jueves, 27 de octubre de 2011

Source code (o 8 minutos para morir)

Moon (2009), ópera prima de Duncan Jones, es uno de esos filmes que pasan desapercibido tanto por la crítica como por el público aunque resulten ser uno de los mejores estrenos de su año. En Moon se hablaba del enclaustramiento, la realidad aparente, la evolución científica y la involución humana. Sam Rockwell fue su único personaje, mientras que Kevin Spacey hacía la voz de un robot con inteligencia artificial, ambos aislados en una nave espacial que descansaba en alguna parte de la superficie lunar. Jones con un reducido reparto y un contexto ajustado logra provocar la acción necesaria para crear el suspenso volcado a un solo individuo a punto de descubrir una verdad perversa pero necesaria. 8 minutos para morir (2011) a simple vista ha heredado mucho de este primer filme.
El capitán Stevens (Jake Gyllenhall) despierta una y otra vez, a veces en un tren en curso y en otras dentro de una cápsula que es nada menos que un simulador que le permitirá viajar a la otra realidad, la del tren, donde tomará una identidad distinta y tendrá un lapso de ocho minutos para descifrar un atentado que sucederá cada vez que cumpla el límite de tiempo. Duncan Jones en su segundo filme crea nuevamente la sensación de claustrofobia dentro de una prisión metálica y fría –una mera representación de la ciencia en boga –. A pesar de haber varios personajes, solo dos de ellos asumen una gran representatividad dentro de la película. Al igual que el personaje de Sam Rockwell en Moon, Gyllenhall tiene como compañía dentro del simulador a una seudo-robot, la oficial Goodwin (Vera Farmiga), una mujer de carne y hueso pero con un gesto maquinal comunicando apenas un libreto aprendido, ofreciendo órdenes y resistiéndose a lo afectivo, a lo propiamente humano.
8 minutos para morir se inicia como un juego de desafío. No existen detalles ni explicaciones, tan solo órdenes de una oficial a un capitán, de una computadora a un individuo que es usado para “algo”. Entonces empiezan las cuestiones “¿por qué?, ¿para qué?, ¿en donde realmente estoy?, ¿quién soy?” Se nos viene a la mente películas como Terminator (1984), Matrix (1999) o Identidad desconocida (2002) donde por un lado se indaga la posibilidad de viajar al tiempo y poder enmendar las cosas, la idea de vivir un mundo simulado sin haberse percatado de ello o el asalto de identidad siendo la mano gubernamental su gran promotora. El filme de Duncan Jones se proyecta esencialmente como un thriller que no necesariamente busca la verdad, sino la razón de los hechos. Es también una película sci-fi por ser un viaje que nada por rutas estrechas e insólitas. Dentro del mundo de la película se está generando una nueva revolución en la ciencia, una ambición que no solo provocaría la solución de problemas futuros, sino la disolución de un presente que podría ser sensible a modificarse.

Duncan Jones al final de su historia se deja llevar por esos finales de fórmulas científicas que desconciertan, tan cuestionables como la misma imperfección humana. La película sin duda deja al aire una serie de cuestiones que si bien se pueden pasar por alto en el transcurso de la trama gracias a la sucesiva de acciones, no resulta ser gratificante ver más de estas durante el desenlace. Jake Gyllenhall se coordina bien como la figura desconcertada de un soldado estadounidense, un sujeto en medio de una crisis aunque manteniendo la cordura. Vera Farmiga inicia una perfecta interpretación haciendo de una oficial que se mantiene al margen de su labor de monitoreo, indicando órdenes, negándose a dar datos extras, monofacial y gélida, pero cuando esto se modifica exagera de miradas a su costado, gestos de desconcierto, dudas humanas, es entonces cuando ocurre una sobreactuación de su parte. 8 minutos para morir si bien no alcanza esa dedicación que se manifiesta en Moon, es una excusa suficiente para ubicar a Duncan Jones como uno de los directores a seguir en sus próximas películas.

