El director Pablo Illanes narra el reencuentro de cuatro mujeres a propósito del embarazo de Ángela (Ingrid Isensee), la anfitriona del inmenso hogar y dueña de un sesgo misterioso que guarda alguna relación con la devoción que posee frente a una secta religiosa para la cual pertenece. En medio del espeso bosque las amigas van recordándose con gran afecto una a la otra entre besos de bienvenida y bromas de confianza, para luego infiltrarse a un estado de incomodidad y contrariedad grupal producto de la mirada vigilante y defensiva de Ángela. Con una musicalidad activa y tensada y una correcta tonalidad fotográfica provoca decir que la primera mitad de Baby shower (2010) establece los componentes necesarios para promover una película de terror. Eso hasta que ocurre el primer indicio de violencia, entonces toda buena intención se desvanece...
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