jueves, 2 de marzo de 2017

Casa Roshell

Hasta el 13 de marzo, en la plataforma de Festival Scope están disponibles algunas películas que se programaron en la reciente edición del Ficunam. El acceso es gratuito y con tickets limitados. Aquí una crítica a Casa Roshell, la cual trajo buenos comentarios en su premiere en la última Berlinale.

En la última película de Camila José Donoso los escenarios son austeros. Aquí el encuadre se ciñe en registrar individual o grupalmente a sus protagonistas. Las dimensiones de esta casa, esencialmente, pensada en albergar a una comunidad transgénero, no se delata con claridad. Ni si quiera vemos el interior de ese misterioso “cuarto oscuro”, lugar en donde suceden los encuentros sexuales y furtivos entre los asociados y los clientes frecuentes o de paso. En lugar de eso, la directora se empeña por contemplar, mediante primeros planos o planos medios, los antecedentes íntimos de los parroquianos de este lugar. Casa Roshell (2017) alude a un espacio físico, sin embargo, más allá del lugar, lo que captamos son a los personajes que forman parte de esta, la intimidad de cada uno, y que de paso son la esencia y la motivación del sitio. Área en donde, irónicamente, es una reunión de gente asumiendo disfraces, aunque descubriendo su lado más personal, sin miedo y sin caretas.
A diferencia de una película como La noche (2016), en donde también el espectador es testigo de una rutina nocturna ajena, en Casa Roshell no se delata ese lado pudoroso o gráfico, a pesar de que el mismo contexto pueda sugerirlo. La película de Donoso conscientemente evade todo gesto de anomalía a fin de respaldar el verdadero propósito de “Casa Roshell”, un lugar que es una suerte de confesionario con finalidades terapéuticas para sus miembros. En la atmósfera circulará la opacidad de las luces, el alcohol y el sexo; muy a pesar, serán los testimonios de sus protagonistas los que remontan ese universo en donde se congrega una porción de una sociedad. Casa Roshell hurga diversas intimidades con intención de no solo hacer una radiografía a la comunidad transgénero, sino también a los que se relacionan con esta. Se distingue así esa división del espacio público y el íntimo o fantasioso, en donde el hombre puede ser mujer, y las inclinaciones sexuales tienen licencia a liberación. Ya afuera, la historia es otra, y según los testimonios, muchas son historias de represión.

Aquí el enlace para poder ver Casa Roshell, de Camila José Donoso: http://bit.ly/2lhKCT0

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