jueves, 20 de octubre de 2011

Las malas intenciones

Desde el neorrealismo (Alemania, Año cero; Roberto Rossellini) hasta en películas de géneros más comerciales como el sci-fi (Super 8; J.J. Abrams), la mirada o la perspectiva del niño en el cine, además de ser el medio de contemplación más veraz y neutral dentro de cualquier realidad, es el agente más dócil y sensible cuando de dramas o tragedias se trata, sean familiares, sociales e incluso nacionales, terminan siendo estos individuos los más expuestos y perturbados. En el Perú, el Grupo Chaski (Gregorio) Flaviano Quispe (El huerfanito) y Fabrizio Aguilar (Paloma de papel) son algunos de los directores quienes han dramatizado este desencuentro entre el niño y su realidad, sobre el quiebre de su inocencia y la injusticia social. Las malas intenciones (2011) es un relato que se encamina por esta misma senda aunque bajo una mirada bifocal; a veces tierna, a veces perversa...


Artículo completo en el siguiente link:

http://cinespacio.pe/movie-review/review-malas-intenciones-rosario-garcia-montero/

miércoles, 19 de octubre de 2011

XXXIII Festival de Cine Europeo

La próxima semana se inicia un nuevo ciclo del Festival de Cine Europeo, desde el 25 de octubre al 20 de noviembre, a realizarse en distintos centros culturales y clubes de Lima y provincias, con derecho a ingreso libre en gran parte de estas sucursales. De entre los filmes se estrenará el español-catalán Pan negro (2010) de Agustí Villaronga, candidata al próximo certamen de los Premios Oscar representando a dicho país. La nota de prensa es la siguiente:

Este año, bajo la Presidencia de Polonia, se exhibirán largometrajes procedentes de dicho país, así como de Bélgica, República Checa, Alemania, Grecia, España, Francia, Italia, Países Bajos, Portugal, Rumania, Finlandia, Reino Unido y Suiza como país invitado.

En esta ocasión, el Festival cuenta con medio centenar de largometrajes. Además, se proyectará una programación especial de cortometrajes británicos llamada El Reino Unido a través de mis ojos, así como eltercer Tour de Europa Eurochannel compuesto por una selección de cortos provenientes de diversas regiones del continente europeo.

Asimismo, se han organizado dos homenajes: el primero al poeta, escritor y pensador polaco Czesław Miłosz (1911 – 2004), premio Nobel de Literatura en 1980. Para honrar a esta destacada figura de las artes europeas, se exhibirá la cinta El valle de Issa, basada en su obra homónima. El segundo homenaje será dedicado al recientemente fallecido director Michael Cacoyannis, director de la mundialmente conocida Zorba el griego y de diversas adaptaciones de tragedias griegas como Las troyanas y Electra.

Este año el Festival cuenta con dos invitadas especiales. La directora francesa Valérie Mréjen presentará dos de sus películas y visitará la ciudad de Lima para dialogar con la prensa y el público sobre su filmografía y el cine europeo. Por otro lado, la especialista alemana Cathy de Haan dictará talleres en Lima, Cusco y Arequipa sobre los mitos y leyendas en el cine contemporáneo.

Es así como la programación del XXIII Festival de Cine Europeo presenta un panorama de películas de diversos países y géneros, que nos permite descubrir nuevos autores y reencontrarnos con la obra de directores consagrados.

Creado con la finalidad de estrechar los vínculos de amistad y cooperación entre el Perú y los Estados miembros de la Unión Europea, el Festival se ha convertido con los años en el medio idóneo para dar a conocer el cine de dicho continente y acercar el público peruano a su cultura y formas de vida.

