afines a su “plan curricular”. Jenny sabe francés, es conocedora y amante de la pintura. Uno de sus grandes sueños es viajar a Francia, saber más de la pintura y entender las películas francesas. La rebeldía de la joven frente a su padre siempre está latente. La relación de padre a hija es correspondiente a la de conservador y hippie. La imagen maternal es casi ausente, como dando a entender que los aposentos de esta familia londinense de clase media estuviese viviendo aún los años pretéritos a los sesenta. Jenny es un huésped dentro de su casa, es por eso que no es de extrañar que se aproximara una revolución frente al padre autoritario, esto es gracias a la aparición de David, un hombre de 35, un prototipo moldeado por su propia generación. La imagen de David es tan sofisticada como la vida que Jenny anhela poseer; es por eso que la joven deja de ser víctima de sus necesidades para dejarse llevar por sus verdaderos deseos; ser parte del estereotipo. Abandonar la escuela será una de sus acciones, por lo tanto, lo que había sido un plan familiar-educativo, pasa a ser un reemplazo por la imagen idealizada de David. Los padres de Jenny se dejan embelesar por el carisma de este extraño individuo que observan como una nueva opción para su hija. El casarse con él, un personaje –que según palabras del treintañero –ha estudiado en Oxford y conoce al mismo C.S. Lewis, es una oportunidad para que su hija salte todas las vallas que ella planeaba realizar. David es como una metodología de educación a corto plazo. Los planes se diluyen cuando el maduro David da al descubierto su vida matrimonial. Jenny entonces considera una vez más tomar la escuela para alcanzar la vacante de Oxford, y lo logra.





An education es una de esas películas que la vez y la puedes disfrutar, pero que al día siguientes has olvidado. La directora Lone Scherfig (Italiano para principiantes; Wilbur se quiere suicidar) da una gran debilidad a la película cuando muestra la carga dramática del asunto, suceso que da paso a una solución a forma de moraleja reducida en tan solo unos diez minutos. Apenas iniciado el drama la solución ya está en manos de sus personajes y cuando menos se espera la película ya ha acabado. Una película incierta, que contradice la naturaleza de su personaje principal que a comienzo se expresa evocada a sus ensoñaciones y que al final parece haber madurado en tiempo record o simplemente no le habrá quedado de otra.

miércoles, 3 de marzo de 2010

PREMIOS OSCAR 2010: Up

Los primeros diez minutos de Up es una joya de Pixar. La mezcla de la ternura de una pareja, desde la infancia hasta su ancianidad, y su desenlace dramático es un prólogo que da apertura a una serie de emociones que esta película animada dará a su paso. Carl Fredicksen es un anciano que acaba de enviudar y ahora está pasando por un triste evento; Carl está a punto de perder su casa por culpa de una nueva construcción que se está instalando en los alrededores de su hogar, aquella que encierra sus recuerdos más idílicos, el mismo lugar donde conoció a Ellie y donde vivieron su vida de matrimonio.

La aventura se da inicio cuando Fredicksen pone solución a sus necesidades: el no perder su casa, y el de cumplir su gran aventura; –la que también sería la de su esposa Ellie – viajar a las cataratas del Niágara. Para esto utilizará varios globos de helio para poner a flote su casa, la cual la llevará rumbo al sur de América. Para esto inesperadamente contará con la compañía de un niño explorador, Russell, quien será su lazarillo durante su aventura. Como primer rasgo representativo de este filme animado es la de iniciarse a partir de una serie de personajes tipo. En toda aventura siempre hay una dupla, un Quijote y un Sancho, el serio y el bonachón, el cauto y el problemático. Fredicksen es un viejo con rasgos de amargado, pero siempre con un propósito en pie; llevar su casa a las cataratas. Russell será el pequeño despreocupado, ingenuo y hablantín. Ambos hacen una pareja que atraen por sí solo nuevas aventuras, así como también enemigos y nuevos amigos, tales como Dug, un perro parlante, y un ave de Venezuela. El espacio exótico y desconocido incentiva el aura de la aventura. Muy aparte de todo esto, Up tiene su lado desventurado: sus personajes son víctimas de conflictos personales. Las cintas de Pixar –especialmente las últimas – se han caracterizado por tener temas muy personales. Fredicksen se está recuperando de su viudez. Su misma casa es un fantasma, pero que en realidad no lo persigue, sino se niega a abandonar. La casa simboliza a Ellie, lo mismo pasa con su loca aventura de viajar a las cataratas del Niágara; no es el hecho de cumplir su aventura, sino el de cumplir su promesa a Ellie. Russell por su lado lidia con su ausencia paternal. Su propia vocación de boy scout es un simple pretexto para que su padre pueda prestarle más atención.

