Encantado sería
presentar una “Lista de los 10 Mejores Estrenos del 2012”, lo incomodo es
forzar o adulterar una. Nuevamente al mismo drama anual, la cartelera peruana
es cada vez más deficiente, lo que no invita a fabricar una lista de 10. Ante
todo, es preciso separar lo bueno de lo mejor. Es decir, la siguiente lista que
presentamos, corta y diminuta, está compuesta por películas que difícilmente se
nos irá de la mente. Personalmente, desde la primera vez que las vi, el encanto
aún no se ha desvanecido. Ha habido buenas películas, aquellas que tienen
buenas escenas, buenos actores, gratos momentos, pero que sin embargo con el
tiempo dichos conceptos se han ido debilitando, más no han desaparecido, eso
sí.
Entre ellas Un zoológico en casa, Los descendientes, 50/50 o Un método peligroso, no más. Son
películas que de todas formas valen mencionar porque hay una brecha donde se
filtra una simpatía especial, casi sentimental, aunque no por eso no dejamos de
apartarlas de un grupo que merece una mención especial. Pero antes de esto,
hagamos un recuento veloz sobre lo que nos trajo la cartelera limeña este año. Para ser más directos y referenciales, un
rápido recuento de los filmes ajenos a Hollywood que han despegado en nuestra
cartelera. Estos son por orden descendente: España 11, Francia 6, Noruega 3,
Chile 3, Italia 2, Argentina 2, India 1, Uruguay 1, Dinamarca 1, Colombia 1,
Holanda 1, México 1, Alemania 1. Para no crear vanas ilusiones, España y
Noruega han traído en mayoría filmes de terror, ninguno de ellos con mucha
consistencia. Francia, asimismo, llegó con sus estrenos más comerciales. La
fílmica asiática casi ausente.
El cine nacional ha
estrenado 8 películas. Sin ambages, no ha sido un buen año para la fílmica
peruana en referencia a este grupo. El buen Pedro, de Sandro Ventura, ya lo habíamos dicho, sobresale de este
grupo. Así como está, sin premios o reconocimientos pomposos, es una película
lograda. Alterno a la cartelera, Omar Forero con su doble estreno no comercial,
El ordenador y Chicama, promete. Decir más, es hablar demás. Estos son los Mejores
Estrenos de este año, sin orden de preferencia:
La piel que habito
Un obsesionado con la
piel, el deseo y el recuerdo ha creado su versión de Frankenstein, una que en
vista no es defectuosa, pero que alberga un oscuro secreto, igual de perverso,
igual de macabro. Pedro Almodóvar en La
piel que habito hace juego de un género que se entrecruza con el melodrama,
el thriller y el terror. Siguiendo la escuela de Alfred Hitchcock, este filme
construye de manera inteligente una historia que dispone de forma sugerente la
mentalidad retorcida de sus personajes. Es pues una versión perturbadora y
grotesca, la misma que se desborda hasta el punto de aflorar en los rostros; el
curso de la ética biogenética.
Chronicle
El director Josh Trank
y el guionista Max Landis, por encima de recrear un filme espectacular, adaptan
una historia sobre la concepción de los héroes y los villanos. Al margen de la
convencionalidad de las películas de superhéroes, el filme busca como primera
necesidad indagar la psicología humana, aquella que carga dramas y
frustraciones, la misma que se sana o termina por arrastrarte. Chronicle inicia como un cuento de
hadas y finaliza como una historia de terror. Es el acercamiento al ser que
desde sus orígenes estuvo corrompido, convirtiendo el “don” en un arma letal. Una
película que abruptamente te vuelca de la simpatía a la perturbación.
El árbol de la vida
Apreciar con totalidad
este filme, precisa de un seguimiento a
priori de la filmografía de Terrence Malick, una que se alberga al ámbito
existencial, sobre el origen no solamente del hombre, sino de la vida, de sus
componentes y sus agentes. La historia de una familia en los suburbios es el
bosquejo de lo que anteriormente el director ha explorado: el enfrentamiento interminable
entre el bien y el mal. El árbol de la vida es la ruta del aprendizaje de esta dualidad, la convivencia
inseparable con el bien y el mal, lo que se aproxima a través de las caricias o
la tragedia en su versión más violenta. Un filme de una estética limpia.
Drive
El western y las
películas de acción de los 80’s se ven reflejados en el filme de Nicolas
Winding Refn, protagonizado por un personaje anónimo y sin pasado, rudo pero
complaciente con sus protegidos. Drive es la historia de un sujeto bipolar e impredecible, dueño de una violencia
implacable y de un sesgo piadoso. De día actor doble y mecánico de autos, de
noche un hábil conductor y cómplice de atracos. A pesar de su trama
convencional, el filme haya de la riqueza de este protagonista los usos precisos
para desatar un potente filme de acción ambientado por una tensión calculadora
sobre una mente retorcida enfrentándose a una mafia.
Moonrise Kingdom
La complejidad del
diseño artístico, la teatralidad de encuadre rígido, los tonos vintage, el aire de música nostálgica y una
historia de amor de verano, fugaz e imperecedera, son los componentes que Wes
Anderson recicla y revitaliza en el que sería su filme más logrado. Moonrise Kingdom es el juego de las
personalidades frustradas, sobre adultos estancados y niños transgrediendo
reglas impuestas; unos resignados, los otros soñadores. Es la lectura pues de
la resistencia a una vida monótona abstemia de metas improvisadas y un espíritu
idealista aniquilado. Una película que combina finamente el humor cruel, dulce
y perverso.
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