Los detalles de la programación y talleres en el siguiente link:

Lima.- http://eeas.europa.eu/delegations/peru/documents/more_info/xxiii-fce_agenda_lima_es.pdf

Provincias.- http://eeas.europa.eu/delegations/peru/documents/more_info/xxiii-fce_agenda_provincias_es.pdf

lunes, 17 de octubre de 2011

Camino a la libertad

Peter Weir es un director que pinta dramas humanos en medio de contextos en crisis los cuales provocan un aire realista pero siempre vistos desde distintas perspectivas, variando el tono o modo de representarla, sea mediante la pasión que desatan Mel Gibson y Sigourwey Weaver en medio de un conflicto armado en El año que vivimos peligrosamente (1983) o en la engañosa vida que sufre Jim Carrey en la genial El show de Truman (1998). Weir además es un director de viajes. Películas como La costa de los mosquitos (1986) o Capitán de Mar y Guerra (2003) reflejan el extravío, el lado aventurero de sus personajes, el reconocimiento de mundos distintos que son encarados y que te embarcan a lo desconocido. Camino a la libertad (2010) intenta ir por esta senda; el viaje, posiblemente, sin meta de un grupo de personajes que solo clama libertad.


Artículo completo en el siguiente link:

http://cinespacio.pe/movie-review/critica-camino-libertad-peter-weir/

jueves, 13 de octubre de 2011

Damas en guerra

Damas en guerra (2011) sigue la línea de las comedias de situaciones, los personajes tipo, burlas crueles y sarcásticas. El director Paul Feig promueve con simpatía un humor malvado desde la figura de “la pandilla”, un grupo de mujeres cada una con su propio distintivo. Está la presuntuosa, la infeliz ama de casa, la reprimida sexual, la excéntrica, la novia y Annie, la perdedora, la de “muy buenas intenciones”, pero que vive arrastrando una infelicidad llena de inseguridades que transporta en su cotidiano, en el trabajo, en un café, en un bar, e incluso en su rol como dama de honor, quien más bien parece ser del “deshonor”...

Artículo completo en el siguiente link:

