Comienzo a comentar las películas que han recibido nominaciones para la próxima edición de The Academy.
Paul Greengrass es un buen director, gran montajista. Sus mejores películas son las que incentivan la ansiedad a partir de la convergencia de secuencias correspondientes a situaciones que surgen dentro de un mismo horario, aunque en diferente escenario. Es la simulación de un ritmo acelerado, como lo dominaron magistralmente los soviéticos en el primer bloque del cine socialista, solo que Greengrass dilata el tiempo de los cortes, lo suficiente para que el espectador oriente los acontecimientos de cada situación. Es un ejercicio del efecto Kuleshov en cocción lenta, pues el espectador tendrá que esperar con paciencia para descubrir ese tercer mensaje que provoca la relación de los escenarios. Ahí están Bloody Sunday (2002), Capitán Phillips (2013) y Vuelo 93 (2006), siendo este último un superlativo dentro de su filmografía. Dicho esto, es desalentador lo que ha venido realizando el director británico bajo el respaldo de Netflix. News of the World (2020) es un cine distinto a su propuesta. Es una película que tiene mucho aliento al cine clásico, lo cual resulta estimulante dentro de un territorio que parece haber enterrado esa idiomática. Muy a pesar, este western resulta tibio si es comparado con los títulos de esa época.
Ma Rainey’s Black Bottom (2020) es una película pensada para el dominio actoral. Más que una historia, lo que nos ofrece el director George C. Wolfe es una situación que pudiera servir de excusa para describir las personalidades de sus protagonistas. Todas las interpretaciones son correctas, siendo los de Viola Davis y Chadwick Boseman los más logrados por el mismo hecho de que estos personajes están a un primer plano. Lo cierto es que hay un especial acercamiento al de Boseman, siendo este personaje el más complejo de la escena, y el que además no dejará indiferente al resto. El trompetista Levee es de esas presencias que sabes que montará algún serio desarreglo dentro del escenario. Mucho tiene que ver su talento sostenido por un aire fanfarrón, lo que crea entre risas y urticaria al resto de la banda, pero mucha irritación a Ma Rainey, la bautizada “Reina del Blues”, quien, en efecto, es un superlativo de Levee, solo que esta sí tiene una producción que la abale. Ma Rainey’s Black Bottom, desde una mirada general, es el enfrentamiento de personalidades, el la cantante y su trompetista. Es el gran ego de la mujer imponiendo contra el ego en formación del joven músico y neófito compositor.
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