Up refleja la vida ensueño de un par de individuos que en realidad no acuden a sus propias metas, sino a aquello que pueda darle significado a sus vidas solitarias. Fredicksen y Russell aparentemente son contrarios pero ambos comparten mucho el uno del otro. Los dos crean sus sueños a partir de sus deseos internos. El inicio de la aventura si bien a comienzo fue un pretexto este los llevará a valorar nuevas cosas, conocer el valor de las promesas y la amistad, aprovechar la compañía del otro y aprender a hacer sus propios libros de aventuras.

martes, 2 de marzo de 2010

PREMIOS OSCAR 2010: Distrito 9


Se ha cumplido veinte años desde que una nave alienígena ha varado en los aires de la ciudad de Johannesburg, en Sudáfrica. Desde entonces una masa memorable de alienígenas se ha instalado en un espacio del territorio africano conviviendo así con la raza humana, aunque siempre cercados en un espacio limitado donde han creado una tierra de nadie, compartiendo su cotidianeidad junto con grupos de traficantes sudafricanos, adaptándose a su mercado negro y a sus deplorables nuevas costumbres. En el Distrito 9 la tierra es hostil y caótica. Rodeados por basurales e inundados por la naturaleza delincuencial; una vida de vagabundos.




Distrito 9, opera prima de Neill Blomkamp, relata una historia de ficción, pero además, muy realista. Muy pocas veces en el cine se ha visto desde esta perspectiva una invasión alienígena. Durante su historia, las invasiones de los huéspedes extraterrestres a la Tierra siempre habían implicado un choque armado preguntándose qué raza era la superior. Siempre sus encuentros era el de expectorar a los recién llegados, aquellos que tenían como usual propósito el conquistar el planeta Tierra. En Distrito 9 la trama es diferente, pues hablamos de alienígenas que llegaron al planeta azul sin un interés de colonizarlo, sino por pura fortuna. A diferencia de las otras tramas sci-fi, esta vez la reacción de la raza humana es diferente. En lugar de que existiera un estado de pánico existe más bien un estado de inconformidad, de malestar. La naturaleza del hombre siempre ha estado arraigada a ser dueño de un espacio natural-físico específico. El hombre se determina por su territorio, y es así como se explica el razonamiento de la raza humana en Distrito 9. Lo que le incomoda a la nación no es el hecho de convivir junto con seres monstruosos que puedan matar sus hombres, comer a sus hijos o raptar a sus mujeres; lo que se expresa en la humanidad es el reclamo de territorio. Blomkamp plantea en este film el proyecto de segregación que a inicios del siglo XX se había intentado promover; el apartheid. La diferencia entre el humano y el extraterrestre en este mundo es correspondiente a la dicotomía de centralidad y periferia respecto a la diferencia de razas. Los extraterrestres pasan a ser los individuos más inferiores dentro del planeta tierra, pasan a la marginalidad, pasan a ser bañados por una serie de sobrenombres y prejuicios que los van desprestigiando aún más. Y como toda nación, siempre hay un centro dentro del centro mismo, y esa es la MNU (Multinational United) aquella que se encarga de expandir toda una red mediática que avale la inferioridad de los ajenos. Lo que se vende: planificar a las criaturas extraterrestres; lo que se realiza: la desocupación a la fuerza de la masa extraterrestre a espacios apartados de la urbanidad para dar a cabo sus proyectos personales. La MNU además de ser una organización que protege la integridad tanto humana como la extraterrestre, es además una de las corporaciones de armas más prolíficas del mundo. De aquí viene el discurso de los intereses; aprovechar los espacios apartados para hacer experimentos de armas con los alienígenas.




Distrito 9 desarrolla así una problemática realista fijado en los prototipos raciales, políticos, económicos y corporativos. Es además un adentramiento hacia lo incomprendido e inalcanzable. Wikus van de Merwe (Sharlto Copley) es el encargado de la evacuación del Distrito 9. Wikus paradójicamente pasa a ser parte del otro, esto mediante una metamorfosis; la única forma y medio en que el humano sepa reconocer y comprender a su huésped extraterrestre. Este proceso de “alienigización” resulta ser un proceso de “humanización”, donde el individuo aún humano, pero también extraterrestre, comienza a tener una nueva perspectiva de los sucesos. Es así como la metamorfosis de Wikus lo convierte de un día a otro en el cazador cazado, pasar de pronto a la periferia muy a pesar que todavía tiene un aspecto humano. El ser híbrido o neutral llega a ser de pronto un ser solitario, pero que irónicamente es acogido por el extraterrestre al que un día juzgo y persiguió; Christopher. La mutación es una alegoría perturbadora, que cambia las ideologías al convivir en primer grado con las culturas subalternas. Finalmente el hombre se convirtió en extraterrestre y comenzó a ser más humano.