lunes, 10 de octubre de 2011

Entrevista a Rosario García-Montero

Este jueves 13 de octubre se estrena Las malas intenciones, dirigida por Rosario García-Montero. La siguiente es una entrevista realizada en el mes de agosto durante el marco del Festival de Cine de Lima.
Las malas intenciones ha sido presentada durante el certamen del Festival de Lima ¿Cuáles han sido tus impresiones durante este evento? ¿Cómo el público nacional ha recibido tu película?
Mi película en el Festival ha sido una experiencia increíble. Tres fueron las fechas las que se proyecto la película y fue en una de ellas que me dijeron que se habían agotado las entradas dos semanas antes de empezar el Festival; simplemente no podía creerlo. Al parecer gran parte del público se había generado mucha expectativa luego que Las malas intenciones había viajado por distintos festivales. Es interesante medir este rango que sucede en Lima debido a que este es el público que realmente me interesa que la vea y me comente que les parece. Ya luego en las funciones, recuerdo que en las tres oportunidades había mucha aglomeración dentro de la sala. Gente pisándose, buscando desesperadamente sus lugares. Empezada la proyección, la impresión general era de alegría, algunos lloraban pero se reían a la vez, era como si tuvieran un viaje muy divertido. Al final algunos se me acercaron y me abrazaban. Generalmente recibí gestos de mucha gratitud. Alguien por ahí me dijo: “gracias por este viaje inesperado”; fue lo más lindo que me habían dicho.
¿Cómo nació la idea de este filme?
Recuerdo que en un momento me estaba decidiendo entre hacer un corto o un mediometraje que narra la construcción de una piscina, una idea que luego evolucionó completamente además de desarrollarse una línea temática más profunda e incluso ajena a la inicial. Luego se sacó mucho de esa historia hasta terminar por ser tan solo una escena nada trascendental, pero que a pesar de todo resultó ser una excusa para contar una nueva trama, sobre un embarazo o el límite de vida de una persona, distintos eventos biográficos personales que vuelco en una niña que pertenece a una época que he vivido y que conozco bien. Obviamente el personaje principal de mi película es propio, uno que por ejemplo es más valiente, mientras que yo era más tímida.
Tu película se estrenará en cartelera limeña el 13 de octubre y aún hay muchos que no han tenido la oportunidad de poder verla. Cuéntanos sobre la trama.
Las malas intenciones trata la historia de Cayetana de los Heros, una niña de ocho años, quien tiene una vida solitaria en una enorme casa prácticamente compartida solo con sus empleados. Todo comienza con la llegada de su mamá quien anuncia está embarazada de su nuevo esposo. Cayetana se pone muy mal y luego de encerrarse en un baño con un gesto solemne anuncia que el día que nazca su hermanito ella morirá. Es una fecha de expiración que este personaje se impone que aunque pueda sonar algo ridículo para nosotros, para ella es un asunto serio. Es así como toda la película se desarrolla. Desde el punto de vista de Cayetana el espectador de pronto va acompañando y asimilando el comportamiento de la niña, quien a medida que la película avanza va provocando ciertos estados de evasión respecto a su realidad, tal es el caso de la figura de los héroes nacionales, personalidades que Cayetana mucho admira pasando a ser estos una especie de imágenes paternales para ella.
Dos temas son muy recurrentes dentro la película: la muerte y la violencia. Respecto a estos, ¿cómo describes el universo de Las malas intenciones y a Cayetana de los Heros, personaje principal de tu película?
Existe un paralelo entre la linea narrativa de Cayetana y el de la ciudad limeña, lugar donde se contextualiza mi película. Con la llegada del hermanito, Cayetana siente que está perdiendo su espacio, el lugar que ocupa dentro de su círculo familiar. Por otro lado, Lima está experimentando las primeras manifestaciones de violencia provocadas por Sendero. Es a partir de esto que observamos como ambas líneas dramáticas van subiendo de intensidad hasta llegar cada uno al clímax. El espectador va ser testigo de la convivencia entre Cayetana frente a sus miedos, y sobre como el terrorismo se va aislando en un espacio en off, asechando ominoso pero sin dar la cara. Definitivamente el mundo de Cayetana y su entorno familiar son metáforas de un país en crisis que va gestando una violencia social, una que no es obvia, pero está allí como telón de fondo, asechando a lo lejos. Es como un rumor lejano, pero que nadie a su alrededor quiere darse cuenta o asumirlo. Existe una evasión social, casi como un exilio de los problemas. Cayetana es como la sociedad, solo que ella provoca un estado de evasión a través de su imaginación. Tal vez ella es la más consciente, el problema es que aún no sabe como procesar lo que intuye. De pronto la vida y la muerte son los llamados a decir que algo está cambiando definitivamente en el Perú y pronto nada será lo mismo.
Como cineasta, ¿tienes algún nuevo proyecto en mente? ¿Este tendrá un universo afín al de Las malas intenciones?
Sí, sin embargo lo estoy tomando con calma. Ante todo hay una incertidumbre de por medio ya que siempre me pregunto si este me tomará también otros cinco años como ocurrió con Las malas intenciones, pero igual estoy desarrollando la idea, una que de hecho tendrá un mismo humor, un universo similar al que he planteado en mi película.
¿Cuál sería tu mensaje frente a los nuevos rostros que se están animando a realizar su primer filme?
Mas que todo sería un consejo el que les brindo. Es preciso realizar una película a corto plazo, uno que posiblemente tenga un promedio de duración de uno a dos años, un tiempo suficiente que al principio yo no había tomado en cuenta. Sea cual sea el tipo de formato, en 35mm o digital, siempre hay un límite de duración el que te debes imponer para luego no encontrarte con dificultades que vayan aplazando tu cronograma. Igualmente no se desanimen, al menos realizando una sola película, algo de por sí muy significativo. Ya después de eso si quieren se desaniman.