Ulises (Víctor Montero)
solo quiere que Chile se enderece, que sus conciudadanos sean personas de bien,
que no falten a la moral y que aboguen el deber cívico. Ulises Morales (2012), de Víctor Cubillos, es un filme que tiene
sus idas y venidas. Su inicio se presenta como un sketch de cámara escondida, sobre
cómo Ulises, cámara en mano, acosa a todos los faltantes de la ley y la moral.
Son las correrías a la caza del tipo que no paga el boleto del bus, el que
orina en la calle, el comprador de películas piratas o el consumidor de filmes
porno. Todo esto parece tener un límite de caducidad, sin embargo en el camino
Ulises es cada vez más curioso. Lo mejor de Ulises
Morales es este mismo personaje, un protagonista que no es complejo, más sí
carismático. A medida que “lucha por la justicia”, Ulises reparte sermones,
aplica lecciones, pone multas, saca pecho, va de enamoradizo y tiene además un
lazarillo que lleva siempre al costado.
Cubillas genera a un
personaje idealista y que en el Chile de hoy se trasluce como un personaje
ridículo, casi absurdo, aunque siempre simpático. En efecto, Ulises es una
alegoría ridícula del Quijote de la Mancha, solo que a diferencia del orate
español, este loco tiene sus momentos de lucidez. En medio de tanta “limpia de
moral”, Ulises observa sus pecados. Hasta el más moral tiene sus momentos de
flaqueza. El protagonista tal vez no se convierta en un cínico, más sí es un
reprimido, y esto caricaturiza más al personaje, volviéndolo más simpático
hasta el punto de convertirlo en el centro de atención dentro de un espacio en
el que parecía solo reconocerlo como un loco idealista anónimo. Ulises Morales en el camino va
fabricando dinámicas narrativas ágiles, no se perciben vacíos ni momentos para
el descarte. La película hasta su cierre no deja de atraer la atención. Dentro
de su simplicidad, el filme se disfruta.
2 comentarios:
Me ha interpretado correctamente Sr. Esquives. Por el momento no hará falta una visita mía a Lima para reformarlo. Saludos!
Morales, el reformador
Gracias por el comentario Morales. Este mundo hace falta de reformadores e idealistas como usted. No se me extinga.
Saludos!
Publicar un comentario