Hoy se inaugura el III Festival Internacional de Lima Independiente, del 14 al 23 de junio. Comenzamos a postear sobre los filmes que iremos viendo durante su programación.
“El Brujo” y “El Indio” son dos apasionados
músicos, y ambos han hecho sociedad con el fin de sacar adelante el proyecto
“Fango”, posiblemente la única banda que fusiona el heavy metal con el tango. Fango (2012), filme de José Campusano,
trata sobre esto, narrar una y otras más dicotomías en las vidas de un puñado
de personajes que habitan en un suburbio argentino. Estas interactúan, se
convergen y finalmente generan un conflicto en cadena. Campusano por un lado
gesta la mirada optimista de los músicos, historia que a su vez recoge una más
íntima y universal. El tema de la vejez ha atropellado en la vida de “El Brujo”,
personaje que de pronto ha sido abordado como por casualidad a ciertos dilemas,
aquello que lo limita al amor, a las metas a largo plazo, que lo empuja a
reflexionar sobre la fugacidad de la vida. Gran parte de los personajes de este
contexto están asediados por el estancamiento. “El Brujo” sin embargo ha
comenzado a tenerle miedo a esto.
En paralelo, una historia
bizarra se va gestando. Un romance extramarital está perturbando a una joven
esposa, y Nadia, una ex presidiaria, ha decidido tomar cartas en el asunto. Fango se deriva así a la mirada realista
y violenta de un sector corroído por la anarquía. Frente a esto, hay respuestas
de desamparo e indiferencia. Si bien este filme cuestiona el tema de la
violencia, la justifica a través de la orfandad o el desinterés social, algo
que a fin de cuentas, y como sucede en la trama, abrirá camino a que la
violencia encuentra a otros huéspedes. Entonces algunos idealistas se
corrompen. José Campusano es promotor de dicotomías: el metalero que observa al
folclore como un aliado, el mismo metalero ajeno a lo violento, una mujer
sanguinaria pero a la vez maternal, una madre de una maternidad desarraigada,
un padre arrepentido, una amiga traidora. Fango
maneja personajes inciertos y que a su vez derivan a una historia impredecible.
No hay comentarios:
Publicar un comentario