Este jueves 13 de octubre se estrena Las malas intenciones, dirigida por Rosario García-Montero. La siguiente es una entrevista realizada en el mes de agosto durante el marco del Festival de Cine de Lima.
Las malas intenciones ha sido presentada durante el certamen del Festival de Lima ¿Cuáles han sido tus impresiones durante este evento? ¿Cómo el público nacional ha recibido tu película?
Mi película en el Festival ha sido una experiencia increíble. Tres fueron las fechas las que se proyecto la película y fue en una de ellas que me dijeron que se habían agotado las entradas dos semanas antes de empezar el Festival; simplemente no podía creerlo. Al parecer gran parte del público se había generado mucha expectativa luego que Las malas intenciones había viajado por distintos festivales. Es interesante medir este rango que sucede en Lima debido a que este es el público que realmente me interesa que la vea y me comente que les parece. Ya luego en las funciones, recuerdo que en las tres oportunidades había mucha aglomeración dentro de la sala. Gente pisándose, buscando desesperadamente sus lugares. Empezada la proyección, la impresión general era de alegría, algunos lloraban pero se reían a la vez, era como si tuvieran un viaje muy divertido. Al final algunos se me acercaron y me abrazaban. Generalmente recibí gestos de mucha gratitud. Alguien por ahí me dijo: “gracias por este viaje inesperado”; fue lo más lindo que me habían dicho.
¿Cómo nació la idea de este filme?
Recuerdo que en un momento me estaba decidiendo entre hacer un corto o un mediometraje que narra la construcción de una piscina, una idea que luego evolucionó completamente además de desarrollarse una línea temática más profunda e incluso ajena a la inicial. Luego se sacó mucho de esa historia hasta terminar por ser tan solo una escena nada trascendental, pero que a pesar de todo resultó ser una excusa para contar una nueva trama, sobre un embarazo o el límite de vida de una persona, distintos eventos biográficos personales que vuelco en una niña que pertenece a una época que he vivido y que conozco bien. Obviamente el personaje principal de mi película es propio, uno que por ejemplo es más valiente, mientras que yo era más tímida.
Tu película se estrenará en cartelera limeña el 13 de octubre y aún hay muchos que no han tenido la oportunidad de poder verla. Cuéntanos sobre la trama.
Las malas intenciones trata la historia de Cayetana de los Heros, una niña de ocho años, quien tiene una vida solitaria en una enorme casa prácticamente compartida solo con sus empleados. Todo comienza con la llegada de su mamá quien anuncia está embarazada de su nuevo esposo. Cayetana se pone muy mal y luego de encerrarse en un baño con un gesto solemne anuncia que el día que nazca su hermanito ella morirá. Es una fecha de expiración que este personaje se impone que aunque pueda sonar algo ridículo para nosotros, para ella es un asunto serio. Es así como toda la película se desarrolla. Desde el punto de vista de Cayetana el espectador de pronto va acompañando y asimilando el comportamiento de la niña, quien a medida que la película avanza va provocando ciertos estados de evasión respecto a su realidad, tal es el caso de la figura de los héroes nacionales, personalidades que Cayetana mucho admira pasando a ser estos una especie de imágenes paternales para ella.
Dos temas son muy recurrentes dentro la película: la muerte y la violencia. Respecto a estos, ¿cómo describes el universo de Las malas intenciones y a Cayetana de los Heros, personaje principal de tu película?
Existe un paralelo entre la linea narrativa de Cayetana y el de la ciudad limeña, lugar donde se contextualiza mi película. Con la llegada del hermanito, Cayetana siente que está perdiendo su espacio, el lugar que ocupa dentro de su círculo familiar. Por otro lado, Lima está experimentando las primeras manifestaciones de violencia provocadas por Sendero. Es a partir de esto que observamos como ambas líneas dramáticas van subiendo de intensidad hasta llegar cada uno al clímax. El espectador va ser testigo de la convivencia entre Cayetana frente a sus miedos, y sobre como el terrorismo se va aislando en un espacio en off, asechando ominoso pero sin dar la cara. Definitivamente el mundo de Cayetana y su entorno familiar son metáforas de un país en crisis que va gestando una violencia social, una que no es obvia, pero está allí como telón de fondo, asechando a lo lejos. Es como un rumor lejano, pero que nadie a su alrededor quiere darse cuenta o asumirlo. Existe una evasión social, casi como un exilio de los problemas. Cayetana es como la sociedad, solo que ella provoca un estado de evasión a través de su imaginación. Tal vez ella es la más consciente, el problema es que aún no sabe como procesar lo que intuye. De pronto la vida y la muerte son los llamados a decir que algo está cambiando definitivamente en el Perú y pronto nada será lo mismo.
Como cineasta, ¿tienes algún nuevo proyecto en mente? ¿Este tendrá un universo afín al de Las malas intenciones?
Sí, sin embargo lo estoy tomando con calma. Ante todo hay una incertidumbre de por medio ya que siempre me pregunto si este me tomará también otros cinco años como ocurrió con Las malas intenciones, pero igual estoy desarrollando la idea, una que de hecho tendrá un mismo humor, un universo similar al que he planteado en mi película.
¿Cuál sería tu mensaje frente a los nuevos rostros que se están animando a realizar su primer filme?
Mas que todo sería un consejo el que les brindo. Es preciso realizar una película a corto plazo, uno que posiblemente tenga un promedio de duración de uno a dos años, un tiempo suficiente que al principio yo no había tomado en cuenta. Sea cual sea el tipo de formato, en 35mm o digital, siempre hay un límite de duración el que te debes imponer para luego no encontrarte con dificultades que vayan aplazando tu cronograma. Igualmente no se desanimen, al menos realizando una sola película, algo de por sí muy significativo. Ya después de eso si quieren se desaniman.
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