Ganadora a Mejor Guión Internacional en el último certamen del Sundance, Joven y alocada (2012), ópera prima de Marialy Rivas, es un filme sobre la liberación sexual e ideológica de una adolescente de familia evangélica. Daniela (Alicia Rodríguez) es de un espíritu rebelde y cuestionador. Víctima del conservadurismo maternal y fanático, representaciones con las que convive a diario sin ceder a la represión carnal y, especialmente, la mental. Fruto de esto, nace su blog: Joven y alocada. Marialy Rivas hace algún tiempo presentó un corto en el Cannes, Blokes (2010), basándose en un interesante relato del escritor chileno Pedro Lemedel, en la que relaciona la homosexualidad y la política durante el tiempo de la Dictadura Chilena. Dos comportamientos o inclinaciones que se desenvuelven de manera anónima y que además son juzgadas. En Joven y alocada, Rivas nuevamente retoma el tema del descubrimiento sexual y la censura, solo que esta vez bajo un código distinto.
Daniela ha sido engendrada por la tecnología, criada a hablar como lo dictan las redes sociales y distintas plataformas digitales. Joven y alocada es un filme que se inspira del lenguaje vistoso y dinámico del internet. Un idioma que no restringe ideas o pensamientos que en la realidad o sociedad está prohibido ejercer o proliferar. Rivas sugiere al mundo blogger o el de “Joven y alocada” como un espacio adolescente, lugar en el que no existen teorías o conclusiones. Daniela es la representación del adulto inexperto, el individuo confundido, abierto a nuevas experiencias, especialmente las sexuales, y que no espera a cambio una reprimenda o la aparición del mismísimo Espíritu Santo. Joven y alocada puede ser divertida, sin embargo es ese mismo código Messenger el que termina por hostigar. Marialy Rivas se preocupa más en darle buena estadía al espectador adolescente usando su mismo lenguaje, vendiendo el morbo sin recato, justificando con esto la existencia de un discurso poco serio.
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