A diferencia del resto de filmes que adapta también el conflicto de una pareja matrimonial que se enfrenta a la pérdida de un hijo, Al otro lado del corazón (2010) se esfuerza por no caer en las trampas del convencionalismo, sobre el drama exagerado o la historia que va acumulando tragedias a paso que los personajes intentan o se niegan a enmendar su desgracia inicial. John Cameron Mitchell, esta vez apartado de una línea que toca temas como la libertad sexual o las nuevas generaciones, dirige un drama doméstico plagado de elementos trágicamente agresivos que nada tienen que ver con un ambiente cómico y a veces de ensueño empleado en sus dos anteriores películas, Hedwig (2001) y Shortbus (2006)...
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