viernes, 19 de febrero de 2016

Deadpool

Se podría decir que Deadpool (2016) es gesto sintomático de ese perfil paródico que hasta la fecha se ha visto representado en los personajes fílmicos de la Marvel. A diferencia de las versiones en la pantalla grande de Batman o Superman (DC Cómics); hemos visto a Thor, Stark o Hulk no restringiéndose a hacer el ridículo, esto a través de la autoparodia gestada a propósito de su condición de héroes. Por otro lado, poco (y en algunos casos, nulo) es el dramatismo en las películas de la Marvel, a diferencia de las adaptaciones de la DC Cómics, las cuales apelan a una carga dramática y hasta sórdida. En el mundo fílmico de la Marvel, la comedia pesa, y mucho. Guardianes de la Galaxia (2014) es una manifestación clara de esto. A grandes rasgos, cada una de las películas realizadas por dicha firma, tranquilamente, puede ser calificada como comedia de superhéroes. Deadpool, obviamente, es la madre de todas las parodias sobre superhéroes.
Este filme, dirigido por Tim Miller, parece haber sido ideado por la mente de un adolescente y un comediante de stand up. El personaje principal de esta historia, además de tocarse continuamente la entrepierna, no quiere ser un superhéroe (tópico típico de los personajes Marvel) y tiene en claro que su gran poder conlleva una gran irresponsabilidad. Un experimento mal hecho, la chica de la que se aleja con el propósito de no hacerle daño, la venganza; Deadpool junta varias de esas trivialidades del género y las convierte en un show caricaturesco. Ahora, como en las comedias paródicas protagonizadas por los hermanos Wayans, dentro de su exageración, irreverencia y obscenidad, la parodia se disfruta. Esta, sin embargo, cumple un tiempo de vida limitado. A medida que avanza Deadpool, esta consume su “novedad”, y no le queda más que seguir lanzando chistes relacionados a la cultura estadounidense, cosa que podría seguir funcionando con una historia más consistente, pero no olvidemos que todo su relato se estructura en base a lo trivial. La idea de tumbar la cuarta pared es divertida, pero más adelante se vuelve insoportable.

No hay comentarios: