viernes, 16 de octubre de 2020

7 Festival de Trujillo: Tatiana, Fabiola / A E I Perú / Voluntad (Cortos en competencia)

En el corto de ficción de Álvaro Figueroa, una adolescente ha comenzado a experimentar sentimientos y conflictos nuevos para ella. Tatiana, Fabiola (2020) parece sugerir una historia protagonizada por personajes femeninos carentes de una madurez sentimental. Desde la primera secuencia en que una madre se relaciona con su hija, se evidencia que la joven adolescente de nombre Tatiana no posee un modelo adulto que pudiera brindarle la experiencia sensata de una educación sentimental, tan necesaria para cualquier chica de su edad. Por tanto, estamos siendo testigos de un aprendizaje sentimental puramente empírico. La confusión de la inexperiencia es el conflicto de esta película que Figueroa pone en primer plano. Si bien esto se representa a partir de una relación entre personas de un mismo género, el director se niega a insinuar que esa naturaleza implique revitalizar o generar sus propios complejos. Tatiana, Fabiola retrata un lado difícil del enamoramiento, el transito del deseo físico a lo puramente sentimental.

Otro conflicto que es resultado de un síntoma, ya no natural, sino social, lo plantea la directora Mariana Flores Tuesta, a partir de un corto que documenta las respuestas de tres niños que comentan sobre la realidad política peruana. A E I Perú (2020) inicia con una pregunta simple: ¿qué es ser corrupto? De esta manera, vemos a un documental desarrollándose por sí solo. Sucede que la respuesta de los menores sugiere una nueva pregunta, y esto es un tránsito de no acabar a lo largo del filme. Por un lado, es un tierno descubrimiento. El espectador se verá encandilado y, hasta por momentos, sorprendido, ante esta sabiduría primaria, universal, pero siempre consecuente. Sin embargo, por otro lado, este desenvolvimiento “natural”, va proponiendo preguntas fuera de la cámara, además de reflexiones, frente a la idea de qué tan congénita resulta ser la práctica de la corrupción dentro de las esferas políticas, así como la negligencia de la sociedad que apuesta por esos malhechores. ¿Es que acaso la sociedad es incapaz de asimilar algo tan simple como las razones de nuestros problemas internos?
Por su parte, el director Roberto Julca representa un conflicto excepcional que rebasa las lógicas naturales como sociales. Voluntad (2020) narra la historia de un maduro hombre siendo víctima de un debate existencial estimulado por representaciones omnipotentes. Lo mesiánico, la paranoia, posesiones, epifanías, lo demencial o la crítica social son tópicos que van y vienen a medida que se desata el discurso de este hombre refiriéndose a un “Padre” e invocando a una “Madre”. Son notas en que el protagonista figura como un elegido, título que acepta, pero que luego reniega por el peso de la responsabilidad, o la negligencia. Más que una envestidura, es un peso que altera sus conceptos, su fe o devoción ante el que lo invocó. Voluntad luce como una alegoría que reflexiona sobre la colonización del cuerpo y la mente, conducida por fuerzas supremas, imposibles de confrontar, que te transportan de un lado a otro, te asignan tareas, rutinas, formas de pensamiento, te obligan a hacer cosas que no quieres, como a vestir saco y corbata cuando bien podrías disfrutar del sol veraniego. Son fuerzas que te manejan a su antojo, te trastornan, como la realidad misma.

Pueden ver todos los cortometrajes totalmente gratis en la página web del Festival: www.fecit.pe

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