viernes, 22 de mayo de 2015

VI Festival Al Este de Lima: Leviathan

Andrey Zvyagintsev es un director que se hizo conocido por un cine de drama cargado, sea en su historia sobre el tiránico padre que vuelve a casa en El retorno (2003) o la abnegada madre poniendo en pie un perverso plan en Elena (2011). En ambos casos, el lazo familiar es medular en las tramas del ruso, siendo este el eje emocional y, hasta cierto punto, trágico. Leviathan (2014) es eso, y más. Por encima de un drama familiar, Zvyagintsev promueve un drama social. En paralelo, y a medida que se asoman los “enemigos”, se van tejiendo las tensiones. Una familia enfrenta la expropiación de su terreno a manos de un abusivo funcionario. A diferencia de sus anteriores filmes, Zvyagintsev esta vez deja pasar al hogar a un “extraño”, y será este mismo el que provocará la fuerza dramática. La película apunta a ser una denuncia frontal a las malas dinámicas gubernamentales, al punto de someter a sus protagonistas principales a una encrucijada que se complicada cada vez más.
En una escena, un aficionado a la caza se ha tomado la molestia de escoger como blancos de tiro los retratos de una serie de exlíderes rusos. El desencanto viene de una tradición política e histórica, desilusión que incluso trepa a las escalas eclesiásticas. El final de la película parece asociar a estas dos partes, tanto la autoridad de gobierno como de la iglesia, ambos resultando ser cómplices que se benefician mutuamente. Leviathan posee también un discurso metafórico, uno que llega, por ejemplo, del paisaje degradado que, a su vez, predice la degradación de sus mismos habitantes. Se suma además la fuerza de su fotografía deteriorada, de tonos oscuros y sombríos, que de paso se comunica con esa atmósfera tensa que evoca, por ejemplo, el destino judicial que aguardan sus personajes. Hay, sin embargo, un gran defecto en este filme. Andrey Zvyagintsev satura y a la vez desvía su drama central al contemplar ese otro tipo de drama; el íntimo. Son los casos del hijo rebelde o una relación extramarital. Al igual que en sus anteriores películas, el director maquilla, sobrecarga y termina tropezando con el cliché.

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