Distrito 9, especialmente en sus primeros veinte minutos, es un filme que trae consigo un discurso más que sugerente; es perturbador por ser muy realista. La rebeldía de los salvajes no se compara con la inhumanidad del hombre. El visor documentalizado está programado como un medio neutral, dejando siempre espacios de opinión para los que están en contra y los que no, frente a esta raza diferente a la humana, cómo dejando a que el espectador cree sus propios juicios, cómo dejando en tela de juicio que pueda haber la probabilidad que el hombre un día este en su contra y a favor del otro.

lunes, 1 de marzo de 2010

PREMIOS OSCAR 2010: Up in the air (Amor sin escalas)



Ryan Bingham (George Clonney) vive en el aire; su vida está destinada a cargar con un equipaje ligero de aeropuerto en aeropuerto. Su trabajo; despedir empleados de distintas empresas o corporaciones. El pisar suelo para Bingham es disfrutar de la confortabilidad de la vida: hospedarse en hoteles prestigiosos, elegir el plato más costoso de la carta, manejar vehículos con mucha imagen, y dejarse mimar por cada uno de sus servidores. Así como pasa con sus espacios públicos, lo mismo pasa con sus espacios íntimos, Ryan conocerá a Alex Goran (Vera Farmiga), una versión femenina de Bingham, y ambos tendrán un amor eventual, sin protocolos. Lo que podría ser para algunos una rutina vacía y mundana, para Ryan Bingham es más que eso, es su vida. De repente alguien irrumpirá su tranquilidad; Natalie Keener, una joven que acaba de ingresar a la materia de los despidos trayendo consigo un ingenioso plan, despedir a los empleados online o “a distancia” evitando así los continuos viajes que se van acumulando en las cuentas de la empresa. No suficiente con dicho castigo, la de correr el riesgo de perder su hogar aéreo, Ryan tendrá la tarea de enseñar las viejas técnicas de despido a la neófita empleada.





Tercera entrega de Jason Reitman, nos presenta una vez más una película realista llena de paradojas, con tonos de comedia ácida como la vida misma. Up in the air nos habla específicamente sobre una etapa de la vida; el amor en la adultez, esté relacionado con los compromisos o la vida de matrimonio. Ryan es un personaje que no huye del amor, sino simplemente disfruta de una vida pasajera. Él mismo es un pasajero de avión que se mueve de un lugar a otro. Su estilo de vida inestable lo hace un hombre libre, es por eso que está de acuerdo en las relaciones temporales sin necesidad de comprometerse con nadie. Su compañera de trabajo Natalie Keener, muy contraria a Bingham, es una joven que cree en el amor. Es su oficio mismo una resultante de su compromiso con su enamorado. Ambos personajes si bien tienen caminos diferentes para el amor, al final experimentarán lo que el otro. Ryan se terminará enamorando de Alex Goran mientras que Natalie seguirá un oficio que en verdad le agrada luego de haber terminado con su enamorado. La política de Ryan, la de viajar con el equipaje ligero evitando algún tipo de relación (amicales, matrimoniales, familiares) que intervenga con su oficio personal, será luego la de Natalie, y será el mismo Bingham el que desapruebe su propio discurso al darse cuenta que su vida de rutina se ha acabado al conocer a Alex. Up in the air en realidad no apoya ni está en contra de los compromisos. Todo es una quimera, el mundo da vueltas, el casarse es una opción, así pasa lo mismo con el divorcio. Lo mismo pasa con los desempleos. No es gratuito que Ryan se dedique a despedir a empleados de distintas empresas. Cada uno de estos mantiene una relación con sus empresas, y Reitman al detallar sus antes y después de aquellos trabajadores responde también a los rompimientos de amor: es lo mismo que pasa con los enamorados, novios o esposos. El ser despedido de su empresa (tómese como una familia o pareja), a la que dedicaron años de su vida, tiene una reacción de despecho, para luego se proceda una meditación de “no fue tan malo”, aunque si es preciso decir que no todos reaccionan de la misma forma, más si la mayoría toma conciencia. Los personajes de Up in the air así viven cada uno sus fantasías: uno volando de avión en avión sin necesidad de equipaje, una viviendo un amor libre y otra imaginando al amor perfecto; todas a fin de cuentas una fantasía, especialmente la de Alex pues vive una doble vida, la de esposa y la de una mujer libre de compromisos, y en ambas se expresa un discurso claro sobre lo que quiere. Esa es otra clave de la película: ¿qué es lo que quiere uno? Todos se responden pero en ninguno se puede realizar. El amor termina siendo como la suerte de los empleados, aquellos que pasaron de un día a otro al desempleo; cosas por la que uno (o cualquiera) pasa.




Jason Reitman otra vez cala en la crueldad de las masas corporativas, aquellas que muestran un producto de imagen con un trasfondo desinteresado por los recién desempleados. El nuevo plan de una joven es malévolamente pernicioso para el recién desempleado más es beneficioso para su compañía. Son gajes del oficio; la tarea es saber sobrellevarlos.

PREMIOS OSCAR 2010: The hurt locker (Zona de miedo)

En esta última década se ha manifestado una serie de filmes con la temática belicista entre EEUU e Irak. En su mayoría, representando al sujeto oriental como el antagónico, el perverso, el conspirador, el extremista, el fanático, etc., contrastando a los soldados estadounidenses como los escapistas, los rehenes, los violentados, las víctimas, partiendo de fábulas que relatan las penurias de los soldados americanos que son prisioneros de una secta musulmana o un convoy estadounidense rodeado por una artillería de sádicos orientales, creándose, o más bien, robusteciéndose ese fallido paradigma respecto al mundo oriental.

The hurt locker es la historia de una compañía de soldados estadounidenses que a diario lidia en las tierras orientales desactivando bombas que son abandonadas en distintos puntos de la ciudad. Kathryn Bigelow, su directora, si bien se une a la producción de la temática guerra contra Irak, esta no manosea la afanosa producción política nacionalista. The hurt locker no es un discurso más de la CNN. Es más bien un razonamiento personal y a su vez un razonamiento universal. En este campo de batalla no interesa localizar a los buenos o a los malos. La historia consiste en cómo cada uno de sus personajes se mimetizan dentro de este espacio hostil. Estos son los partícipes de sus propios conflictos personales, aquellos que lidian con la monotonía y la fascinación por aquella; la guerra.



La historia se concentra en tres personajes: Owen Elridge, que representa el lado inseguro de la brigada. Él es el soldado temeroso, incapaz de controlar sus acciones por sí solo; espera ordenes para actuar. Su personaje se observa aún más débil al verse en una terapia a manos de un psicólogo. A partir de esto podemos justificar su fragilidad dentro de cada una de las misiones. El sargento Sanborn es representado como el más maduro dentro del grupo. Su equilibrio emocional justifica su madurez. Su voz de mando es como una coraza que lo protege de cada ataque, aunque esto no será suficiente para sobrevivir. Esto se aclarará más adelante. Y, por último, está el soldado William James, especialista en desactivar bombas, por lo tanto, el que asume el mayor riesgo dentro del grupo. James es el desequilibrado, el soldado rebelde, aquel que no duda en enfrentarse cara a cara con el peligro. Esto resultaría ser una especie de talón de Aquiles, pero es la seguridad, su ocio hacia el peligro, lo que le hace sobrevivir. 

A diferencia de los otros soldados, James es el único que sobrevive dentro del campo de batalla. Elridge fallece en cada misión. Poco a poco su valentía se extingue frente a sus compañeros y no tiene otra alternativa que la de depender de su tropa o de las terapias de su psicólogo. Sanborn si bien es maduro dentro del espacio de enfrentamiento, este posee agentes externos que lo llevan a la debilidad, tales como el amor que siente hacia una segunda persona, o sus deseos de tener un hijo, llevándolo a sus ansias de sobrevivir ante la guerra. Es por eso que un día antes de concluir la campaña de este grupo, Sanborn se siente derrotado. Él junto a Elridge, si bien sobreviven, han perdido su propia batalla; la de superar el temor de la guerra, algo que en el caso de James si se logra, pues él vive para esta. 

Para James, su único significado es la guerra, su droga, una rutina a la que se ha adecuado. Exponerse al peligro es dar sentido a su vida, algo que no es tan complicado como estar en el pasillo de los cereales dudando cual caja o tipo de marca escoger. Esto muy diferente a enfrentarse a los cables de color azul y rojo. James actúa en todos sus sentidos dentro del campo de batalla y desactivando bombas. Su vida, la no real, dentro de su casa con su hijo y su novia, es notablemente vacía. Los sonidos perturbadores de la guerra están ausentes dentro de este. Volver a realizar una campaña no es marcharse, sino retornar a casa; su único propósito en la vida. Lo que parecía ser inmadurez y rebeldía, es todo lo contrario dentro del campo de batalla. Lo mismo pasa con su sensibilidad y emociones. James parece tener un tacto más paternal con el niño iraquí que con su propio hijo, como si el propio contexto influenciara esto en el soldado.



La última película de Bigelow resulta ser un punto aparte dentro de este género, pues si bien el mismo tema nos arrastra a concluir un calificativo de bélico, es apenas los sucesos de acción los que se muestran. Los bombazos o intercambio de balas son instantes que inevitablemente se dan paso por ubicarse en un estado de guerra. En su lugar, es el suspenso lo que se transmite en este filme. Todo el transcurso de la película es una red de emociones e incertidumbres que otorgan a las escenas de acción, que son mínimas. La tensión es uno de los puntos clave dentro de esta película.